Escribe: Méd. Vet. M.Sc. Roberto Acosta Gálvez, responsable técnico de Ranqhay EIRL.
Los animales de producción como vacunos, ovinos, caprinos, porcinos, entre otros, se enferman debido a múltiples factores como el ambiente, el manejo, el hospedero y el patógeno, por lo que debe considerarse un plan o programa de prevención.
Si bien el hospedero (el animal) posee mecanismos de defensa para prevenir o tratar las infecciones o no ser susceptible a una enfermedad, estos mecanismos pueden verse afectados por la edad del animal, alimentación inadecuada, estrés por calor, frío, destete, desnutrición, infección, transporte y otros que afectan negativamente el sistema inmunitario, además de malas prácticas de manejo. Esto puede originar que el patógeno causante de la enfermedad se propague en una población si encuentra animales “susceptibles”, lo que incluso puede causar la muerte en el rebaño.
El medio ambiente y las prácticas de manejo juegan un papel preponderante en la prevención de la presentación de enfermedades en un centro productivo o granja. Es sumamente importante la higiene y la bioseguridad como práctica de manejo, ya que ayudarán a los animales a enfrentar la presión de la infección y reducirán las probabilidades de que se expongan a los patógenos y se infecten.
En el Perú, nuestros productores pecuarios y campesinos se enfrentan a estos múltiples factores desencadenantes de las enfermedades de más frecuente, por la variabilidad climática y las estaciones en las tres regiones naturales: costa, sierra y selva.
Vacunas
La vacunación ha ayudado proporcionar inmunidad o resistencia a las enfermedades a los animales, permitiendo la prevención de estos. Por eso las autoridades han establecido un programa de vacunaciones obligatorias dependiendo de la especie, la región y las enfermedades, que deben ser cumplidas por los criadores en todo el país.
Los criadores en cada región y localidad deben coordinar con la autoridad local para dar cumplimiento al programa y así evitar la aparición de las enfermedades, consecuente muerte y pérdidas económicas; garantizando la salud y el bienestar animal para la inocuidad alimentaria.
Enfermedades
Las principales enfermedades que afectan a la población pecuario son la clostridiales en vacunos, ocasionalmente en ovinos, como el carbunco sintomático o pierna negra, el tétano en la sierra; el ántrax o carbunco bacteridiano, y el tétano en la costa. En caso de presentarse, el tratamiento se basa en antibióticos; si ocurre la muerte, estos animales deben ser incinerados o enterrados, ya que la carne no puede ser consumida ni comercializada. Otras enfermedades virales son la rinotraqueitis infecciosa bovina o IBR, y la diarrea bovina viral o BVD, que también pueden prevenirse mediante vacunación.
En las enfermedades parasitarias en la piel, se debe aplicar ivermectina en forma de inyectable o antiparasitarios externos a base de fipronil, amitraz y cipermetrina.