La Adil refirió que, de aprobarse en el Congreso, la norma que limita la importación de leche en polvo para la fabricación de productos lácteos generará un incremento de precio en la industria, “que inevitablemente tendrá que ser trasladado al consumidor”, advirtió.

Tras la aprobación en la Comisión Agraria del Congreso del proyecto de ley que limitará la importación de la leche en polvo para la fabricación de productos lácteos, la Asociación de Industriales Lácteos (Adil) advirtió que tal medida, de ser aprobada por el Congreso, generará un incremento del precio de la leche en “desmedro del consumidor”.

“Al no existir la suficiente producción de leche fresca en nuestro país (déficit del 30%) y elevarse la demanda por esta prohibición, se generará inmediatamente una escasez del producto que tendrá como consecuencia el incremento del precio a la industria, que inevitablemente tendrá que ser trasladado al consumidor”, precisó en un comunicado publicado en los medios.

Esta posición contradice, el anuncio del gerente general del Grupo Gloria (miembro de la Adil), Robert Priday. El gerente – en declaraciones al diario El Comercio – afirmó que lanzarían una nueva oferta bajo la marca Bonlé con 100% leche de vaca a S/ 2,80 como un “gesto” por el caso Pura Vida.

Así, la Adil remarcó que – de aprobarse tal medida – “todos los productos lácteos subirán de precio”.

El comunicado también señala que, el proyecto aprobado por la Comisión Agraria, de volverse ley, implicará que los industriales dejen de comprar leche a la mayoría de productores ganaderos.

“La leche que nos venden los pequeños ganaderos – que son aproximadamente el 80% – no tienen los componentes suficientes que la norma exige para la leche evaporada. Esta diferencia se nivela y equilibra con la leche en polvo importada. Al no poder utilizar la leche en polvo, ya no podremos comprar esa producción”, detalló el gremio.

Ante lo cual, calificó al proyecto de ley aprobado por la Comisión Agraria como “fruto del lobby y de la gran campaña de desinformación promovida por los grandes productores de leche”.

Situación que – en opinión de la Adil – “generará un grave daño al consumidor y a los ganaderos más pobres del país”.