En los últimos tres años obtuvo seis crías de las razas lecheras Brown Swiss y Holstein. De las seis reses, ahora dos se encuentran en estado de gestación, mediante un proceso de inseminación artificial que impulsa el Programa Nacional de Mejoramiento Genético Bovino (PNMGB), implementado por el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap) Ecuador. “Con este programa obtenemos buenos resultados y mejoramos la producción de leche”, dice Rochina, quien especifica que su producción diaria promedio aumentó a nueve litros de leche por vaca.
Este incremento en la productividad permite que la ganadería se posicione en el segundo lugar de los rubros productivos de la provincia de Bolívar, después de los cultivos de maíz y cacao. El procedimiento de reproducción es efectivo en el 65% de los casos Wladimir Morillo, responsable de la Unidad Pecuaria del Magap en Bolívar, indicó que se realizan unas 190 inseminaciones artificiales de ganado al mes en la provincia, beneficiando así directamente a 3.905 productores ganaderos.
“La inseminación artificial es un método de reproducción que mejora la genética de los animales e incrementa su capacidad para producir carne y leche”, dijo el técnico, quien comentó que, cuando el programa de mejoramiento comenzó, algunos productores expresaron cierto nivel de rechazo a la intervención debido a varios mitos tradicionales sobre la inseminación artificial.
Para cambiar esos prejuicios, sin embargo, se realizaron capacitaciones, charlas y socializaciones sobre las ventajas de esta técnica. Entre ellas se puede destacar la prevención de enfermedades reproductivas y el ahorro económico de mantenimiento de un toro.
En promedio esta técnica produce 65 vacas preñadas de cada 100 inseminaciones. Al respecto de ese promedio, Mauricio Chimbo, técnico responsable de la Unidad Móvil Veterinaria del Magap, señaló que entre 2013 y 2016 se reportaron 6.933 inseminaciones, el 65% de las cuales recibió chequeo ginecológico.
Esto permitió que 2.245 vacas en estado de gestación y 876 crías nacidas. Como parte de las labores rutinarias, el PNMGB realiza un diagnóstico para verificar el estado del ganado seleccionado y evaluar su potencial rendimiento. De esta manera, se controla la condición corporal, la sanidad, la nutrición y el manejo de las hembras receptoras de las pajuelas.
Este trabajo es complementado con la presencia de las tres unidades móviles veterinarias, equipadas con un ecógrafo portátil de alta tecnología, que los técnicos utilizan para chequeo ginecológico y diagnóstico de preñez en bovinos. El Estado ecuatoriano ofrece el servicio de manera gratuita Actualmente, la provincia de Bolívar cuenta con 24 núcleos de reproducción -cada uno con un valor aproximado de $ 2.314. Entre otros implementos, un núcleo de inseminación contiene un termo de 20 kilos de nitrógeno para mantener las pajuelas, una pistola universal, un termómetro, catéteres, un par de guantes de látex, un termo para descongelación de pajuelas, un ‘corta pajuelas’, una pinza y camisas sanitarias.
Los técnicos del Magap hacen inseminaciones con pajuelas importadas de las razas lecheras Holstein y Brown Swiss y, desde abril del año en curso utilizan también pajuelas de la raza Jersey. En cambio, en la producción de ganado de carne se emplean las razas Gyr, Angus negro, Angus rojo, Beefmaster, Braford, Brangus negro, Brangus rojo, Charolais, Nelore y Herford.
Las características favorables de las nuevas razas son el tamaño corporal, fertilidad, facilidad de manejo, habilidad materna, calidad y cantidad en la producción lechera, además de un mejor peso, en el momento de la venta en el camal. Morillo acotó que el Estado ecuatoriano financia el costo de cada pajuela ($ 30) y, gracias al servicio gratuito ofrecido del Magap, le ahorra al ganadero el valor de la inseminación que oscila entre $ 60 y $ 80. A su vez, el Programa de Mejoramiento Genético forma promotores en inseminación artificial.
En Bolívar, por ejemplo, 52 ganaderos están capacitados en los procedimientos correctos de inseminación animal. “Las capacitaciones son ventajosas para los comuneros porque se aprende sobre el manejo del termo, la armada de la pistola y la detección de celo”, dijo Carlos Llanos, ganadero de Choropamba, quien destacó que la inseminación de sus vacas no le costó nada y le permitió obtener 15 crías nacidas de las razas adaptadas al subtrópico.
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