Salvo en Nueva Zelanda, en todos los países el valor pagado por litro está por debajo del año pasado. Un experto de la Fauba analiza qué puede pasar en Argentina en los próximos meses.
El precio pagado al productor de leche por el litro crudo en tranquera se redujo 10,3 por ciento a moneda constante en abril, según un informe elaborado por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (Ocla).
El valor bajó de 31,5 centavos de dólar por litro en abril de 2019, a 28,2 centavos en el cuarto mes de este año.
De todos modos, la tendencia en Argentina es la misma que en el resto del mundo afectado por la pandemia de Covid-19: salvo en Nueva Zelanda, en todos los países productores el precio actual está por debajo del del año pasado.
La mayor caída la han sufrido los tamberos brasileños, con una baja del 28,8 por ciento, seguida por el 18,6 por ciento de Estados Unidos. Además de Argentina, siguen en la lista Uruguay (-7%), la Unión Europea más el Reino Unido (-3,7%) y Chile (-2,6%). En cambio, en Nueva Zelanda el precio subió dos por ciento.
Impacto recesivo
En este contexto, el temor que subsiste en la lechería argentina es que la buena producción que se registró en los primeros meses del año, genere excedentes en la próxima primavera que no puedan ser absorbidos por los mercados interno y externo, y eso se traslade a una baja en el precio al productor.
“La reducción del comercio internacional va a impactar en el precio de la leche. La facturación de un tambo moderno depende sobre todo de la producción, más allá de que se puedan obtener ingresos adicionales por hacer agricultura y vender animales para carne. Por eso, si el precio cae, el margen se achica”, señaló José Luis Rossi, profesor de la cátedra de Producción Lechera de la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba), al Servicio de Divulgación Científica de esa casa de altos estudios.
La lechería espera la primavera, pero antes debe pasar el invierno
Para el docente, es probable que el productor ajuste su sistema para hacerlo más eficiente porque sabe que es clave maximizar el retorno por cada peso invertido; pospondrá inversiones y descartará del sistema animales improductivos.
“Los números indican que en marzo se produjeron 794 millones de litros de leche, un 6,5 por ciento más que un año antes. Visto por trimestre, en el primero de 2020, el incremento es del 8,8 por ciento. Seguramente, la producción acumulada durante el primer semestre de este año va a estar por encima de la obtenida el año pasado. Por lo tanto, la primavera puede encontrarnos con una oferta excesiva frente a una contracción de la demanda”, afirmó continuó Rossi.
Sectores
Según su mirada, uno de los problemas es que la pandemia frenó las compras de restaurantes, del canal respostero, de hoteles, de pizzerías y heladerías.
“La caída tal vez sea mayor que la reflejada en las estadísticas disponibles ya que el segmento de la muzzarella es muy informal. Por lo tanto, los stocks y los costos asociados ya deberían estar aumentando. A esto hay que sumar otros aspectos negativos de la crisis como mayores plazos de pago, rotura de la cadena, falta de financiamiento, obligaciones impositivas a cumplir y falta de liquidez”, enumeró.