Opiniones cruzadas por la decisión de establecer un peso mínimo de faena.
El Gobierno finalmente despejó los rumores sobre la baja en el peso mínimo de faena. Si bien la Mesa de Carnes todavía no pudo reunirse durante 2019, en el Boletín Oficial se oficializó esta medida.
De acuerdo al texto de la normativa, el próximo 15 de abril entrará en vigencia esta normativa solo para hembras. El artículo 3 de la resolución 74/2019 establece sanciones cuando se comercialice hacienda con destino a faena cuyo peso res con hueso sea inferior a 165 kilos en machos y 140 kilos en el caso de hembras.
Tomando como punto de partida un rinde al gancho del 55%, el peso mínimo de faena para hembras quedará en 260 kilos, mientras que en el caso de los machos permanecerá en los 300 kilos.
En el texto de la resolución, desde el Gobierno justifican la medida al entender que “fijar para las hembras un límite de peso de faena inferior al de los machos no afecta la producción global de carnes” y genera una mejora en la rentabilidad.
En el interior de la cadena de ganados y carnes, esta medida divide las opiniones. Por un lado, están quienes creen que el Estado no debe regular la producción y en la vereda opuesta hay actores de la cadena que están a favor de establecer un límite a la hora de faenar.
Así, las opiniones se cruzan y no existe una mirada única en relación a esta cuestión. En una reciente visita a Canal Rural, el presidente del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), Ulises Forte, fue categórico al respecto: “Romper con el peso mínimo de faena es fomentar el ternericidio y darle el certificado de defunción al negocio ganadero”..
El presidente de la Cámara Argentina de Feedlot (CAF) Juan Eiras mostró su total rechazo a esta decisión, al entender que afectará a la producción de carne y que su plazo de implementación es insuficiente para muchos productores.
Visiblemente molesto, apuntó contra la mesa sectorial de esta cadena y cuestionó el rol de uno de sus coordinadores, David Lacroze, al advertir que “le hizo un daño importante a la Mesa de Carnes”. Con un 2019 marcado por los comicios del próximo mes de octubre, el titular de CAF estimó que “es una medida electoralista, de un gran grado de insensatez y nos tiene sorprendidos”.
Desde la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA) entienden que si bien estas medidas responden a una coyuntura puntual, atentan contra el objetivo de producir más kilos para el consumo y la exportación. “Necesariamente, esta medida debería estar acompañada por incentivos para hacer novillos, y que cada productor maneje su ciclo de engorde en función de sus costos y la demanda, sin estos parches parciales”, explicaron desde la entidad.
Como contrapartida, el vicepresidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra), Daniel Urcía, se mostró conforme con la medida. Ante una consulta de este medio, el directivo destacó que “la medida ayudará a que entre más hacienda a los feedlots”. Así, estimó que el nuevo peso para hembra “es un piso para asegurar rendimiento”, y que en seis meses “estaremos produciendo más carne”.