Uruguay no es un gran productor de leche (respecto a su volumen total), pero en términos de competitividad, el sector lácteo uruguayo es similar al de países como Nueva Zelanda, Irlanda y Argentina.
La República Oriental del Uruguay posee 3,5 millones de habitantes y posee un consumo de más de 220 kg de leche per cápita/año. Pese a esto obtuvo un superávit del 73% de su producción total en 2022, es decir alrededor de 2,1 millones de toneladas, para exportación.
Parte de esta eficiencia obtenida proviene de una estructura productiva concentrada existente en el país, con poco más de 3 mil predios ganaderos. Son fincas grandes y muy productivas con un tamaño de hato de más de 120 vacas en promedio por propiedad, las cuales producen más de 5.000 L/vaca/año, y una producción superior a los 1.700 L/establecimiento/día. Sin embargo, los cambios estructurales aún están en curso. Como se muestra en la Figura 1, durante el período analizado hubo una disminución en el número de predios ganaderos a un ritmo del 3.9% anual y, pero al mismo tiempo, un aumento en la producción por predio del 4.3% anual, de tal manera que la producción se ha mantenido sin cambios durante el período.
La producción de leche se ha mantenido estable durante los últimos cinco años, a pesar de la reducción del 5,4% de la cabaña de vacas en el período analizado. Sin embargo, se puede observar en la Figura 2 que la reducción en el número de vacas, a un ritmo del 1,0% anual, fue compensada por un aumento promedio en la productividad animal del 1,2% anual, manteniendo la producción prácticamente estable, con un beneficio neto, un crecimiento de la producción del 0,2% anual en el período.
Sin embargo, esta dinámica no ha sido homogénea a lo largo de los años. En el período de 2018 a 2020, el crecimiento de la productividad fue excelente y condujo a un crecimiento positivo de la producción. En los dos años siguientes, la productividad disminuyó y el rebaño se expandió en 2021 y se redujo en 2022, manteniendo estable la producción en el período.
Uruguay es una de las regiones con costos de producción más bajos del mundo, a pesar de su uso en la producción de insumos modernos, alimentos concentrados y animales de alto rendimiento. La base de producción se basa en sistemas basados en pastos que también permiten mejoras en el bienestar animal y economía en el uso de piensos a base de cereales.
El costo de producción de los últimos 5 años promedió US$ 31/100 L (Figura 3). Comparativamente, es una cifra 23% inferior a la observada en países como el Brasil, donde este valor alcanza US$ 38/100 L. Esta diferencia, en parte, puede explicar por qué Uruguay es capaz de realizar grandes exportaciones, figurando como el segundo exportador de leche a Brasil, sólo superado por Argentina.
Los costos de producción más bajos permiten a Uruguay también reducir los precios pagados a los productores, aumentando la competitividad de los precios de los productos del país (Figura 4).
El precio promedio para el período 2018 a 2022 fue de US$ 34/100 L, y representa un valor 23% menor, tanto en relación a Brasil como a la estimación global de precios pagados a los productores calculados por el IFCN, para el mismo período. El precio pagado a los productores de leche deja un estrecho margen promedio de rentabilidad unitaria, lo que requiere que los productores tengan una alta escala y una alta productividad en sus propiedades. Esta diferencia en los costos de producción y los precios pagados a los productores de leche hace que Uruguay sea altamente competitivo en términos de precios, capturando una parte relevante del mercado lácteo brasileño a través de sus exportaciones.