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La Nasa Envió Muestras de Semen Bovino al Espacio

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La misión de la NASA se llamada Micro-11 y comenzó el 1 de abril, cuando la entidad envió esperma humano y de toro congelado a bordo de un cohete Falcon 9 a la Estación Espacial Internacional. La tripulación a bordo descongelará los fluidos, activarán químicamente las muestras, y realizarán una serie de pruebas. Los astronautas utilizarán la grabación de video para rastrear los movimientos de los espermatozoides y luego los enviarán de vuelta a la Tierra para su posterior análisis.

Los experimentos espaciales han probado todo, desde cámaras 4K hasta plantitas en Zero-G, así que ¿por qué no enviar nadadores humanos a la estación espacial internacional (ISS, por sus siglas en inglés) para ver qué sucede cuando flotan en el gran más allá?

NASA

El lunes, la NASA envió esperma congelado de toros y humanos a la ISS para probar qué sucede cuando está expuesto a la antigravedad. Es solo uno de una serie de experimentos científicos, que van desde pruebas biológicas relacionadas con la salud de astronautas hasta estudios sobre hierba y probióticos, dirigidos a la estación espacial a bordo de un cohete SpaceX como parte de una misión llamada Micro-11.

Los miembros de la tripulación descongelarán y activarán químicamente las muestras de esperma para fertilizar un huevo. Luego grabarán los movimientos de los espermatozoides y enviarán datos a la Tierra para un análisis más científico.

«Basado en experimentos previos, parece que la falta de gravedad facilita la movilidad de los espermatozoides», dijo a la revista Inverse Fathi Karouia, investigador de la rama de exobiología del Centro de Investigación Ames de la NASA. «Esto está en línea con otras investigaciones sobre diferentes organismos modelo que han demostrado que las condiciones de microgravedad desencadenan una regeneración celular más rápida.»

La rama de exobiología del Ames Research Center tiene como objetivo «comprender la química prebiótica, y el origen, evolución, distribución y futuro de la vida en el universo». El objetivo principal de dicha investigación es comprender mejor lo que implica la creación de entornos habitables en sistemas planetarios emergentes.

Estudiar el esperma y cómo actúa en el espacio tiene sentido, por supuesto, para las generaciones futuras que no solo planean visitar otros planetas, sino también criar familias en ellos.

«Todavía no sabemos cómo las misiones espaciales de larga duración afectan la salud reproductiva humana y si la infertilidad puede ser un riesgo para los futuros astronautas», dijo la NASA en un comunicado. «Además, una base exitosa en la Luna o en Marte puede requerir colonias de animales y plantas que se autoperpetúen».

Este no es el primer experimento que involucra esperma en el espacio. En 2002, la NASA publicó un artículo titulado Fertilidad flotante que mencionaba al investigador alemán U. Engelmann, que envió muestras de espermatozoides de toros a bordo de un cohete de la Agencia Espacial Europea en 1998. Su equipo descubrió que las células diminutas del esperma parecían moverse mejor en un ambiente de baja gravedad.

Si bien los científicos han logrado criar con éxito ranas, salamandras, erizos de mar, medusas, caracoles e incluso gusanos en el espacio, todavía pasará un tiempo antes de que los humanos comiencen a reproducirse en el espacio, y mucho menos en otro planeta.

Sin embargo, aunque los bebés espaciales no van a suceder pronto, esta última misión Micro-11 es «la primera misión para aplicar métodos analíticos probados para evaluar la fertilidad de los espermatozoides humanos y bovinos en vuelos espaciales», dice Karouia.

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Girolando, la mejor alternativa para la producción lechera en climas cálidos

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Con una producción promedio de 5.000 litros de leche durante 305 días bajo el calor del clima tropical, estas terneras presentan una mayor resistencia y adaptación al entorno, lo que aumenta sus tasas de supervivencia. Estas cualidades las destacan en un país donde la cría de terneras enfrenta tasas de mortalidad de hasta el 25 %. Las terneras Girolando pueden producir en promedio 5.000 litros de leche durante 305 días en climas cálidos. Fotos: Felipe Argoty, magíster en Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia sede Palmira.

En Colombia la producción lechera afronta una crisis marcada por los altos costos tanto de los insumos importados utilizados por la industria como de los alimentos concentrados para el ganado, además de factores como la tendencia al bajo consumo en el mercado y el encarecimiento de las tierras en zonas tradicionales de ganadería, entre otros, situación que ha obligado a los productores a buscar nuevas alternativas que permitan mantener la rentabilidad del negocio y reducir las pérdidas.

Foto. La cría de terneras enfrenta tasas de mortalidad de hasta el 25 %

Cerca del 80 % de la producción de leche proviene de animales con composición genuina en su genética, escenario en el que resaltan las terneras Girolando, una raza que toma y supera lo mejor del cruzamiento entre la productividad de la Holstein y la rusticidad de la Gyr, lo que les permite adaptarse a altas temperaturas, ser más tolerantes a parásitos y poderse pastorear en condiciones adversas, características que las convierten en la mejor opción para climas tropicales como los de Tolima, Valle del Cauca, Magdalena Medio y los Llanos Orientales y la Costa Caribe, en donde han demostrado un rendimiento superior.

En la industria lechera la etapa más crítica es la cría de las terneras, ya que es cuando los animales dependen de una adecuada alimentación y cuidados especiales para asegurar su supervivencia y óptimo desarrollo. Además de ser costosa, esta fase se asocia con altos índices de mortalidad, en particular por problemas de nutrición.

Ante este problema, durante su Maestría en Ciencias Agrarias en la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira, el zootecnista Luis Felipe Argoty López evaluó mediante tres experimentos alternativas para mejorar la rentabilidad durante la cría, con dietas menos costosas pero con el aporte nutricional necesario para evitar problemas de crecimiento y desarrollo, clave en la crianza de reemplazo, cuando preparan a las terneras para que se conviertan en futuras vacas lecheras que renueven el hato y mantengan la productividad del sistema.

Foto. En Colombia cerca del 50 % de la producción de leche proviene de cruces de toros y cebús.

El Estudio

En la investigación se analizó el crecimiento y desarrollo ruminal (ingesta de alimento sólido) de 19 terneras Girolando F1 con edades entre 14 y 22 meses, en el corregimiento de Santa Rosa de Tapias, municipio de Guacarí (Valle del Cauca).

Para el trabajo se hicieron 3 grupos de animales con sendos tratamientos. A los del primer grupo (grupo control) se le suministraron 4 litros de leche al día, repartidas en dos tomas, y concentrado comercial; al segundo, 4 L de leche distribuidos en tres tomas, más consumo de alimento experimental; y al tercer grupo, 4 L de leche distribuidos en tres tomas, más consumo de alimento comercial. A todos los tratamientos se les suministró pasto pangola y agua a voluntad.

Sobre el alimento experimental, el investigador explica que “hicimos ajustes dentro de la proteína, la pusimos un poco más disponible dentro de la dieta de las terneras, usamos soya, maíz, algunos cereales, premezclas, un promotor de crecimiento ruminal y lo que utilizan todos los alimentos concentrados, porque el reto era hacer un concentrado experimental similar en composición al comercial, pero con algunas mejoras”.

Foto. El estudio se realizó con 19 terneras en el corregimiento de Santa Rosa de Tapias (Valle del Cauca)

También recolectó muestras de sangre cada 15 días, para analizar metabolitos como proteína, albúmina, globulinas, calcio, betahidroxibutirato (BHB) y cortisol. Así mismo evaluó parámetros biométricos como edad, peso, circunferencia, altura, ganancia de peso, consumo promedio y conversión alimenticia. Cada variable evaluada se analizó estadísticamente a través de un modelo mixto de medidas repetidas.

Aunque en la ganancia de peso los resultados no arrojaron diferencias significativas entre los tratamientos, entre muestreo sí las hubo y se evidenció que la edad de los animales influye en la concentración de proteínas en la sangre y que el BHB permite conocer indirectamente el desarrollo ruminal.

También se evidenció que “la edad de los animales influye en la concentración de proteínas en la sangre y que el BHB permite conocer indirectamente el desarrollo ruminal”.

Foto. Con la raza Girolando se puede obtener una producción lechera más competitiva y menos dependiente de razas europeas

El investigador destaca que, “este indicador sugiere que las terneras están desarrollando su rumen de forma óptima, lo cual es esencial para una digestión eficiente, y en última instancia para su futura capacidad de producir leche”.

También se registraron bajos niveles de cortisol en la sangre, una hormona que se libera en respuesta al estrés y puede afectar el crecimiento y la salud general del animal. Altos niveles de este indican que las terneras están experimentando estrés, lo que puede influir negativamente en su sistema inmunológico y reducir su capacidad de aprovechar nutrientes, afectando el desarrollo del rumen y la futura producción de leche.

“Si logramos que más productores opten por razas como la Girolando, tendríamos una producción lechera más competitiva y menos dependiente de razas europeas, cuya adaptación a nuestras condiciones es limitada”, anota el magíster.

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