Noticias Internacionales

Más de 2.900 Explotaciones en Europa ya están Afectadas por el Virus de Schmallenberg

Publicado

en

(2.520 lecturas vistas)

COMPARTIR

La presencia del virus de Schmallenberg (SBV) se ha detectado ya en 2.930 explotaciones ganaderas europeas, según han confirmado los servicios veterinarios de Alemania, Holanda, Bélgica, Gran Bretaña, Francia, Luxemburgo, Italia y España, países afectados hasta la fecha. 

En su conjunto, se ha constatado un total de 2.294 focos en explotaciones de ovino, 571 en ganaderías de bovino y 65 en granjas de caprino.

Alemania es el país que más focos ha localizado (1.120 confirmaciones), con la detección de 832 casos en explotaciones de ovino, 243 de bovino y 45 de caprino, según los datos del Instituto Friedrich-Loeffler, principal encargado del seguimiento de esta epizootia.

En Holanda, el Ministerio de Asuntos Económicos, Agricultura e Innovación ha comunicado que este nuevo mal del ganado ha sido declarado ya en 234 explotaciones, de las cuales 124 son de ovino, 105 de vacuno y 5 de caprino.

En el caso de Bélgica, la Agencia Federal para la Seguridad en la Cadena Alimentaria (Afsca) ha reportado ya la presencia del SBV en 284 granjas del país, con 161 focos en ovino, 121 en bovino y dos en caprino.

En Gran Bretaña, el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (Defra) ha confirmado que el virus de Schmallenberg ha llegado ya a 235 explotaciones, con 210 focos declarados en ovino y 25 más en ganaderías de vacuno.

En Francia continúan aumentando los focos verificados del virus y el Ministerio de Agricultura, Alimentación, Pesca y Desarrollo Rural y Regional ha reconocido ya la presencia del SBV en 1.048 explotaciones, mayoritariamente de ovino (960), pero también en granjas de vacuno (76) y caprino (12).

Luxemburgo e Italia están entre los últimos países en constatar la presencia del SBV, con seis granjas de ovino y uno de bovino en el primero, y otro en una explotación de caprino, en el segundo.

En España, veterinarios de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía han confirmado la presencia del virus en una oveja de una ganadería de la comarca de Hinojosa del Duque, en Córdoba.

Se trata de una explotación mixta de ganado ovino y caprino con un censo de 656 animales, 644 ovinos y 12 caprinos, en la que el pasado 6 de marzo se detectó un caso de aborto con malformaciones con síntomas clínicos de la enfermedad.

El Laboratorio Central de Veterinaria de Algete (Madrid) del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha confirmado el resultado positivo en este animal.

Fuente: Agencias

Leer más
4 comentarios

1 comentario

Deja un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Noticias Internacionales

El valor del queso artesanal como emblema gastronómico: la experiencia uruguaya

Publicado

en

COMPARTIR

Leer más

Noticias Internacionales

Un estudio revela el impacto del fuego en los suelos de los Andes peruanos

Publicado

en

COMPARTIR

Los suelos volcánicos de Arequipa, una de las regiones más secas del mundo, no están adaptados al fuego.

En septiembre de 2018, un incendio arrasó casi dos mil hectáreas de matorral en el volcán Pichu Pichu, una zona de alto valor ecológico en los andes peruanos. A diferencia de los ecosistemas mediterráneos, donde la vegetación ha desarrollado estrategias para resistir el fuego, los suelos volcánicos de Arequipa, una de las regiones más secas del mundo, no están adaptados al fuego. Un equipo de investigadores de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH), de España, y de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, en Perú, ha recogido y analizado muestras de suelo de la zona incendiada, a 3.700 metros de altitud, para comprender cómo estos frágiles ecosistemas responden a la perturbación por incendio.

Los resultados, publicados en la revista Spanish Journal of Soil Science, indican que, cuatro años después del incendio, la combustión de la vegetación y el suelo y la erosión han causado una grave pérdida de carbono orgánico, un elemento esencial para la fertilidad del suelo. “Los Andes peruanos no están preparados para los incendios”, advierte Jorge Mataix Solera, catedrático de la UMH y experto en edafología con más de treinta años de experiencia en la recuperación de suelos quemados. Mataix recalca que, si bien el fuego es una fuerza ecológica natural, sus efectos pueden variar mucho dependiendo del ecosistema. Según se desprende del análisis realizado, el suelo del Pichu Pichu se ha degradado física y químicamente tras el incendio, por lo que la regeneración del ecosistema será más difícil. Además, la erosión producida tras el incendio ha desencadenado más procesos degradativos, reduciendo por ejemplo el contenido de arcilla, lo que debilita aún más la estructura del suelo.

Uno de los problemas detectados en estos suelos áridos es su tendencia natural a repeler el agua debido al tipo de materia orgánica que, junto con su alto contenido de arena, es un fenómeno que persiste tras el incendio. Sin vegetación para retener la humedad y la repelencia al agua, ésta se desliza en la superficie en lugar de infiltrarse, lo que acelera la erosión del suelo. “Mientras que los suelos bien estructurados y evolucionados como los mediterráneos poseen una elevada capacidad de retención hídrica, los suelos volcánicos andinos, muy jóvenes y arenosos, tras la pérdida de materia orgánica en el incendio pierden la capacidad de retener agua” explica la investigadora de la UMH Minerva García Carmona. “Por eso es tan importante conocer las consecuencias del fuego en este tipo de suelos jóvenes y frágiles”, declara la experta, “y un factor determinante es cómo influyen las plantas en el suelo, que son las que conforman el material combustible en el incendio”.

El estudio se centró en dos especies nativas con un papel clave en el ecosistema: Berberis lutea, conocida como ‘palo amarillo del Perú’, y Parastrephia quadrangularis, llamada ‘Tola’. Los investigadores analizaron si el fuego había afectado de manera diferente a los suelos según la vegetación predominante. Descubrieron que en las zonas dominadas por el palo amarillo la degradación fue más severa. “Es una planta más grande, con mayor biomasa, lo que seguramente intensificó los efectos de la combustión en el suelo”, aclara García.

El equipo de investigadores de la UMH conoce bien las consecuencias de un incendio en los bosques mediterráneos, más resilientes al fuego por su evolución histórica con la presencia del fuego que ha llevado a desarrollar múltiples estrategias de resistencia y resiliencia. Ahora, sus descubrimientos en el volcán Pichu Pichu reafirman la evidencia de que los suelos volcánicos de la región de Arequipa, que de forma natural retienen menos agua, se pueden ver particularmente degradados con la presencia de incendios, lo que acrecenta su vulnerabilidad a esta perturbación.

El Pichu Pichu se encuentra en la zona volcánica central de los andes. Los investigadores de la UMH recogieron muestras de suelo a unos 3.700 metros sobre el nivel del mar, donde las precipitaciones, de apenas 385 mm anuales, se concentran en tres o cuatro meses del año. De manera que la región de Arequipa se considera un ‘desierto frío’ -las temperaturas van de los 4 a los 18 grados centígrados- y la vegetación se compone principalmente de matorral muy adaptado a la sequía extrema.

Debido a las escasas precipitaciones, el cinturón volcánico de los Andes es una fuente de agua crucial para las áreas adyacentes. “Si bien Pichu Pichu está dominado por matorral, las faldas de la montaña están también cubiertas a una cierta altitud de bosque y albergan una gran diversidad de especies animales y vegetales”, señala el profesor de la UMH. A las faldas del volcán, se encuentran los bosques de queñuales (Polylepis), cuyas especies endémicas del Perú se encuentran en peligro de extinción.

El investigador de la UNSA Lunsden Coaguila explica que “no es fácil tomar muestras de suelo a tanta altitud”. En el estudio, realizado en colaboración con investigadores de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (UNSA), ha sido crucial la colaboración de la Comunidad Campesina Polobaya y la de la Comunidad Campesina Pocsi, que han permitido el acceso a las áreas de toma de muestras. “También, hemos contado con el apoyo del Servicio Forestal y de Fauna Silvestre de Arequipa”, relata el experto.

En Perú, la mayor parte de los incendios se producen de julio a octubre. El proyecto de vigilancia por satélite Queimadas registró un máximo histórico de 7.037 focos en septiembre de 2024. “En una región como Arequipa, situada en una zona desértica, comprender el papel de los suelos bajo nuevos regímenes de incendios es esencial para evaluar la resiliencia de estos ecosistemas frente al cambio climático”, afirma el investigador de la UMH.

Mataix opina que, cuanto más sepamos, más podremos ayudar a diseñar estrategias de prevención y de tratamiento postincendio que ayuden a mitigar los efectos del aumento de las temperaturas y de la sequía intensificada. “Es tan necesario en Perú como en España”, concluye el experto, “aunque el fuego es un fenómeno natural, la crisis climática está exacerbando estos fenómenos y debemos hacer todo lo posible para adaptar los ecosistemas a las nuevas circunstancias y hacerlos más resilientes”.

 

Leer más

Noticias Internacionales

Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos 2025

Publicado

en

COMPARTIR

Leer más

Tendencia