Noticias Internacionales

Recomendaciones para una buena crianza de terneros

Publicado

en

(509 lecturas vistas)

COMPARTIR

La crianza de los terneros es un punto problemático en las lecherías. Lento crecimiento, enfermedades y muertes son frecuentes en muchas empresas. Así se complica, sobre todo, la reposición de hembras del rodeo. La situación se puede mejorar con un buen manejo de las instalaciones y de alimentación, aspectos que fueron considerados por el especialista Carlos Catracchia.

Luego de paridas, la vacas del tambo comienzan su lactancia y las crías enfrentan el desafío de sobrevivir y crecer separadas de sus madres. Una vez que el ternero nació y tomó calostro, hay que proporcionar las condiciones para su desarrollo, con instalaciones adecuadas, un programa de alimentación para las distintas etapas de la crianza y correcta sanidad. “Luego de nacido, el ternero debe desarrollar a una tasa tal que permite la expresión de todo su potencial genético”, recomendó Catracchia.

Cualquiera sea el sistema de crianza empleado -a galpón, en boxes individuales, en estacas al aire libre, etc.- el manejo debe minimizar los riesgos de mortandad. Genéricamente los sistemas se clasifican en:

  • Crianza colectiva: se arman grupos reducidos de animales que reciben alimentación en baldes o mamaderas en bretes a la par o espina de pescado (por ejemplo de menos de 12).
  • Crianza individual: puede ser en boxes o jaulas bajo galpón o a la intemperie y procura evitar el contacto entre terneros y el contagio de enfermedades.

Instalaciones

“La elección de un sistema u otro depende del tamaño del rodeo, de las instalaciones disponibles y de la inversión que quiera realizar el empresario”, distinguió el orador. Más allá de esas diferencias, cualquier sistema debe tener instalaciones con tres características:

  • Separación de áreas: se debe diferenciar muy bien el área de alimentación del área de descanso de los terneros. Los planos no se deben compartir armando camas para el descanso dónde están los comederos y bebederos.
  • Protección del frío y del viento: los terneros necesitan reparo, sobre todo del viento frío. Sufren mucho la pérdida de temperatura cuando hay viento. “Los terneros se llevan muy mal con las corrientes de aire; por eso, los galpones de crianza que funcionan bien son los que controlan el flujo de aire en el interior. No debería haber corrientes en el primer metro del piso hacia arriba”, aconsejó Catracchia.
  • Ventilación: sobre todo en las instalaciones bajo techo se requiere circulación de aire para evitar la concentración de amoníaco.

En los sistemas de crianza individual con boxes bajo techo se debe respetar la separación de áreas: en un extremo debe estar el comedero y el bebedero separado todo lo posible de la zona de cama. Además, tiene que preverse la ventilación y que las aberturas puedan cerrarse completamente en invierno, por lo menos hasta el primer metro de altura, para que los terneros no sufran el frío y desarrollen enfermedades.

En los sistemas colectivos también se requiere un área de descanso separada del área de alimentación, con muy buen reparo y ventilación.

Una buena cama de descanso es aquella que permite que el ternero esté en un ambiente limpio, seco y con la menor carga de bacterias posible, sin corrientes de aire. “Si los terneros pasan varias horas echados significa que la cama está funcionando bien”, ilustró Catracchia.

Foto. La crianza individual puede ser en boxes o jaulas bajo galpón o a la intemperie; esta procura evitar el contacto entre terneros y el contagio de enfermedades


Programa de alimentación

Una vez que el ternero se ubica en el mejor ambiente posible, debe ser sujeto de un muy buen programa de alimentación para su desarrollo. La primera premisa para una buena nutrición es establecer la época de primer entore. Es decir, determinar a qué edad se va a dar servicio a las hembras que se crían en la guachera. Definido eso, se pueden establecer las metas de peso a los 60 días, a los 180 días y al preservicio. Por ejemplo, se puede aspirar a una ganancia de 800 gramos por día durante la crianza.

Como criterios generales, Catracchia dijo que “las terneras se deben deslechar con el doble del peso de nacimiento” y consumiendo “no menos del 3% de su peso vivo como alimento balanceado”. A su vez, para un rodeo Holando Argentino, el primer servicio de vaquillonas puede ser a los 13 meses, con los animales llegando al 55% de su peso adulto, para parir con el 85% del mismo.

El especialista recomendó armar un programa de alimentación que gradualmente vaya transformando el aparato digestivo del ternero al nacer, que funciona como un monogástrico consumiendo leche, hacia una condición de rumiante, con varios estómagos, capaz de digerir alimentos sólidos.

En términos de alimentación, la guachera tiene tres periodos:

  • Cuatro semanas de animales lactantes
  • Cuatro semanas en las que hay que pasarlos de lactantes a rumiantes
  • Cuatro semanas en las que ya son rumiantes, en la que solo consumen alimentos sólidos

En las primeras cuatro semanas, el ternero debe recibir grandes cantidades de leche que le aporten defensas y permitan el máximo crecimiento posible. A partir de la quinta semana se puede empezar a programar un desleche progresivo.

En ese momento se busca que el ternero consuma suficiente cantidad de alimento sólido como para desarrollar el rumen y llegar a la octava semana con un consumo de alimento del 3% del peso vivo. En la semana novena ya debe poder consumir solo alimento sólido, que le permita alcanzar alto ritmo de crecimiento.

Los terneros deben recibir suficiente agua limpia, leche y alimento iniciador desde el primer día. “Habitualmente, los terneros chicos toman poca agua -por ejemplo 100 mililitros por día-, pero esa pequeña cantidad la necesitan para acompañar el consumo de alimentos. Al tomar la leche, inmediatamente no consume alimento sólido, sino que va buscar agua antes”, explicó Catracchia. El agua debe darse 20 minutos después del suministro de la leche.

Foto. En una crianza colectiva, se arman grupos reducidos de animales que reciben alimentación en baldes o mamaderas en bretes a la par o espina de pescado (por ejemplo de menos de 12)


Durante los primeros días de vida de los terneros, hay varias premisas por respetar en la rutina de alimentación:

  • Tomar leche sí o sí. En los primeros tres días, la prioridad es que los terneros tomen la leche. “Si un ternero recién nacido pasa 12 horas sin tomar leche, entra en un proceso de acidosis y no puede regular la degradación de la grasa corporal y se torna susceptible de enfermedades. Si un ternero no quiere tomar leche, no debería ser sujeto de maltrato, metiendo la cabeza dentro de un balde; si no aprenden espontáneamente, habrá que dar la leche con tetina”, aconsejó.
  • Consistencia en el suministro. “A los terneros les gusta recibir siempre lo mismo: la misma temperatura de la leche, con la misma concentración de sólidos, libre de microbios y al mismo horario”, indicó el técnico.

En lo referido a calidad de la leche, es conveniente medir tres parámetros: sólidos totales, lactosa y coliformes. Los sólidos se pueden medir todos los días con un refractómetro, para monitorear su porcentaje, sobre todo si se da sustituto en vez de leche. También hay que tener en cuenta la concentración de lactosa. No debe superar los umbrales recomendados para no provocar diarrea; debería medirse una vez por semana. Asimismo, es importante controlar la concentración de coliformes, los microbios que producen diarrea en los terneros, que puede variar significativamente de semana a semana.

Entonces, la concentración de sólidos, lactosa y coliformes condiciona la salud de los terneros, porque valores anormales pueden generar diarrea. “Si en un lote de terneros aparece diarrea, habrá que tomar muestras de materia fecal, pero también poner la atención en la calidad de la leche”, resumió Catracchia.

En el terreno práctico, las etapas de la crianza exigen un programa de alimentación. Un ejemplo puede ser, en la primera semana, 2 litros de leche a la mañana y 2 a la tarde. En la segunda semana, se pueden suministrar 5 litros (2,5 y 2,5) y luego 4 a la mañana y 4 a la tarde, bajando el aporte a partir de la semana 6, para que el ternero consuma alimento sólido.

“No se deberían deslechar terneros por tamaño sino por consumo de alimento. Si no consume 3% de su peso vivo, el animal va a sufrir mucho en el momento en que se libere a la recría”, advirtió el veterinario.

Para el desleche insistió con dos reglas: “que haya duplicado el peso al nacer y que consuma el 3% del peso vivo van a determinar que pueda pasar a la etapa de recría en forma exitosa”. Todo combinado con un correcto plan sanitario.

Finalmente, Catracchia dijo que el programa de alimentación tiene que considerar el ambiente. “El ambiente no siempre juega a favor. En las primeras tres semanas de vida, un ternero, sometido a una temperatura ambiente de 5°C necesita mucho más alimento, sobre todo energía, para regular su temperatura, que si está en un ambiente de 20°C”, alertó.

Cuando crece los requerimientos van disminuyendo porque el animal gana capacidad de termorregular su temperatura. Estas diferencias “obligan a diferentes programas de alimentación en invierno y en verano, o a galpón o al aire libre”, concluyó.

Leer más
Click para comentar

Deja un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Noticias Internacionales

Colombia trabaja para declarar región como «Libre de Fiebre Aftosa sin vacunación»

Publicado

en

COMPARTIR

Leer más

Noticias Internacionales

Desarrollan vacuna contra el virus de la fiebre aftosa con tecnología innovadora

Publicado

en

COMPARTIR

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Argentina (INTA), el National Research Council de Canadá (NRCC) y Bioinnovo –empresa de base tecnológica conformada por el INTA y Vetanco SA– trabajan con la primera vacuna contra el virus de la fiebre aftosa que no utiliza material infectivo en su proceso de manufactura. Se trata de un hito de relevancia mundial.

La fiebre aftosa es la primera barrera en la comercialización internacional de productos agropecuarios. Los brotes de la enfermedad tienen un gran impacto económico y social a nivel global. Se estima que en las regiones endémicas las pérdidas anuales asociadas a esta enfermedad son de entre 8,4 y 27,3 billones de dólares.

Recientemente se reportaron brotes en animales salvajes en Alemania y en bovinos en Israel, que confirman los riesgos e importancia de contar con estrategias preventivas para esta enfermedad. Para prevenirla existen vacunas efectivas que emplean material infectivo en el proceso de producción. Muchos países deciden no tener plantas productivas de la vacuna dentro de sus territorios o prohíben trabajar con cepas diferentes a las de circulación regional, restringiendo la producción al mercado local.

Por esto, Bioinnovo –empresa de base orientada a la salud animal con más de diez años de trayectoria formada entre el INTA y Vetanco S.A.– es decir, “se puede producir en instalaciones convencionales utilizando los mismos equipos y tecnologías que los ya empleados en la fabricación de cualquier vacuna que utilice células de mamíferos en su proceso productivo”, explicó Andrés Wigdorovitz, director de INCUINTA y Bioinnovo.

“Se trata de una solución segura, eficaz y con perspectivas de posicionarse como una alternativa superadora en cuanto a requerimientos de seguridad y versatilidad”, aseguró Wigdorovitz. “Es la primera vacuna contra la fiebre aftosa en células de mamífero en no utilizar material infectivo en ninguna etapa del proceso productivo”, agregó, y destacó que “el proyecto de una vacuna recombinante para el tratamiento de la fiebre aftosa comenzó hace más de diez años en el Instituto de Virología y fue protegida por una patente a fines del año 2022”.

Por su parte, Marianela Dalghi, investigadora en Bioinnovo y responsable actual de liderar el proyecto, indicó: “Su fórmula basada en cápsides vacías recombinantes (o VLPs, del inglés Virus-Like Particles) hace que no sean necesarios procesos exhaustivos de purificación para eliminar proteínas no estructurales del virus y permite fácilmente discriminar animales infectados de vacunados (DIVA)”.

En ese sentido, al no utilizar virus infectivo en ninguna de las etapas de producción, “la fabricación de nuestra vacuna no está sujeta a las limitaciones nacionales e internacionales de manejo de cepas virales”, subrayó Dalghi. Además, destacó que “ofrece gran potencial para diversificar los portfolios vacunales, alcanzar nuevos mercados, expandir los bancos de antígeno, potenciar la capacidad de respuesta ante emergencias sanitarias en el país y agilizar el desarrollo de vacunas contra cepas virales emergentes”.

En los últimos dos años de trabajo, Bioinnovo logró validar la tecnología desarrollada a escala preindustrial, y avanzar en la elaboración de la documentación necesaria para su registro.

Se está trabajando, en esta etapa, en la búsqueda de un socio internacional. “Este trabajo se está realizando en forma articulada con Cancillería de la Nación de forma muy alentadora, para llevar la tecnología a la etapa de lanzamiento comercial dentro de 2 a 4 años, y con un producto que sea innovador, seguro y tan eficaz como las mejores vacunas disponibles actualmente”. subrayó Wigdorovitz

Por su parte, Jorge Winokur, presidente de Bioinnovo y Vetanco, declaró: “Desde Bioinnovo y su socio comercial Vetanco seguimos invirtiendo en plataformas de vacunas bioseguras para abastecer al mundo en el control de brotes de variantes exóticas”.

Esta política de manipulación segura de materiales va acompañada de los productos de la plataforma Biotech para inmunidad de las mucosas y la línea Vedevax de vacunas dirigidas. Y añadió: “Estamos orgullosos de contar con un equipo comprometido de investigadores, innovadores y técnicos”.

Nueva tecnología

La metodología actual que se empleó para producir nuestra vacuna recombinante se basa en el crecimiento en un biorreactor de las células de mamífero CHOBRI TM que contienen la información para producir de manera inducible VLPs del virus de la fiebre aftosa.

La estrategia de optimización de la producción inducible de VLPs que se desarrolló ha sido patentada por el INTA en conjunto con el NRCC.

Los biorreactores que se utilizan son los mismos que se usan en la producción de vacunas antiaftosa para replicar a las partículas virales infectivas en células de mamífero BHK-21. Luego de que las células alcanzan una masa crítica de crecimiento, se induce la expresión de las VLPs utilizando cumato, un compuesto químico que no es tóxico y es ampliamente accesible.

Después del período de inducción, se colectan las células y se lisan, y posteriormente se somete al lisado celular a procesos de purificación. Finalmente, se adicionan adyuvantes y excipientes de modo de obtener la formulación final, a la cual se le realizan los más estrictos controles de calidad.

Premio a la solución innovadora

Entre más de 1.500 postulantes, el proyecto desarrollado en conjunto por el Consejo Nacional de Investigación de Canadá (NRCC) y el INTA, actualmente liderado y financiado por Bioinnovo, ganó la 15° edición (2024) del Concurso de Soluciones Innovadoras Banco Nación, organizado por la Fundación Empretec.

Este premio destacó la vacuna innovadora para prevenir la fiebre aftosa que utiliza cápsides vacías y genes recombinantes sintéticos, eliminando la necesidad de material infeccioso.

Este premio no sólo reconoció un avance científico-tecnológico sino también el esfuerzo de trabajo en equipo y compromiso para crear soluciones con impacto positivo a nivel mundial.

Leer más

Noticias Internacionales

Congreso Mundial Brown Swiss 2025: ¿Qué conferencistas internacionales se darán cita?

Publicado

en

COMPARTIR

Leer más

Tendencia