Los ganaderos peruanos estarían cerca de disponer semen de toros del Brasil, de manera legal y con una amplia facilidad, a raíz de la intervención de la Cámara Brasil – Perú ante el SENASA, entidad oficial que tiene una enorme deuda con el sector ganadero que espera respuestas oportunas.

Por: MV. Mg. Christian Gonzales (Perulactea)

Los ganaderos peruanos desde que tengo memoria, siempre anhelaron disponer -de forma legal- de genética brasilera (no solo bovina sino también caprina). Realmente me resultaba ilógico que el país que poseía organizaciones tan prestigiosas como Embrapa y la Asociación Brasileña de Criadores de Cebú (ABCZ), no tuviera presencia en el país. De hecho, hasta hace pocos meses atrás Perú era de los pocos países Latinoamericanos que aún no había podido organizar un marco legal para importar genética brasilera pese a las múltiples e históricas solicitudes del mercado nacional. Hasta que, por fin a fines del año 2022, la Subdirección de Cuarentena Animal de la Dirección de Sanidad Animal del SENASA publicó los esperados requisitos sanitarios lo cual fue sin duda un enorme avance. Lamentablemente, las barreras de las que siempre se acusa el SENASA, no han estado ausentes, las que han hecho que aún hoy en septiembre de 2024 sigamos entrampados. Se critica, por ejemplo, que solicitan pruebas serológicas a los toros y no aceptan hacerlas al semen criopreservado (muestras de los lotes de las pajillas sujetas a la importación), lo cual muchas veces es imposible de hacer si el semen es de un toro que ya hubiese sido beneficiado.

Por ello, buscamos al Dr. Rafael Torres Morales, presidente de la Cámara Brasil – Perú (CAMBRAPER), organización con sede en Lima y que el pasado viernes 27 de septiembre organizó un desayuno empresarial para empresas brasileras a raíz de la próxima inauguración del Mega Puerto de Chancay. En una conversación que nos brindó en exclusiva, afirmó que están en comunicación directa con SENASA y ya se habrían iniciado la liberación de estos aspectos incongruentes existentes en los requisitos sanitarios, para corregir las barreras que han impedido que el semen brasilero ingrese a Perú lo cual ha causado molestia no solo en los ganaderos sino también en los importadores. El Dr. Torres mencionó que la organización que lidera viene haciendo gestiones ante el SENASA para resolver los cuellos de botella, lo cual debería concluirse hasta fines del presente año si se mantiene la agenda trazada, por lo que mostró todo el compromiso de la cámara para que los ganaderos peruanos puedan disponer muy pronto de esta genética que ayudaría a proyectos como el de exportación de carne hacia la China, anunciado hace unos días por el ministro de agricultura Dr. Ángel Manero.

Foto. Dr. Rafael Torres Morales, presidente de la Cámara Brasil – Perú (CAMBRAPER)

El Perú está viviendo tiempos de cambios profundos, donde se va enfrentar a grandes oportunidades y la ganadería no es ajena a estas, por lo que los ganaderos peruanos reclaman que es urgente que el SENASA se modernice y deje claro un real compromiso con el sector, sobre todo para que estén en la misma sintonía con los proyectos que viene gestionando el propio Ministerio de Agricultura, al que justamente debe rendir cuentas el SENASA.

Así como se debe resolver el entrampamiento con la genética brasilera, el SENASA tendría que mostrar mayor dinamismo y compromiso con las demandas del sector ganadero, buscando abrir nuevos mercados para permitir la llegada de la mejor genética disponible, desde otros países del mundo. Se deben superar viejos pretextos y discursos donde la retórica afirma que no se puede importar de tal o cual país por “riesgos sanitarios”, que en la actualidad son perfectamente superables con procesos cuarentenarios especiales o pruebas diagnósticas rigurosas, teniendo en cuenta que el beneficio para el país siempre será mayor que cualquier riesgo, peor aún cuando el riesgo mayor siempre será el «contrabando».

En la actualidad, hay inversionistas que desean entrar al negocio ganadero y para ello entre otras cosas requieren hacer una importación de animales, semen o embriones, pero lamentablemente muchos de estos potenciales negocios se pierden porque no existe el marco legal con los países de interés o porque alguna vez se generó una restricción que en cualquier país se habría resuelto en meses, pero aquí se quedó cerrada por años.

El Perú es Libre de Fiebre Aftosa sin vacunación, pero esa condición sanitaria no ha tenido ni tendrá ningún impacto favorable en nuestro PBI agropecuario (como me imagino era la idea al haberla logrado), si no sirve para que la ganadería atraiga a inversionistas que justamente desean poner recursos para generar negocios.

El Perú necesita hoy más que nunca, un SENASA que no tenga el “NO SE PUEDE” por delante, sino que brinde facilidades al sector empresarial con respuestas oportunas y alentadoras para que la inversión privada haga su labor a favor del desarrollo del sector.