Desde AACREA estiman que la producción de este año será 8 por ciento superior a la de 2019, pero advierten que el aumento de costos supera al de precios.
Con más cantidad de vacas en ordeño por cada tambo y más cantidad de litros de leche producidos por vaca, en el primer semestre del año el sector lechero argentino entregó al mercado un volumen de leche 9,3 por ciento superior al del mismo periodo del año pasado, pero como el precio pagado al productor viene perdiendo la carrera contra la inflación y los costos aumentaron en mayor proporción que el precio, hoy la rentabilidad de las empresas es menor que la de un año atrás. Así lo indica el último informe lácteo realizado por la Unidad de Investigación y Desarrollo de AACREA.
«Durante el primer semestre del 2020 se observó un aumento en la producción del 9,3 por ciento en comparación al mismo período del 2019. Se esperaría que el 2020 cierre con un aumento en la producción del 7%-8% en comparación al 2019», afirma el trabajo.
Según los datos relevados por el Movimiento CREA, la producción individual por vaca aumentó 2,3 por ciento si se compara junio 2020 con junio 2019, debido principalmente a cuestiones climáticas. Por su parte, las vacas en ordeño por tambo experimentaron una suba del 2,7 por ciento para el mismo período.
Mientras tanto, el precio promedio informado por el Sistema Integrado de Gestión de la Lechería Argentina (SIGLEA) para junio de este año fue de 18,3 pesos por litro, un 20,5 por ciento mayor que el de un año antes medido en pesos corrientes. Pero como remarca el informe de AACREA, si se actualiza el precio pagado al productor según el Índice de Precios al Consumidor, en los últimos 12 meses el precio real pagado al productor disminuyó un 15,6 por ciento. «Se espera que en los próximos meses el precio pagado productor continúe esta tendencia a la baja», advirtieron desde la entidad.
El trabajo también muestra que la relación actual insumo producto es de 2,2 kilos de maíz por cada litro de leche, superior al promedio de los últimos cinco años, pero el aumento de otros componentes del costo llevó a una variación interanual en el índice de costos (IC) del 51 por ciento, mientras que la del índice de precios (IP) fue del 20 por ciento. «Los mayores aumentos en el IC sobre el IP han determinado un achicamiento en rentabilidad en comparación a un año atrás», advierten.