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¿Cómo sacar adelante un cultivo desde el teléfono celular?

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El estudiantado de Agronomía de cuarto año de la Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno – Costa Rica aprenderá este semestre a mantener un cultivo desde sus casas mediante el uso de la tecnología como aliada.

Gracias al avance de la tecnología, hoy en día es posible producir alimentos con menos mano de obra, mayor precisión y uso eficiente de los recursos. Eso es lo que 34 estudiantes avanzados de Agronomía están aprendiendo este semestre en el curso de Sistemas de Producción Agrícola.

«Estamos entrando en una revolución 4.0 que se caracteriza porque todo tiene sensores que nos envían información. En agricultura generamos cualquier cantidad de datos. Las plantas, el clima, el suelo e inclusive las plagas nos envían información que como agrónomos nosotros necesitamos interpretar» asegura el profesor Carlos Huertas.

¿Cómo lo hicieron?

«Básicamente lo que hemos hecho en este curso es adquirir e incorporar tecnología para que los estudiantes se familiaricen con este tipo de equipos y se apoyen para la toma de decisiones con información en tiempo real sobre el comportamiento de los cultivos», detalló el profesor Guillermo Vargas, coordinador del curso.

Para ello, previamente los docentes con ayuda de los trabajadores de la Estación, instalaron dos tecnologías desarrolladas en Israel: CropX y Netbeat, las cuales permiten que los estudiantes puedan recibir información sobre el cultivo en tiempo real desde cualquier dispositivo con Internet.

El sistema CropX incluye sensores ubicados a 20 cm y 46 cm de profundidad en las parcelas. Estos recopilan información sobre la humedad del suelo, la temperatura y la conductividad eléctrica, que es una forma de medir fertilizantes.

Los sensores envían señales a la unidad terminal remota (Antena RTU) y de allí se envían los datos al «cerebro» MCU, el cual está conectado a Internet y sube los datos de forma continua a la red. Además, el sistema recibe imágenes de un satélite que pasa cada 8 o 15 días por la Estación y toma fotografías de las parcelas.

A través de la plataforma Netbeat, el estudiantado puede acceder a toda esta información y desde allí pueden programar y activar el sistema de riego y nutrición usando cualquier teléfono celular, ya que las parcelas e invernaderos dedicados a docencia cuentan con sistemas de riego automatizados.

El profesor Carlos Huertas Blanco explica que los sensores, equipos, algoritmos y software que se han instalado ayudan a recibir e interpretar la información de forma más rápida y precisa en relación de 1 o hasta 100 datos por microsegundo, por lo que ahora pueden ver datos que los agrónomos antes no podían ver.

Estas tecnologías, además se combinan con otras herramientas para la docencia como Zoom y la plataforma de Mediación Virtual (Metics) que funciona para compartir y enlazar información que se recopila en el campo, así como para enviar sus informes y realizar las discusiones de grupo para enriquecer el aprendizaje, según agregó el profesor Vargas.

Además, señaló que el objetivo de todo este esfuerzo es que los futuros agrónomos puedan adquirir experiencia y habilidades para cuando estén en el ejercicio profesional y tengan que enfrentarse a las necesidades del mercado y una de ellas es la industria 4.0.

Ojos y manos en el campo

A pesar de los grandes avances tecnológicos, los estudiantes requieren del apoyo de los docentes, los trabajadores de la Estación y dos estudiantes asistentes que están en el campo. Mediante videollamadas, fotos y videos ellos les transmiten información valiosa que sólo puede captarse por medio de los sentidos.

En uno de los invernaderos el profesor Gerardo Chacón Naranjo se encarga de hacer calibraciones para aplicar abono orgánico en una de las camas de cultivo que tienen los estudiantes. «Ellos estaban ahorita en línea e hicimos algunos ajustes gracias a que se les pudo enseñar en vivo como estaba quedando la aplicación» detalla el docente.

Mientras tanto, la asistente Priscilla Murillo prepara los almácigos. “Mi papel es evaluar los cultivos, así que durante todo el proceso voy a estar tomando datos de fenología y plagas, ayudándoles para preparar los almácigos antes de llevarlos al campo. Como yo vengo al campo y veo todo esto les ayudó a resolver esos problemas” comenta la joven.

Este equipo de apoyo además se encarga de llevar a cabo en el campo las decisiones que toman los estudiantes; como la aplicación de abono orgánico, aplicación de herbicidas, y otras acciones para el control de malezas y plagas que deben realizarse directamente en el cultivo.

El equipo completo lo conforman los profesores: Carlos Huertas Blanco, Guillermo Vargas Hernández y Gerardo Chacón Naranjo; los asistentes estudiantes: Priscilla Murillo Solano, Yuri De Capua Fallas y Antony Bermúdez Morales; y los colaboradores de campo: Milton Matute Silva y Iván Alberto Molina Cruz.

El Dr. Luis Gómez Alpízar, director de la Escuela de Agronomía explicó que en este caso la compra de los equipos se realizó con recursos del Fondo de Desarrollo Institucional. La inversión fue de 7 millones de colones, a lo que se suma el aporte en mano de obra de los trabajadores de la estación para la apertura de zanjas, la colocación de tuberías y otros trabajos.

Gracias a esta iniciativa docente, la Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno hoy es una estación totalmente interconectada. Esto beneficiará a estudiantes de futuros cursos y al desarrollo de proyectos de investigación en esta línea, pero además significa un cambio hacia una nueva forma de hacer agricultura utilizando la tecnología de punta como aliada.

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Girolando, la mejor alternativa para la producción lechera en climas cálidos

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Con una producción promedio de 5.000 litros de leche durante 305 días bajo el calor del clima tropical, estas terneras presentan una mayor resistencia y adaptación al entorno, lo que aumenta sus tasas de supervivencia. Estas cualidades las destacan en un país donde la cría de terneras enfrenta tasas de mortalidad de hasta el 25 %. Las terneras Girolando pueden producir en promedio 5.000 litros de leche durante 305 días en climas cálidos. Fotos: Felipe Argoty, magíster en Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia sede Palmira.

En Colombia la producción lechera afronta una crisis marcada por los altos costos tanto de los insumos importados utilizados por la industria como de los alimentos concentrados para el ganado, además de factores como la tendencia al bajo consumo en el mercado y el encarecimiento de las tierras en zonas tradicionales de ganadería, entre otros, situación que ha obligado a los productores a buscar nuevas alternativas que permitan mantener la rentabilidad del negocio y reducir las pérdidas.

Foto. La cría de terneras enfrenta tasas de mortalidad de hasta el 25 %

Cerca del 80 % de la producción de leche proviene de animales con composición genuina en su genética, escenario en el que resaltan las terneras Girolando, una raza que toma y supera lo mejor del cruzamiento entre la productividad de la Holstein y la rusticidad de la Gyr, lo que les permite adaptarse a altas temperaturas, ser más tolerantes a parásitos y poderse pastorear en condiciones adversas, características que las convierten en la mejor opción para climas tropicales como los de Tolima, Valle del Cauca, Magdalena Medio y los Llanos Orientales y la Costa Caribe, en donde han demostrado un rendimiento superior.

En la industria lechera la etapa más crítica es la cría de las terneras, ya que es cuando los animales dependen de una adecuada alimentación y cuidados especiales para asegurar su supervivencia y óptimo desarrollo. Además de ser costosa, esta fase se asocia con altos índices de mortalidad, en particular por problemas de nutrición.

Ante este problema, durante su Maestría en Ciencias Agrarias en la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira, el zootecnista Luis Felipe Argoty López evaluó mediante tres experimentos alternativas para mejorar la rentabilidad durante la cría, con dietas menos costosas pero con el aporte nutricional necesario para evitar problemas de crecimiento y desarrollo, clave en la crianza de reemplazo, cuando preparan a las terneras para que se conviertan en futuras vacas lecheras que renueven el hato y mantengan la productividad del sistema.

Foto. En Colombia cerca del 50 % de la producción de leche proviene de cruces de toros y cebús.

El Estudio

En la investigación se analizó el crecimiento y desarrollo ruminal (ingesta de alimento sólido) de 19 terneras Girolando F1 con edades entre 14 y 22 meses, en el corregimiento de Santa Rosa de Tapias, municipio de Guacarí (Valle del Cauca).

Para el trabajo se hicieron 3 grupos de animales con sendos tratamientos. A los del primer grupo (grupo control) se le suministraron 4 litros de leche al día, repartidas en dos tomas, y concentrado comercial; al segundo, 4 L de leche distribuidos en tres tomas, más consumo de alimento experimental; y al tercer grupo, 4 L de leche distribuidos en tres tomas, más consumo de alimento comercial. A todos los tratamientos se les suministró pasto pangola y agua a voluntad.

Sobre el alimento experimental, el investigador explica que “hicimos ajustes dentro de la proteína, la pusimos un poco más disponible dentro de la dieta de las terneras, usamos soya, maíz, algunos cereales, premezclas, un promotor de crecimiento ruminal y lo que utilizan todos los alimentos concentrados, porque el reto era hacer un concentrado experimental similar en composición al comercial, pero con algunas mejoras”.

Foto. El estudio se realizó con 19 terneras en el corregimiento de Santa Rosa de Tapias (Valle del Cauca)

También recolectó muestras de sangre cada 15 días, para analizar metabolitos como proteína, albúmina, globulinas, calcio, betahidroxibutirato (BHB) y cortisol. Así mismo evaluó parámetros biométricos como edad, peso, circunferencia, altura, ganancia de peso, consumo promedio y conversión alimenticia. Cada variable evaluada se analizó estadísticamente a través de un modelo mixto de medidas repetidas.

Aunque en la ganancia de peso los resultados no arrojaron diferencias significativas entre los tratamientos, entre muestreo sí las hubo y se evidenció que la edad de los animales influye en la concentración de proteínas en la sangre y que el BHB permite conocer indirectamente el desarrollo ruminal.

También se evidenció que “la edad de los animales influye en la concentración de proteínas en la sangre y que el BHB permite conocer indirectamente el desarrollo ruminal”.

Foto. Con la raza Girolando se puede obtener una producción lechera más competitiva y menos dependiente de razas europeas

El investigador destaca que, “este indicador sugiere que las terneras están desarrollando su rumen de forma óptima, lo cual es esencial para una digestión eficiente, y en última instancia para su futura capacidad de producir leche”.

También se registraron bajos niveles de cortisol en la sangre, una hormona que se libera en respuesta al estrés y puede afectar el crecimiento y la salud general del animal. Altos niveles de este indican que las terneras están experimentando estrés, lo que puede influir negativamente en su sistema inmunológico y reducir su capacidad de aprovechar nutrientes, afectando el desarrollo del rumen y la futura producción de leche.

“Si logramos que más productores opten por razas como la Girolando, tendríamos una producción lechera más competitiva y menos dependiente de razas europeas, cuya adaptación a nuestras condiciones es limitada”, anota el magíster.

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