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Incentivando la Producción Lechera: el Caso Panameño

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Los productores panameños aumentaron el pie de cría y mejoraron la genética de sus animales para subir la oferta de leche en el país centroamericano. Se estima que la producción de leche en la región aumente a 1.5 millón de litros por mes en los próximos años.

Los ganaderos de la provincia de Panamá Oeste harán adecuaciones en sus fincas para aumentar la producción de leche y así incrementar la oferta de esta materia primaria en la elaboración de quesos. La meta es superar los 800 mil litros por mes.

En Panamá Oeste operan 70 fincas (Capira, Chame y La Chorrera) lecheras, pero su producción no es suficiente para abastecer la demanda de las seis fábricas de queso que funcionan en esta zona agropecuaria del país.

Hasta octubre de 2014 las queserías en Panamá Oeste consumieron 436 mil 846 litros de leche grado A, más de 730 mil 587 litros de grado B y 842 mil 407 grado C, según cifras del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (Mida).

La alta demanda de leche en Panamá Oeste impulsó los precios pagados al productor. El litro de leche grado A y B se paga a 52 centésimos y la grado C a 40 centésimos.

La creciente demanda de leche también interesó a otros productores a ingresar en la actividad ganadera, manifestó Armando Ruiz, director provincial del Mida.

Los dueños de las fábricas de queso también se abastecen de la materia prima con la producción de los ganaderos de Chepo, en la provincia de Panamá.

Para no perder su mercado, los ganaderos se han trazado la meta de mejorar su producción de leche, indicó Ruiz.

Algunos productores han incrementado el pie de cría en sus fincas y mejorado la genética de sus animales.

La columna vertebral en la producción de leche eficiente se origina, según expertos, en seis ejes temáticos: conservación de forraje, nutrición, transferencia de conocimiento genético, buenas prácticas agrícolas, sistema silvopastoril y una buena administración de fincas.

La buena nutrición de los animales es fundamental, tomando en cuenta que en el país los bajos índices de producción de leche están asociados, en la mayoría de los casos, a la escasa disponibilidad de alimento.

Las nuevas fincas lecheras demoran cerca de 18 meses para comenzar a producir.

Otra fincas, más tecnificadas, están apostando por el trasplante de embriones, dijo el funcionario.

De continuar con el incremento del pie de cría y la mejora en los métodos de producción, se estima que la producción de leche en esta región aumente a 1.5 millón de litros por mes en los próximos años.

Sin embargo, los productores advierten de que el costo de los animales ha subido. Una vaca que costaba mil 500 dólares, dependiendo de la cantidad de leche, ha subido a 2 mil 500 dólares.

En Panamá se consumen por año 300 millones de litros de leche y los productores locales solo aportan 195 millones.

El 85% de la producción de la leche fluida en el país está en manos de los pequeños y medianos productores.

Chiriquí lidera la producción de leche con un 50%, provincias centrales representan un 40% y el 10% es el resto del país; de esta cantidad, el 70% de pequeños ganaderos.

Del 50% de la producción de leche en Chiriquí, un 20% lo aportan los pequeños productores.

Cifras de Interés

  • 300 millones de litros de leche se consumen en Panamá cada año.
  • 85% de la producción de la leche fluida del país está en manos de pequeños y medianos productores.
  • 50% de la leche que se produce en el país proviene de la provincia de Chiriquí.

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    Girolando, la mejor alternativa para la producción lechera en climas cálidos

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    Con una producción promedio de 5.000 litros de leche durante 305 días bajo el calor del clima tropical, estas terneras presentan una mayor resistencia y adaptación al entorno, lo que aumenta sus tasas de supervivencia. Estas cualidades las destacan en un país donde la cría de terneras enfrenta tasas de mortalidad de hasta el 25 %. Las terneras Girolando pueden producir en promedio 5.000 litros de leche durante 305 días en climas cálidos. Fotos: Felipe Argoty, magíster en Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia sede Palmira.

    En Colombia la producción lechera afronta una crisis marcada por los altos costos tanto de los insumos importados utilizados por la industria como de los alimentos concentrados para el ganado, además de factores como la tendencia al bajo consumo en el mercado y el encarecimiento de las tierras en zonas tradicionales de ganadería, entre otros, situación que ha obligado a los productores a buscar nuevas alternativas que permitan mantener la rentabilidad del negocio y reducir las pérdidas.

    Foto. La cría de terneras enfrenta tasas de mortalidad de hasta el 25 %

    Cerca del 80 % de la producción de leche proviene de animales con composición genuina en su genética, escenario en el que resaltan las terneras Girolando, una raza que toma y supera lo mejor del cruzamiento entre la productividad de la Holstein y la rusticidad de la Gyr, lo que les permite adaptarse a altas temperaturas, ser más tolerantes a parásitos y poderse pastorear en condiciones adversas, características que las convierten en la mejor opción para climas tropicales como los de Tolima, Valle del Cauca, Magdalena Medio y los Llanos Orientales y la Costa Caribe, en donde han demostrado un rendimiento superior.

    En la industria lechera la etapa más crítica es la cría de las terneras, ya que es cuando los animales dependen de una adecuada alimentación y cuidados especiales para asegurar su supervivencia y óptimo desarrollo. Además de ser costosa, esta fase se asocia con altos índices de mortalidad, en particular por problemas de nutrición.

    Ante este problema, durante su Maestría en Ciencias Agrarias en la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira, el zootecnista Luis Felipe Argoty López evaluó mediante tres experimentos alternativas para mejorar la rentabilidad durante la cría, con dietas menos costosas pero con el aporte nutricional necesario para evitar problemas de crecimiento y desarrollo, clave en la crianza de reemplazo, cuando preparan a las terneras para que se conviertan en futuras vacas lecheras que renueven el hato y mantengan la productividad del sistema.

    Foto. En Colombia cerca del 50 % de la producción de leche proviene de cruces de toros y cebús.

    El Estudio

    En la investigación se analizó el crecimiento y desarrollo ruminal (ingesta de alimento sólido) de 19 terneras Girolando F1 con edades entre 14 y 22 meses, en el corregimiento de Santa Rosa de Tapias, municipio de Guacarí (Valle del Cauca).

    Para el trabajo se hicieron 3 grupos de animales con sendos tratamientos. A los del primer grupo (grupo control) se le suministraron 4 litros de leche al día, repartidas en dos tomas, y concentrado comercial; al segundo, 4 L de leche distribuidos en tres tomas, más consumo de alimento experimental; y al tercer grupo, 4 L de leche distribuidos en tres tomas, más consumo de alimento comercial. A todos los tratamientos se les suministró pasto pangola y agua a voluntad.

    Sobre el alimento experimental, el investigador explica que “hicimos ajustes dentro de la proteína, la pusimos un poco más disponible dentro de la dieta de las terneras, usamos soya, maíz, algunos cereales, premezclas, un promotor de crecimiento ruminal y lo que utilizan todos los alimentos concentrados, porque el reto era hacer un concentrado experimental similar en composición al comercial, pero con algunas mejoras”.

    Foto. El estudio se realizó con 19 terneras en el corregimiento de Santa Rosa de Tapias (Valle del Cauca)

    También recolectó muestras de sangre cada 15 días, para analizar metabolitos como proteína, albúmina, globulinas, calcio, betahidroxibutirato (BHB) y cortisol. Así mismo evaluó parámetros biométricos como edad, peso, circunferencia, altura, ganancia de peso, consumo promedio y conversión alimenticia. Cada variable evaluada se analizó estadísticamente a través de un modelo mixto de medidas repetidas.

    Aunque en la ganancia de peso los resultados no arrojaron diferencias significativas entre los tratamientos, entre muestreo sí las hubo y se evidenció que la edad de los animales influye en la concentración de proteínas en la sangre y que el BHB permite conocer indirectamente el desarrollo ruminal.

    También se evidenció que “la edad de los animales influye en la concentración de proteínas en la sangre y que el BHB permite conocer indirectamente el desarrollo ruminal”.

    Foto. Con la raza Girolando se puede obtener una producción lechera más competitiva y menos dependiente de razas europeas

    El investigador destaca que, “este indicador sugiere que las terneras están desarrollando su rumen de forma óptima, lo cual es esencial para una digestión eficiente, y en última instancia para su futura capacidad de producir leche”.

    También se registraron bajos niveles de cortisol en la sangre, una hormona que se libera en respuesta al estrés y puede afectar el crecimiento y la salud general del animal. Altos niveles de este indican que las terneras están experimentando estrés, lo que puede influir negativamente en su sistema inmunológico y reducir su capacidad de aprovechar nutrientes, afectando el desarrollo del rumen y la futura producción de leche.

    “Si logramos que más productores opten por razas como la Girolando, tendríamos una producción lechera más competitiva y menos dependiente de razas europeas, cuya adaptación a nuestras condiciones es limitada”, anota el magíster.

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