La American Journal Clinical Nutrition realizó un estudio para establecer la relación entre el consumo de leche y su relación con el incremento de la talla, medición de gran importancia ya que reporta crecimiento y desarrollo.
Paola Yanquen, nutricionista y dietista de la Universidad Nacional de Colombia, informó que reemplazar la leche de vaca está restándole a los menores todas esas proteínas y grasas que necesitan para su desarrollo.
Las bebidas que no provienen de la vaca no se pueden denominar leche, ellas tienen unas propiedades muy diferentes a los que provee la leche de vaca, no contienen proteína que es un nutriente esencial para el crecimiento de los niños, la lactosa es un nutriente, es el azúcar de la leche y puede ser perjudicial en un grupo que sea intolerante a la lactosa.
Comentó la nutricionista que muchos padres han venido seleccionando bebidas no lácteas como las bebidas de soya o almendra; porque perciben que pueden ofrecer beneficios para la salud, sin embargo, estas bebidas no lácteas tienen un menor aporte de proteína y grasa, comparado con la leche de vaca y pueden no tener el mismo efecto en cuanto a la talla.
Según la Doctora Yanquen, este tipo de investigaciones nos hace tener más información de cuáles son los nutrientes y cuál es la alimentación ideal que debe llevar un niño para lograr su mayor potencial en crecimiento, hoy tenemos muchas más opciones para lograr una mejor alimentación en los niños y con esto, prevenir muchas enfermedades a futuro, la mayoría de las enfermedades llevadas por una alimentación no adecuada no se ven inmediatamente, pueden aparecer en la edad adulta, por ejemplo la osteoporosis.
Según la OMS y la FAO se debe consumir entre dos y tres porciones de lácteos al día, por ejemplo: leche, queso, yogurt. Hay diferentes opciones y lo ideal es que consumamos entre dos y tres opciones de ese tipo de alimentos diariamente.
Es importante entender que en menores de dos años lo ideal es la lactancia materna, es la mejor y única opción para la alimentación de los pequeños de la casa, después de esa edad, es recomendable diversificar la alimentación del niño, abriendo la posibilidad a los productos lácteos.
Menores deben consumir leche
La leche es la principal fuente de proteína, es como el ladrillito que garantiza el crecimiento de los niños, sin proteína no logramos el adecuado desarrollo en los niños y la leche es la principal fuente de proteína y calcio que tenemos en la alimentación.
Beneficios de la leche
Los lácteos gozan de una capacidad nutricional única, entre las que podemos destacar:
Es la principal fuente de calcio, aportando casi el 36% de este mineral, recomendado en adultos y niños, lo que favorece a nuestra salud ósea.
Posee grasas y vitaminas liposolubles como la A, la D y la E, esenciales para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
Contiene vitaminas hidrosolubles como la B2, B1, B6, B12, C, B3 y H, necesarias para la producción de energía, la circulación de la sangre, la metabolización de ácidos grasos, la producción de glóbulos rojos, entre otras funciones.
Por otro lado, los alimentos derivados de la leche como los quesos y yogures, son alimentos fundamentales para nuestra salud, ya que poseen un valor nutritivo enorme y pueden ser consumidos por niños, adultos y personas mayores.
Los quesos frescos poseen menor cantidad de grasa, proteínas, calcio, vitaminas, selenio y fósforo.
Los quesos curados, cuya característica es su sabor seco y ahumado, contienen un poco más de grasas, pero conservan su contenido proteico, mineral y vitamínico.
Los yogures, cuyo aporte de proteína se suma a la propiedad de ser muy bien asimilados por el organismo, permiten que en etapas como el embarazo, sean un alimento altamente recomendado.
La leche y sus derivados, son alimentos originados en la naturaleza, para satisfacer los momentos de mayor demanda nutricional y por lo tanto, es razonable pensar que su valor nutricional sea en consecuencia elevado. La adopción de la leche como base en las guías alimentarias de prácticamente todas las culturas occidentales, es una prueba de su importancia cotidiana para asegurar una adecuada alimentación.
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