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Destete Hiperprecoz de Terneros

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Varios establecimientos dedicados a la producción de ganado cárnico o lechero utilizan sistemas cada vez más innovadores con el objetivo de lograr la sustentabilidad y el desarrollo óptimo en el manejo del campo. En el caso del destete hiperprecoz, se separa a los terneros de sus madres casi al nacimiento, a fin de lograr el aumento de las tasas de preñez en las madres y, por ende, aumentar la producción, afirma el técnico especialista en producción ganadera Sebastián Figueredo (Paraguay).

El destete hiperprecoz se efectúa quitando a los terneros recién nacidos de la compañía de sus madres. Posteriormente, las hembras son trasladadas a las salas de ordeño para sustraerles el calostro, que será suministrado al ternero después de dos horas de haber nacido. Generalmente, los terneros presentan problemas de defensa debido a que, al encontrarse en el vientre de la madre, no les pasan los suficientes anticuerpos, por lo que se encuentran con mayor probabilidad de ser afectados por alguna enfermedad. En la mayoría de los casos, las defensas de los terneros se satisfacen únicamente cuando empiezan a mamar.

Sustitutos Lácteos

A partir del cuarto día, se alimenta a los terneros con sustitutos lácteos, a razón de un litro y medio por la mañana, y la misma cantidad por la tarde. Esta tarea se realiza hasta la tercera semana.

Transición en Tipo de Alimento

El ternero será alimentado a base de calostro solo durante tres días; luego se lo trasladará a unas instalaciones preparadas especialmente para los vacunos de hasta ocho semanas. A esta edad, se proveerá a los terneros de un balanceado que logrará el desarrollo del rumen. En los sistemas tradicionales, el destete se da entre 70 y 80 días; sin embargo, en este sistema se destetará a los 21 días.

Es importante realizar un control minucioso de los terneros. La alimentación sólida debe hacerse en justa medida para que el animal tolere el cambio de consistencia. En cada semana se da una ración específica a los terneros. En la primera, se le provee 200 g del balanceado; en la segunda semana 400 g; en la tercera 800 g, y en la cuarta 1000 g. En la semana cinco, el animal recibirá la misma ración que en la semana anterior, más un balanceado destinado específicamente para terneros bovinos.

En la sexta semana, se le da 1000 g de alimento de arranque y 500 g de otro tipo de balanceado. Finalmente, en la semana siete, se provee 2 kg de arranque.

Traslado a Potreros

Pasado un periodo de ocho semanas, se trasladará a los terneros a potreros más grandes, donde se le suministrará ensilado de pasto camerún con expeler de soja o con balanceado bovino ternero.

En algunos casos, el destete hiperprecoz puede generar algunos síntomas pasajeros de adaptación gastrointestinal en la digestión de los sólidos, por lo que será necesaria la observación de los animales. En el caso de que se presenten diarreas,

generalmente el ternero no querrá levantarse. Asimismo, pueden presentarse piroplasmosis a causa de garrapatas que son causantes de deshidratación, por lo que se deberá dar la asistencia necesaria en cualquiera de los casos. Es necesario que el médico veterinario encargado del cuidado de los terneros supervise permanentemente a los animales durante todo el proceso.

 

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Girolando, la mejor alternativa para la producción lechera en climas cálidos

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Con una producción promedio de 5.000 litros de leche durante 305 días bajo el calor del clima tropical, estas terneras presentan una mayor resistencia y adaptación al entorno, lo que aumenta sus tasas de supervivencia. Estas cualidades las destacan en un país donde la cría de terneras enfrenta tasas de mortalidad de hasta el 25 %. Las terneras Girolando pueden producir en promedio 5.000 litros de leche durante 305 días en climas cálidos. Fotos: Felipe Argoty, magíster en Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia sede Palmira.

En Colombia la producción lechera afronta una crisis marcada por los altos costos tanto de los insumos importados utilizados por la industria como de los alimentos concentrados para el ganado, además de factores como la tendencia al bajo consumo en el mercado y el encarecimiento de las tierras en zonas tradicionales de ganadería, entre otros, situación que ha obligado a los productores a buscar nuevas alternativas que permitan mantener la rentabilidad del negocio y reducir las pérdidas.

Foto. La cría de terneras enfrenta tasas de mortalidad de hasta el 25 %

Cerca del 80 % de la producción de leche proviene de animales con composición genuina en su genética, escenario en el que resaltan las terneras Girolando, una raza que toma y supera lo mejor del cruzamiento entre la productividad de la Holstein y la rusticidad de la Gyr, lo que les permite adaptarse a altas temperaturas, ser más tolerantes a parásitos y poderse pastorear en condiciones adversas, características que las convierten en la mejor opción para climas tropicales como los de Tolima, Valle del Cauca, Magdalena Medio y los Llanos Orientales y la Costa Caribe, en donde han demostrado un rendimiento superior.

En la industria lechera la etapa más crítica es la cría de las terneras, ya que es cuando los animales dependen de una adecuada alimentación y cuidados especiales para asegurar su supervivencia y óptimo desarrollo. Además de ser costosa, esta fase se asocia con altos índices de mortalidad, en particular por problemas de nutrición.

Ante este problema, durante su Maestría en Ciencias Agrarias en la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira, el zootecnista Luis Felipe Argoty López evaluó mediante tres experimentos alternativas para mejorar la rentabilidad durante la cría, con dietas menos costosas pero con el aporte nutricional necesario para evitar problemas de crecimiento y desarrollo, clave en la crianza de reemplazo, cuando preparan a las terneras para que se conviertan en futuras vacas lecheras que renueven el hato y mantengan la productividad del sistema.

Foto. En Colombia cerca del 50 % de la producción de leche proviene de cruces de toros y cebús.

El Estudio

En la investigación se analizó el crecimiento y desarrollo ruminal (ingesta de alimento sólido) de 19 terneras Girolando F1 con edades entre 14 y 22 meses, en el corregimiento de Santa Rosa de Tapias, municipio de Guacarí (Valle del Cauca).

Para el trabajo se hicieron 3 grupos de animales con sendos tratamientos. A los del primer grupo (grupo control) se le suministraron 4 litros de leche al día, repartidas en dos tomas, y concentrado comercial; al segundo, 4 L de leche distribuidos en tres tomas, más consumo de alimento experimental; y al tercer grupo, 4 L de leche distribuidos en tres tomas, más consumo de alimento comercial. A todos los tratamientos se les suministró pasto pangola y agua a voluntad.

Sobre el alimento experimental, el investigador explica que “hicimos ajustes dentro de la proteína, la pusimos un poco más disponible dentro de la dieta de las terneras, usamos soya, maíz, algunos cereales, premezclas, un promotor de crecimiento ruminal y lo que utilizan todos los alimentos concentrados, porque el reto era hacer un concentrado experimental similar en composición al comercial, pero con algunas mejoras”.

Foto. El estudio se realizó con 19 terneras en el corregimiento de Santa Rosa de Tapias (Valle del Cauca)

También recolectó muestras de sangre cada 15 días, para analizar metabolitos como proteína, albúmina, globulinas, calcio, betahidroxibutirato (BHB) y cortisol. Así mismo evaluó parámetros biométricos como edad, peso, circunferencia, altura, ganancia de peso, consumo promedio y conversión alimenticia. Cada variable evaluada se analizó estadísticamente a través de un modelo mixto de medidas repetidas.

Aunque en la ganancia de peso los resultados no arrojaron diferencias significativas entre los tratamientos, entre muestreo sí las hubo y se evidenció que la edad de los animales influye en la concentración de proteínas en la sangre y que el BHB permite conocer indirectamente el desarrollo ruminal.

También se evidenció que “la edad de los animales influye en la concentración de proteínas en la sangre y que el BHB permite conocer indirectamente el desarrollo ruminal”.

Foto. Con la raza Girolando se puede obtener una producción lechera más competitiva y menos dependiente de razas europeas

El investigador destaca que, “este indicador sugiere que las terneras están desarrollando su rumen de forma óptima, lo cual es esencial para una digestión eficiente, y en última instancia para su futura capacidad de producir leche”.

También se registraron bajos niveles de cortisol en la sangre, una hormona que se libera en respuesta al estrés y puede afectar el crecimiento y la salud general del animal. Altos niveles de este indican que las terneras están experimentando estrés, lo que puede influir negativamente en su sistema inmunológico y reducir su capacidad de aprovechar nutrientes, afectando el desarrollo del rumen y la futura producción de leche.

“Si logramos que más productores opten por razas como la Girolando, tendríamos una producción lechera más competitiva y menos dependiente de razas europeas, cuya adaptación a nuestras condiciones es limitada”, anota el magíster.

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