Un importante paso están dando los principales productores de ovinos de la provincia chilena de Ñuble con el fin de posicionar la producción local de este tipo de ganado a nivel nacional, en torno a lo cual 15 productores se han unido en un Proyecto de Fomento para crear la empresa “Corderos Chillán”, próxima a hacer su lanzamiento oficial. Con el co-financiamiento de Corfo, esta empresa busca agregar valor a la producción de cordero.
La iniciativa será co-financiada por Corfo a través de la Corporación de Desarrollo Social del sector rural (Codesser) durante los cinco años que dura el proyecto, período durante el cual, con el proceso de las asesorías técnicas y profesionales de la entidad gubernamental, la empresa debería quedar habilitada para continuar por sus medios y así lograr el posicionamiento del cordero local a nivel nacional e internacional.
Esto, porque uno de los principales objetivos de esta idea, junto con aumentar la producción en la zona y validarla, es ampliar el mercado de consumo interno y, al mismo tiempo, lograr la exportación de esta carne agregándole valor a través de algunas opciones nuevas que pretenden proponer estos empresarios locales.
Así lo reconoce uno de los precursores de este proyecto, Felipe Navarrete, quien pasará a formar parte de la gerencia de esta empresa que actualmente reúne esencialmente a productores ganaderos de las comunas de El Carmen, San Ignacio, Chillán, San Carlos, San Nicolás, Pinto, Ñiquén y Coihueco con un total aproximado de 2.800 vientres, cantidad que irían aumentando año a año.
Según comenta el empresario, “nuestro principal objetivo es darle un valor agregado a nuestro producto. Aquí en la región la principal cadena de comercialización es el campo, la gente que trabaja con este tipo de ganado, generalmente tiene poco volumen y, por tanto, la venta es en el campo o a través de ferias ganaderas”.
En este sentido, “estos socios están descartando de plano la comercialización en el campo, porque lo que quieren es profesionalizar la producción y en eso la asociatividad es fundamental para negociar con una planta faenadora u otros canales de comercialización más masivos”, agregó Navarrete.
En este sentido, el proyecto contempla contar al tercer año de existencia con una planta propia de desposte. “Esto significa que nosotros paguemos el servicio de faena de nuestros corderos, los retiremos y los llevemos a nuestra sala de desposte con la intención de generar cortes comercialmente más costosos”, señaló el empresario.
Asimismo, otra forma de agregar valor a esta carne es buscando generar algunos subproductos como, por ejemplo, el salame de cordero o el jamón de cordero. Es decir, la idea es poder procesar la carne y transformarla en un producto llamativo por su presentación y novedoso a la vez.
El Horizonte Máximo
Uno de los fines más importantes para estos productores es alcanzar el nivel de exportadores de carne ovina, para lo cual, parte de la inversión en donde Corfo está aportando un 70% del monto total, está destinada a la llamada certificación Pabco, un programa impulsado por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) que, una vez conseguido, garantiza que la producción de un plantel de ganado cumple con los estándares internacionales, permitiendo su exportación a la Comunidad Europea.
“Nosotros tenemos la ventaja de que el cordero es limpio en su producción. Por tanto, no tenemos dificultad en eso y ya tenemos alrededor de seis productores certificados (…) la idea es que de aquí a dos años esté todo listo para exportar”, enfatizó Navarrete.
Para lograr esto, la primera parte de la inversión, además, está siendo diluida en asesorías para el manejo productivo y mejoramiento de praderas, capacitación de los trabajadores -que en total debieran ser alrededor de 45 junto a los productores- constitución legal de la empresa e imagen corporativa para salir al mercado, entre las principales.
Si bien, para Navarrete “la oveja siempre fue vista como el hermano feo de la ganadería”, esta zona se caracteriza por ser ovejera, aún muy por debajo de los índices de las principales regiones como Magallanes, no obstante, señala que ahí está el desafío.
“Esta es una apuesta, hay que luchar un poco con la informalidad de la comercialización, con la estacionalidad del producto que se asocia a Fiestas Patrias y Navidad”, señaló, agregando que “hay que luchar contra el bajo consumo de la carne de cordero, pero nosotros apostamos a que hay nuevas preparaciones y formas de consumir la carne de cordero que hoy están en aumento”.