De acuerdo con reportes de Mercopress, la ministra de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento Tereza Cristina Corrêa da Costa Dias envió una carta al jefe de la oficina de Aduanas de Beijing para discutir la prohibición de las exportaciones, según medios agrícolas.
Pero otro reporte también reveló que la titular de la cartera se habría ofrecido a viajar a Beijing para negociar en persona el levantamiento de las sanciones.
Según el medio Folha, China y Brasil están estudiando la situación antes de dar nuevos pasos. Los chinos, después de comprar 220 000 toneladas de carne entre agosto y septiembre, además de pagar altos precios, todavía están evaluando cuándo regresar.
Los analistas también estaban especulando sobre cuánto tiempo China podría mantener la prohibición o si los proveedores de otros lugares podrían igualar las cantidades compradas a Brasil, incluso bajo la actual desaceleración económica de China.
Al mismo tiempo, los productores brasileños están incrementando sus costos, ya que ahora necesitan alimentar y acomodar ganado que se suponía que ya había sido sacrificado.
Brasil intenta normalizar el comercio luego de más de un mes de la prohibición de las exportaciones luego de dos casos atípicos de “vacas locas”, que habían sido reportados inmediatamente a las autoridades chinas y la OIE.
El brote de los dos casos se produjo el 4 de septiembre en los estados de Minas Gerais y Matto Grosso, y siguiendo un protocolo sanitario acordado con China, el exportador más grande de carne cesó voluntariamente todos los envíos al gigante asiático.
El protocolo prevé el regreso a la normalidad una vez que se aborde una investigación sobre las circunstancias en los que se produjeron los casos, así como las prácticas de pruebas clínicas realizadas por la OIE en un tercer país, en este caso, Canadá.
No obstante, una vez que la OIE los declaró como casos atípicos sin riesgo de contagio, el comercio de carne se mantuvo congelado. A pesar de la invitación de Brasil para una visita técnica, Beijing respondió que todavía estaban analizando los informes sanitarios de la OIE.
Esto a pesar de los pronósticos que indicaban que la suspensión sería breve, como sucedió en junio de 2019, cuando el comercio solo se restringió por 10 días.
Mientras tanto, los ganaderos brasileños están inquietos ya que sin la demanda de China, los precios del ganado se han desplomado y los frigoríficos también están presionando para impedir la exportación de animales a los países vecinos en un nuevo intento de bajar los precios.
De hecho, vecinos como Argentina y Uruguay, fuertes jugadores en el mercado de la carne, están moviendo sus fichas para aprovechar la situación comenzando por Argentina, que levantó el cepo a las exportaciones a China que había decretado desde mayo pasado.
Sin embargo, otro reporte de Mercopress develó que el mayor beneficiado ha sido Uruguay. “Uruguay capitalizó la situación y exportó un 35 % más que el año pasado”, explicó Francisco Ravetti del grupo argentino Consultora AZ.