Un artículo del portal australiano ABC afirmó que el mercado mundial de la carne se enteró de los casos de EEB de Brasil a principios de septiembre, pero desde entonces se ha revelado que las autoridades brasileñas estaban al tanto del brote en junio.
La Asociación Nacional de Ganaderos de Carne de Estados Unidos (NCBA, por sus siglas en inglés) ha pedido al secretario de Agricultura de EE.UU., Tom Vilsack, que detenga de inmediato las importaciones del mayor productor de carne de res en el mundo.
“Es hora de mantener la carne brasileña fuera de este país hasta que el USDA pueda confirmar que Brasil cumple con los mismos estándares de seguridad alimentaria y de consumo que aplicamos a todos nuestros socios comerciales”, declaró Ethan Lane de la NCBA.
La NCBA ha expresado durante un buen tiempo su preocupación por el historial de Brasil de no informar los casos atípicos de EEB de manera oportuna, un patrón que se remonta a 2012.
“Su pobre historial y su falta de transparencia plantean serias dudas sobre la capacidad de Brasil para producir ganado y carne de res con un nivel de seguridad equivalente al de los productores estadounidenses. Si no pueden cumplir con eso, su producto no tiene cabida aquí”, añadió.
Las preocupaciones de grupos como NCBA ahora han sido apoyadas por el senador Tester, que introdujo una legislación para prohibir la compra de la proteína vacuna al país sudamericano.
“Las preocupaciones sobre las importaciones de carne de res brasileña no solo ponen en peligro la confianza del consumidor, sino que presentan un grave riesgo para los productores de Montana”, escribió el senador en su página de Facebook.
¿Cuánto tiempo aceptará Estados Unidos la carne de res que China rechaza?
Cuando los casos de EEB en Brasil se hicieron públicos en septiembre, el gobierno brasileño suspendió las exportaciones a China, su principal cliente. Pero a medida que avanzaban los días, el gigante asiático tomó la decisión de prohibir la entrada de carne de Brasil.
De acuerdo con Reuters, las autoridades aduaneras de China comunicaron apenas el pasado 23 de noviembre que aceptarán los embarques de carne que hayan recibido un certificado sanitario antes del 4 de septiembre, fecha en la que se reportaron los casos de EEB.
Esto podría permitir destrabar los cargamentos detenidos en los puertos chinos, pues cuando se impuso la restricción, los barcos que ya estaban en los puertos locales continuaron el proceso de envío pero buena parte no pudo pasar aduanas a su llegada a China.
Sin embargo, no quedó claro de inmediato cuánto tiempo tomarán tales procedimientos, o cuánto producto se ha quedado atascado en el limbo desde la medida.
Según Simon Quilty, analista de carne de la firma Global AgriTrends citado por ABC, señaló que serían unos 4000 contenedores con alrededor de 110 000 toneladas de carne las que quedaron a la deriva, y algunos de los barcos regresaron a Brasil para buscar nuevos destinos.
Quilty señaló que debido a las restricciones comerciales que enfrenta, la tasa mensual de sacrificio de Brasil ahora ha caído a un mínimo de 17 años, lo que agrega presión a los suministros mundiales de carne de res que ya eran extremadamente ajustados.
“El hecho de que China aún no esté aceptando ningún embarque de carne de Brasil da mucho más crédito a este deseo de que se establezca una prohibición en Norteamérica. Creo que los estadounidenses quieren respuestas a todas las incertidumbres y preguntas que está haciendo China”, agregó.
A su juicio, si EE.UU. prohíbe la carne de res brasileña, tendría enormes ramificaciones para el comercio mundial de carne de res, no tanto porque deje de importar 60 000 t mensuales, sino por el impacto que tendría una prohibición estadounidense en el resto del mundo.
De hecho, Arabia Saudita, Egipto, Indonesia, Irán y Rusia anunciaron la interrupción de las compras habituales de carne bovina del país sudamericano, que junto con China representan el 55 % de las exportaciones de la proteína roja.
“Si el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) dice que no queremos su carne y queremos investigar sus sistemas, creo que veremos que varios otros países del mundo también prohíben la carne de res brasileña”, remató.