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Regularidad en la Alimentación con Leche

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Investigaciones recientes han demostrado que la leche de descarte puede variar significativamente en el contenido de sólidos, dependiendo principalmente de la cantidad de agua que contamina el producto.

Esto disminuye los sólidos en la leche, reduciendo el consumo total de nutrientes. La variación en el lactorreemplazante reconstituido para terneros puede darse cuando se mezclan diferentes cantidades de polvo. Ya sea cuando se preparan raciones individuales o bolsas enteras a la vez, la variación en la proporción de polvo y agua puede afectar los nutrientes con los que se alimenta a un ternero. Sabemos que la variación en el consumo de nutrientes puede afectar el crecimiento. Sin embargo, otra pregunta importante es si la variación de por sí afecta al crecimiento o a la salud. Los cambios en la cantidad o concentración de nutrientes que van al intestino podrían afectar potencialmente muchos aspectos del ambiente intestinal, alterando así la digestión y la salud.

Investigaciones interesantes 

La cuestión de la variación fue abordada en dos estudios de Hill y otros (2008). Los investigadores utilizaron dos estudios para evaluar la cuestión de la variabilidad y su efecto sobre el rendimiento de los terneros alimentados con leche.

Estudio 1.

El primer estudio comparó la alimentación con una cantidad fija de materia seca de lactorreemplazante o leche entera o una combinación de los dos. En la Tabla 1 se muestran los tratamientos. Los terneros alimentados con lactorreemplazante (CMR) recibieron 454 g/día (454 g en materia tal cual; 432 g/día en materia seca) reconstituidos en 3,8 litros de agua. Esto se dividió en dos tratamientos iguales administrados a la mañana y a la tarde. El segundo tratamiento (MIX) era una mezcla de materia seca de lactorreemplazante (227 g de polvo) y leche entera de un tambo local.

Tabla 1. Tratamientos del Estudio 1

El tercer tratamiento (MILK) era con leche entera en la misma materia seca que los otros tratamientos. Se agregó agua a los tratamientos MIX y MILK para que todos los terneros recibieran 3,8 litros de líquido por día. Los terneros fueron alimentados con 3,8 litros de líquido por día hasta el día 39, luego se redujo en un 50 % hasta el desleche en el día 42. Todos los terneros recibieron un alimento de iniciación comercial y agua a libre disposición durante todo el experimento de 56 días de duración. ¿Qué descubrieron los investigadores? Los resultados están en la Tabla 2.

Tabla 2. Rendimiento de los terneros del Estudio 1 desde el día 0 hasta el día 42. *P para CMR frente a MIX y MILK. Diarrea** = puntuación de la diarrea en escala = 1 (normal) a 5 (diarrea grave).
Los terneros alimentados con lactorreemplazante en este estudio crecieron más rápido antes del desleche, con-sumieron más alimento de iniciación (CS) y fueron más eficientes en el uso de los nutrientes para el crecimiento (FE).

Los terneros alimentados con lactorreemplazante crecieron mejor a pesar de que consumieron un poco menos de proteína y grasa.

La leche utilizada en el estudio aumentó la cantidad de proteína cruda y grasa consumida por los terneros alimentados con mezcla y leche.

Por lo tanto, los resultados son particularmente interesantes, ya que los terneros alimentados con lactorreemplazante crecieron mejor y de manera más eficiente a pesar de que consumieron menos proteína cruda y grasa.

Entonces, ¿Qué causó esta diferencia? Una diferencia entre los tratamientos fue la concentración de bacterias administrada a los terneros. La leche utilizada en este estudio no se pasteurizó. El conteo promedio de UFC para los tratamientos CMR (lactorreemplazante), MIX (mezcla) y MILK (leche) fue de 2226, 67 571 y 126 905 UFC/ml, respectivamente.

Los investigadores sugirieron que el aumento de la cantidad de bacterias en la leche utilizada en los tratamientos con mezcla y con leche podría afectar el rendimiento del animal. La cantidad total de bacterias fue mayor de lo que algunos han recomendado (James y Scott, 2007) como para administrar a los terneros sin pasteurización. Sin embargo, las puntuaciones de la diarrea neonatal o la cantidad de días con diarrea neonatal no difirieron, por lo que las bacterias probablemente no causaron enfermedad intestinal. Después del desleche (día 42) y hasta el final del estudio (día 56) no hubo diferencias en el crecimiento o el consumo entre los tratamientos, por lo que las diferencias en el consumo, el crecimiento y la eficiencia observados antes del desleche no parecieron tener efectos duraderos. Cabe destacar que la leche utilizada en el Estudio 1 era leche entera comercial. A pesar de que la leche era apta para consumo humano, la cantidad de sólidos, proteínas y grasas variaba considerablemente. El rango de sólidos fue de 10,5 a 15% (SD = 0,7).

Normalmente, esperaríamos que la leche entera tuviera aproximadamente 12,5% de sólidos con una variación mínima. Este estudio sugiere que es posible que debamos cambiar nuestras suposiciones con respecto a la leche entera. Por supuesto, varios estudios de investigación han demostrado que la leche de descarte varía en contenido de sólidos, proteína y grasa, incluso más que la leche entera comercial.

Tabla 3. Tratamientos utilizados en el Estudio 2. CMR1 = 27 % de proteína cruda y 17 % de grasa; CMR 2 = 27 % de proteína cruda y 31 % de grasa (base tal cual). Variable*: terneros alimentados con 545, 754, 681, 817, 608, 681, 681 g/día cada día de la semana durante todo el estudio. Cantidad promedio administrada = 681 g/día en cada período de 7 días.

Estudio 2.

El segundo estudio se diseñó para evaluar los efectos de los cambios diarios de la cantidad de lactorreemplazante administrada diariamente. Este estudio usó dos fórmulas de lactorreemplazante: una fórmula 27/17 (proteína cruda/grasa) similar a las fórmulas comerciales de lactorreemplazante que se utilizan en los EE. UU., y una fórmula 27/31 diseñada para asemejarse a la leche entera sobre una base de materia seca. Estos dos lactorreemplazantes se administraron en una cantidad fija (681 g/día) o variando de un día a otro, pero en un promedio de 681 g/día durante la semana. La cantidad administrada varió de 545 a 817 g/día, terneros recibieron un porcentaje fijo de materia seca (14,8%), por lo que la cantidad de líquidos que se les administraba variaba diariamente (Tabla 3). No obstante, cada ternero recibió la misma cantidad de nutrientes al final de cada período de 7 días. En este estudio los terneros fueron deslechados el día 28.

Los resultados de este estudio son sorprendentes. Los terneros que recibieron lactorreemplazante en forma constante (681 g/día) crecieron más rápido, comieron más alimento de iniciación y fueron más eficientes que los terneros que recibieron cada día diferentes cantidades de lactorreemplazante, aunque el consumo de nutrientes era el mismo al final de cada semana. Este estudio llega a una conclusión clave: los terneros crecen mejor cuando están expuestos a una menor variación en el consumo de nutrientes. Esto parece afectar a los terneros no solo durante el período de alimentación con leche, sino también después del desleche.

Las implicancias de este estudio son importantes.

Tabla 4.  Rendimiento de los terneros alimentados con cantidades fijas o variables de lactorreemplazante (CMR). CMR1 = 27/17; CMR2 = 27/31. *Probabilidad de diferencia entre tratamientos fijo y variable. Cuando controlamos la variación, los animales tienen un mejor rendimiento. Cuando no lo hacemos, pagamos el precio en términos de un menor rendimiento. Nos incumbe a nosotros como administradores de nuestros animales implementar estrategias de manejo con el fin de minimizar la variación en nuestros programas de alimentación.

A propósito, los terneros alimentados con el lactorremplazante con alto contenido de grasa (31%) en el Estudio 2 generalmente crecieron con más lentitud, comieron menos alimento de iniciación y fueron menos eficientes que los terneros alimentados con el lactorremplazante con menos contenido de grasa (17%).

Es importante señalar que el lactorreemplazante con 17% de grasa se complementó con lisina, metionina y ácidos grasos específicos, mientras que el lactorreemplazante con 31% de grasa no se complementó con nada. Por lo tanto, la cantidad de aminoácidos esenciales y ácidos grasos varía entre los lactorreemplazantes. Por consiguiente, es probable que al menos parte de la diferencia entre las dos fórmulas de lactorremplazante se deba a las diferencias en estos nutrientes. A pesar de que normalmente pensamos que la proteína de la leche proporciona proteínas de alta calidad, el agregado de aminoácidos esenciales puede mejorar el rendimiento cuando hay otros nutrientes disponibles para permitir un mayor crecimiento.

Resumen

La consistencia es clave. La variación en los nutrientes que proporcionamos a los terneros puede afectar el rendimiento y de hecho lo hace. Ya sea que administremos leche entera, leche de descarte o lactorreemplazante, hay una variación en los nutrientes que los terneros reciben. Cuando esa variación es demasiado grande, el rendimiento se ve afectado. Cuando tomamos medidas para reducir la variación podemos mejorar el crecimiento y la eficiencia de los terneros. Estrategias como el uso de un refractómetro para medir los sólidos totales y el agregado de sólidos pueden reducir la variación en el consumo de nutrientes. Estos dos estudios sugieren que sería útil controlar la variación con leche comercial, leche de descarte e incluso con lactorreemplazante reconstituido.

Autor/es: Jim Quigley. Experto y referente internacional en la crianza de terneros. Ph.D., PAS, Diplomate, ACAN Technical & Research Manager Calf & Heifer Provimi North America.

Fuente: elproductor.com

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Optimizando el uso del semen sexado

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El semen bovino se debe descongelar a 35°C durante 45 segundos. Si esta temperatura no es exacta, una descongelación inadecuada puede afectar la calidad y viabilidad del semen.


Por: JODEE SATTLER (Estados Unidos)

Durante la segunda mitad del siglo XX (aproximadamente de 1955 a 2005), el rendimiento reproductivo del ganado lechero disminuyó considerablemente. Una variedad de factores –desde una mayor producción de leche, hasta una mayor endogamia y una nutrición inferior a la óptima– pueden haber contribuido a este retroceso.

Fisiólogos reproductivos, genetistas y otros expertos colaboradores de la industria láctea, algunos de ellos fueron convocados por el Consejo de Reproducción del Ganado Lechero de los Estados Unidos (DCRC, por sus siglas en inglés) para revertir esta tendencia negativa de la reproducción.

Durante la Reunión Anual del DCRC de 2022, el Dr. Paul Fricke, profesor de reproducción de ganado lechero de la Universidad de Wisconsin y especialista en Extensión, describió la “reversión”, es decir este gran cambio que comenzó en 2002, como una «revolución en la reproducción».

«El espectacular aumento de la reproducción se ha producido durante la última década (más o menos)», decía Fricke.

Si bien la mejora de la genética, la nutrición y los protocolos de manejo ayudaron a mejorar la reproducción del ganado lechero, la adopción de programas de fertilidad, como la inseminación artificial programada (IAT) y la resincronización de la ovulación (resincronización) después de un diagnóstico de falta de preñez, jugó un papel importante en el aumento del rendimiento reproductivo. Además, combinar los programas de fertilidad con nuevas tecnologías para la detección del estro, basadas en sistemas de seguimiento de la actividad, ayudó eficazmente a lograr mejores tasas de preñez.

Estrategias que conducen al progreso reproductivo

Durante esta revolución, el rendimiento y la economía del semen sexado mejoraron. Sin embargo, el rendimiento del semen sexado todavía está por detrás del rendimiento del semen convencional. El uso de semen sexado aumenta el progreso genético en los rebaños lecheros a través de una mayor intensidad de selección de madres (Khalajzadeh et al., 2012).

Otras estrategias incluyen pruebas genómicas o de pedigrí para identificar novillas y vacas genéticamente superiores, el uso de semen sexado para inseminar novillas lecheras genéticamente superiores y vacas lactantes equilibradas para las necesidades de reemplazo (Weigel et al., 2012) y el uso de semen de bovino de carne para inseminar novillas con méritos genéticos bajos y vacas para producir terneros cruzados con mayor valor en el mercado de la carne (Ettema et al., 2017).

«Esto ha llevado a una tendencia en rápida evolución a utilizar semen Holstein sexado, semen Holstein convencional y semen de bovino de carne convencional para inseminar hembras Holstein en los Estados Unidos», decía Fricke.

Mejorar la fertilidad con semen sexado

Dado el importante papel del semen sexado para ayudar a los productores lecheros a “dimensionar correctamente” sus hatos y capitalizar la mejor genética del rebaño, Fricke centró su presentación en estrategias de manejo para mejorar la fertilidad del semen sexado en novillas no lactantes y vacas lecheras lactantes.

Fricke explicó que las novillas no responden favorablemente a los protocolos de sincronización basados ​​únicamente en GnRH y PGF2α, como Ovsynch. La “clave” es incluir un inserto de progesterona intravaginal controlado (CIDR) durante el protocolo. Esta práctica evita que las novillas muestren estro hasta que se retira el inserto CIDR, lo que aumenta la sincronía con el protocolo.

La DCRC recomienda el protocolo CIDR-Synch de 5 días (https://www.dcrcouncil.org/protocols) para novillas lecheras. Fricke observó que del 27% al 33% de las novillas presentan estro >24 horas antes de la IAT programada con el protocolo CIDR-Synch de 5 días. «Esto hace que la detección del estro durante el protocolo CIDR-Synch de 5 días sea un requisito para lograr tasas de concepción aceptables», comentó.

Lauber et al. (2021) condujeron una prueba de campo para comparar programas de manejo reproductivo para el envío de novillas Holstein a su primera inseminación con semen sexado. Los investigadores evaluaron:

  • CIDR5 (sincronización CIDR de 5 días)
  • CIDR6 (sincronización CIDR de 6 días)
  • EDAI (la PGF2α en el día 0 fue seguida por una detección de estro una vez al día [detección visual de la eliminación de tiza de la cola y otros signos] e IA)

El equipo de investigación concluyó que, aunque retrasar el retiro del dispositivo CIDR 24 horas en un protocolo CIDR-Synch de cinco días suprimió la expresión temprana del estro antes de la IAT, retrasar la eliminación del CIDR 24 horas tendía a disminuir la preñez por inseminación artificial (P/IA) en novillas inseminadas con semen sexado.

Además, el sometimiento de las novillas a un protocolo CIDR-Synch de cinco días para la primera IA tendió a aumentar el P/IA y a disminuir el costo por preñez en comparación con las novillas EDAI. Fricke explicó que la disminución del costo por embarazo se debió a la disminución de los días de alimentación. Además, esta disminución del costo cubrió con creces el costo del protocolo CIDR-Synch de 5 días y resultó en una disminución general de $17 en el costo por preñez, en comparación con las novillas inseminadas al estro, después del tratamiento con prostaglandinas.

Momento de la IA: semen sexado versus semen convencional

¿El momento óptimo de IA es diferente para el semen sexado en comparación con el semen convencional? Parece que la respuesta es «sí».

Bombardelli et al. (2016) evaluaron el uso de semen sexado en vacas lactantes con un sistema de monitoreo de actividad en vacas Jersey a IAT en función del aumento de actividad. En general, la P/IA usando semen sexado fue mayor para las vacas Jersey inseminadas entre 23 y 41 horas después del inicio de la actividad, lo cual es más tarde que el momento óptimo para el semen convencional de cuatro a 12 horas (sistema radiotelemétrico) después del inicio de la actividad de pie. (Dransfield et al., 1998) u ocho a 16 horas (sistema de monitoreo de actividad) después del inicio de la actividad (Stevenson et al., 2014).

«La inseminación posterior de vacas de alta producción utilizando semen sexado puede ser óptima para las vacas inseminadas en celo», dijo Fricke. Esto se debe a que la ovulación ocurre más tarde en relación con el inicio del estro en vacas de alta producción a medida que aumenta la producción de leche cerca del momento del estro.

Programa de fertilidad: sincronización óptima de la IA con semen sexado

¿Cuál es el momento óptimo de la IA utilizando semen sexado cuando el intervalo entre el momento de la IA y la ovulación se controla mediante un programa de fertilidad en el primer servicio? Para abordar esta cuestión, Lauber et al. (2020) sometieron a vacas primíparas a un protocolo Doble-Ovsynch para el primer servicio que incluía un segundo tratamiento con PGF2α 24 horas después del primero en la parte del protocolo de reproducción-Ovsynch como lo describen Brusveen et al. (2009).

El último tratamiento con GnRH (G2) varió entre tratamientos y IAT. Para variar el intervalo entre G2 y TAI, las vacas fueron asignadas al azar a dos tratamientos para recibir G2 16 (G2-16) o 24 (G2-24) horas antes de TAI, que se fijó en 48 horas después del segundo tratamiento con PGF2α del programa de reproducción. -Porción Ovsynch del protocolo Double-Ovsynch.

El equipo de investigación encontró que las vacas G2-24 tenían menos P/AI que las vacas G2-16 a los 34 ± 3 días (44% vs. 50%) y 80 ± 17 días (41% vs. 48%) después de la IAT. La pérdida de preñeces y la proporción de sexos fetales no difirieron entre los tratamientos. La inducción de la ovulación más temprana en relación con el IAT después de un protocolo Doble-Ovsynch disminuyó la P/AI en vacas Holstein primíparas, mientras que la pérdida de preñez y la proporción de fetos femeninos no difirieron entre los tratamientos.

Estrategia de inseminación de primer servicio

En un estudio de campo, Lauber et al. (2022) incluyeron 742 vacas Jersey en lactancia, que fueron asignadas al azar según el número de etiqueta auricular y dentro del paridad para su presentación, ya sea al primer servicio después de un protocolo Double-Ovsynch (DO) o a un protocolo para la sincronización del estro con detección del estro dos veces al día (EDAI) utilizando semen Jersey sexado.

¿Los resultados? La media de días desde PGF2α (día 24) hasta IA fue mayor para las vacas EDAI que para las DO, mientras que la proporción de vacas inseminadas fue mayor para las vacas DO que para las EDAI (100% vs. 75%). “Así, el 75% de las vacas en el tratamiento EDAI fueron detectadas en estro e inseminadas, mientras que el 25% de las vacas no fueron detectadas en estro y fueron sometidas a IAT después de un protocolo Ovsynch para el primer servicio”, informó Fricke.

En pocas palabras: este estudio encontró que las vacas Jersey lactantes sometidas a un protocolo DO para IAT en el primer servicio tenían más P/AI para semen sexado y de carne que las vacas inseminadas después de la sincronización del estro.

 

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