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Vaquillonas: Manejo Hasta Primer Entore

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Un adecuado manejo de las hembras que irán a reposición en un sistema de cría tradicional permitirá obtener aceptables índices reproductivos sin el detrimiento del potencial productivo de la futura madre.

Manejo Hasta Los 6 Meses 

El período de crecimiento y desarrollo hasta los 6 meses en general no ofrece mayores dificultades. Cuando los nacimientos se producen en la época adecuada en un año normal, el ritmo de crecimiento de los terneros de razas británicas bajo nuestras condiciones de pastoreo se puede estimar en un promedio de 650 g (550 a 800 g) de aumento de peso diario (APD).
Estas cifras, y las que se darán más adelante, son para rodeos de vacas británicas de un peso adulto de 430 a 500 Kg (peso otoño). Se toma el peso al comienzo del otoño porque en ese momento la gestación no influye en el mismo y la vaca, ya destetada, se tiene que encontrar en buena condición corporal (CC 2,5 a 3) para entrar al invierno. Para rodeos de otras razas y/o de pesos distintos será necesario adaptar los cálculos.

Considerando un peso al nacer de 30 a 35 Kg, a los 6 meses (5 – 7 meses) tendremos un peso de 150 Kg en promedio (180 días x 650 g + 30-35 Kg al nacimiento = 150 Kg).

El ritmo de crecimiento en estos 6 meses variará fundamentalmente de acuerdo a la aptitud materna, a la condición corporal de la vaca, al tipo de pastura, a la zona y al tipo de campo, al clima de ese año, a la suplementación o no al pie de la madre, a la edad del destete y a la alimentación desde destete hasta los 6 meses (si se hizo destete precoz o anticipado).

Desde el parto la vaca debe contar con alimento suficiente en calidad y cantidad para producir la leche necesaria para el desarrollo y crecimiento normales del ternero. Al contar el rodeo de cría con pasturas adecuadas, el ternero comienza precozmente a pastorear, formando su flora y fauna ruminal y disminuyendo progresivamente el grado de dependencia materna. Este pastoreo precoz también se produce cuando, por falta de alimento para la vaca, ésta no produce suficiente leche y el ternero trata, en competencia desigual y sin lograrlo, de suplir lo que la madre no le da.

Por otra parte, para la reposición del rodeo se seleccionan las terneras cabeza de parición, que siempre son las más pesadas a los 6 meses, y por lo tanto, tienen pesos superiores a los 150 Kg promedio.

El ritmo de crecimiento después de los 6 meses es muy variable. En función de estas variaciones se podrá decidir la edad del entore.

Manejo Para Entore a los dos Años

El llamado entore a los dos años, por la fecha de nacimiento de las terneras y entore de las mismas, en realidad se efectúa a los 25 – 27 meses.

Desde los 6 meses hasta el primer entore (25 – 27 meses) transcurren unos 20 meses promedio, es decir, 600 días. En ese lapso el aumento de peso tiene que ser de 120 a 150 Kg, que sumados a los 150 Kg que tenían las terneras a los 6 meses, totalizan al momento del comienzo del primer servicio unos 270 – 300 Kg. Es decir, que deben haber alcanzado alrededor del 60- 66 % de su peso adulto.

Esto significa que la ganancia de peso diaria promedio desde los 6 meses hasta el entore tiene que ser del orden de los 220 – 250 g, valor fácilmente obtenible sin forzar la alimentación en los períodos críticos normales de escasez de forraje (invierno).

Un esquema de la ganancia de peso en estos 20 meses podría ser:

  1.  Primer invierno posdestete (180 días): ganancia de 150 – 200 g diarios, lo que nos da 30 – 35 Kg de aumento de peso. Una restricción más severa a esta edad no es posible, pues se corre el riesgo de dañar permanentemente el desarrollo de la vaquillona.
  2. Octubre – Abril: acompañando la abundancia de pasturas en esos 200 días, a un ritmo de ganancia de peso promedio de 400 g diarios, se obtienen unos 80 Kg más, con lo que estarían las vaquillonas en 250 – 260 Kg.
  3. Segundo invierno: sin aumento de peso.
  4. Octubre – Noviembre: 500 g diarios promedio, obteniéndose unos 30 Kg más.

Esto completa un total al entore en noviembre – diciembre de unos (150 + 30 + 80 + 0 + 30 = 290). Por lo tanto, teniendo vaquillonas de un peso de otoño de 250 – 260 Kg, se logra entorar la totalidad de las mismas en la primavera siguiente.

Este es un esquema que se puede realizar, pero es ajustado y debe tratar de mejorarse, sobre todo en los inviernos. Hay que tener en cuenta que durante los inviernos, al no ganar peso o ganar muy poco, como la vaquillona se encuentra desarrollando, perderá estado, y  si bien en primavera – verano, en buenas pasturas efectuará un aumento compensatorio de peso, no es raro que las lluvias y/o los calores se retrasen, y por lo tanto, también el crecimiento de las pasturas. Es por ello que este esquema debe flexibilizarse, sobre todo en invierno, haciéndoles ganar algo mas de peso.

Manejo Para Entore a los 15 Meses

Para entorar las vaquillonas a los 15 meses de edad, es necesario un manejo diferente. El peso a los 6 meses tiene que ser un poco mayor, de alrededor de los 170 Kg, lo que implica una ganancia diaria promedio de peso de 700 – 800 g (30-35 + 180 días x 750 g = 170 Kg).

Si las pasturas y/o la aptitud materna no es suficiente para lograr estos aumentos de peso, se deberá ayudar con una suplementación al pie de la madre o suplementación si se hace destete precoz o anticipado. Por otra parte, téngase en cuenta que para la reposición se selecciona la cabeza de parición.

Desde los 6 meses hasta el entore, la vaquillona tiene que ganar permanentemente peso. En los 8 – 9 meses que faltan hasta el entore, el promedio de aumento de peso diario debe estar en el orden de los 350 – 450 g, requiriendo para ello buenas pasturas y/o suplementación. Se obtendrá alrededor de los 100 kg, con lo que llegaríamos al entore con un peso de unos 270 Kg (170 + 240-270 días x 400 g = 270 Kg). Este es un buen peso para entorar vaquillonas de 15 meses de razas británicas.

Manejo Para Entore a los 20 Meses

En caso que las vaquillonas que se pensaba entorar a los 15 meses no hayan llegado en la primavera al peso adecuado para el servicio (270 Kg), o las que se pensaba entorar a los 2 años al llegar al fin del otoño estén en los 290 Kg, se puede hacer un entore de invierno.

También se puede tomar como norma el entore de invierno de las vaquillonas, siempre que tengan un peso de unos 290 Kg. Este entore tiene ventajas y desventajas, no en todos los casos es conveniente, y para su factibilidad es necesario tomar ciertas precauciones.

SANIDAD

Cualquiera sea la edad elegida para hacer el primer entore, es de extrema importancia mantener el buen estado sanitario de las terneras y vaquillonas.

Será necesario confeccionar un buen calendario sanitario preventivo (vacunaciones contra mancha y gangrena, brucelosis, etc., tratamientos antiparasitarios internos y externos y suplementación mineral).

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Noticias Internacionales

Girolando, la mejor alternativa para la producción lechera en climas cálidos

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Con una producción promedio de 5.000 litros de leche durante 305 días bajo el calor del clima tropical, estas terneras presentan una mayor resistencia y adaptación al entorno, lo que aumenta sus tasas de supervivencia. Estas cualidades las destacan en un país donde la cría de terneras enfrenta tasas de mortalidad de hasta el 25 %. Las terneras Girolando pueden producir en promedio 5.000 litros de leche durante 305 días en climas cálidos. Fotos: Felipe Argoty, magíster en Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia sede Palmira.

En Colombia la producción lechera afronta una crisis marcada por los altos costos tanto de los insumos importados utilizados por la industria como de los alimentos concentrados para el ganado, además de factores como la tendencia al bajo consumo en el mercado y el encarecimiento de las tierras en zonas tradicionales de ganadería, entre otros, situación que ha obligado a los productores a buscar nuevas alternativas que permitan mantener la rentabilidad del negocio y reducir las pérdidas.

Foto. La cría de terneras enfrenta tasas de mortalidad de hasta el 25 %

Cerca del 80 % de la producción de leche proviene de animales con composición genuina en su genética, escenario en el que resaltan las terneras Girolando, una raza que toma y supera lo mejor del cruzamiento entre la productividad de la Holstein y la rusticidad de la Gyr, lo que les permite adaptarse a altas temperaturas, ser más tolerantes a parásitos y poderse pastorear en condiciones adversas, características que las convierten en la mejor opción para climas tropicales como los de Tolima, Valle del Cauca, Magdalena Medio y los Llanos Orientales y la Costa Caribe, en donde han demostrado un rendimiento superior.

En la industria lechera la etapa más crítica es la cría de las terneras, ya que es cuando los animales dependen de una adecuada alimentación y cuidados especiales para asegurar su supervivencia y óptimo desarrollo. Además de ser costosa, esta fase se asocia con altos índices de mortalidad, en particular por problemas de nutrición.

Ante este problema, durante su Maestría en Ciencias Agrarias en la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira, el zootecnista Luis Felipe Argoty López evaluó mediante tres experimentos alternativas para mejorar la rentabilidad durante la cría, con dietas menos costosas pero con el aporte nutricional necesario para evitar problemas de crecimiento y desarrollo, clave en la crianza de reemplazo, cuando preparan a las terneras para que se conviertan en futuras vacas lecheras que renueven el hato y mantengan la productividad del sistema.

Foto. En Colombia cerca del 50 % de la producción de leche proviene de cruces de toros y cebús.

El Estudio

En la investigación se analizó el crecimiento y desarrollo ruminal (ingesta de alimento sólido) de 19 terneras Girolando F1 con edades entre 14 y 22 meses, en el corregimiento de Santa Rosa de Tapias, municipio de Guacarí (Valle del Cauca).

Para el trabajo se hicieron 3 grupos de animales con sendos tratamientos. A los del primer grupo (grupo control) se le suministraron 4 litros de leche al día, repartidas en dos tomas, y concentrado comercial; al segundo, 4 L de leche distribuidos en tres tomas, más consumo de alimento experimental; y al tercer grupo, 4 L de leche distribuidos en tres tomas, más consumo de alimento comercial. A todos los tratamientos se les suministró pasto pangola y agua a voluntad.

Sobre el alimento experimental, el investigador explica que “hicimos ajustes dentro de la proteína, la pusimos un poco más disponible dentro de la dieta de las terneras, usamos soya, maíz, algunos cereales, premezclas, un promotor de crecimiento ruminal y lo que utilizan todos los alimentos concentrados, porque el reto era hacer un concentrado experimental similar en composición al comercial, pero con algunas mejoras”.

Foto. El estudio se realizó con 19 terneras en el corregimiento de Santa Rosa de Tapias (Valle del Cauca)

También recolectó muestras de sangre cada 15 días, para analizar metabolitos como proteína, albúmina, globulinas, calcio, betahidroxibutirato (BHB) y cortisol. Así mismo evaluó parámetros biométricos como edad, peso, circunferencia, altura, ganancia de peso, consumo promedio y conversión alimenticia. Cada variable evaluada se analizó estadísticamente a través de un modelo mixto de medidas repetidas.

Aunque en la ganancia de peso los resultados no arrojaron diferencias significativas entre los tratamientos, entre muestreo sí las hubo y se evidenció que la edad de los animales influye en la concentración de proteínas en la sangre y que el BHB permite conocer indirectamente el desarrollo ruminal.

También se evidenció que “la edad de los animales influye en la concentración de proteínas en la sangre y que el BHB permite conocer indirectamente el desarrollo ruminal”.

Foto. Con la raza Girolando se puede obtener una producción lechera más competitiva y menos dependiente de razas europeas

El investigador destaca que, “este indicador sugiere que las terneras están desarrollando su rumen de forma óptima, lo cual es esencial para una digestión eficiente, y en última instancia para su futura capacidad de producir leche”.

También se registraron bajos niveles de cortisol en la sangre, una hormona que se libera en respuesta al estrés y puede afectar el crecimiento y la salud general del animal. Altos niveles de este indican que las terneras están experimentando estrés, lo que puede influir negativamente en su sistema inmunológico y reducir su capacidad de aprovechar nutrientes, afectando el desarrollo del rumen y la futura producción de leche.

“Si logramos que más productores opten por razas como la Girolando, tendríamos una producción lechera más competitiva y menos dependiente de razas europeas, cuya adaptación a nuestras condiciones es limitada”, anota el magíster.

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Bolsa de Trabajo: Especialista en Control de Calidad de Productos Lácteos

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Realizaron Chaccu de Vicuñas en la sierra de Tacna

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Dirección Regional de Agricultura Tacna (DRAT) supervisó la realización de la técnica del ‘Chaccu’ por parte de la ‘Asociación del Comité de Manejo de Vicuñas Mamuta Sur’, gracias a la cual se obtuvo 25.73 kilos de fibra tras esquilar 113 vicuñas. Lo recolectado se podrá comercializar a nivel nacional e internacional, y representará ganancias a la población de la zona alto andina.

El ‘Chaccu’ es una actividad ancestral que consiste en cercar temporalmente a un grupo grande de vicuñas para luego esquilarlas, recolectando su fibra. Esta fiesta  en donde participan las comunidades colindantes a las zonas donde habitan estos camélidos silvestres se realiza en los meses de octubre y noviembre en las comunidades de Alto Perú, Pampahuyuni, Mamuta y Kallapuma (departamento de Tacna al sur del Perú), donde existen poblaciones de esta especie que son aprovechadas a través de un manejo sostenible.

De la actividad, también participaron el Servicio Nacional Forestal (Serfor) y el Servicio Nacional de Sanidad Agraria del Perú (SENASA), quienes brindaron soporte en el diagnóstico y tratamiento sanitario de las vicuñas.

De esta manera, la Dirección Regional de Agricultura de Tacna (DRAT) sigue brindando apoyo al sector agrario de nuestra región.

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