En noviembre de 2012, cuando Cayuga Milk Ingredients Inc. comenzó a construir en esta ciudad una planta de lácteos de US$100 millones, las exportaciones del sector de Estados Unidos estaban en auge y los precios eran altos.
Pero ahora, cuando la planta se prepara para comenzar a producir a su máxima capacidad, las compras que realizan clientes globales clave se están reduciendo y los precios están colapsando. “El contexto podría haber sido mejor”, admite el presidente ejecutivo, Kevin Ellis.
Históricamente, los procesadores de lácteos de EE.UU. se han centrado en el mercado interno, pero muchos han realizado cambios en las últimas décadas, impulsando la producción para ayudar a suministrar alimento para bebé, queso y otros productos a China y otros países con clases medias que se expanden con rapidez. Desde 2012, la capacidad de producción de leche en polvo de EE.UU. ha aumentado 25%, según Tim Hunt, un estratega global de lácteos para el grupo bancario holandés Rabobank.
Ahora, cuando los precios han bajado notoriamente desde los máximos alcanzados el año pasado, las empresas están aprendiendo rápidamente sobre los riesgos de competir globalmente, y trabajan para mejorar su uso de la cobertura y otras herramientas para gestionar el riesgo. También intentan abrir otros mercados para sus productos, desde México hasta Malasia. Los productores tienen pocas opciones: mientras los precios en EE.UU. suelen ser más altos, la demanda ha sido débil.
“No podemos volver” del mercado internacional, dice Ellis. “No hay suficiente gente para consumir (productos lácteos) en este país”. Cayuga, agrega, ha encontrado compradores extranjeros más allá de China, y la firma prevé vender fuera de EE.UU. una parte aún mayor de la producción de la planta de lo que había planeado.
El auge exportador fue impulsado por varios factores. El más importante fue un escándalo en 2008 en China en el que leche contaminada causó la muerte de seis niños y enfermó a otros 300.000, lo que destruyó la fe de los consumidores chinos en su industria láctea.
Para 2014, la participación de mercado de EE.UU. en las exportaciones globales de lácteos había subido a casi 20% desde 7% en 2003, según el Consejo de Exportación de Lácteos de EE.UU. Las exportaciones representan alrededor de 16% de la producción láctea estadounidense, frente a 5,7% en 2003.
La demanda de productos lácteos estadounidenses en otros países también generó un aumento de la inversión en EE.UU., y parte de este crecimiento se concretó recientemente. Dairy Farmers of America Inc., la mayor cooperativa láctea de EE.UU. con US$12.800 millones en ventas en 2013, abrió en abril una de las mayores plantas de leche en polvo del mundo en el estado de Nevada. En noviembre, acordó con la china Inner Mongolia Yili Industrial Group Co. invertir al menos US$70 millones en una planta similar en Kansas.
Otros países también han incrementado la producción. En Europa, las empresas de lácteos están aumentando el suministro previo a la eliminación de cupos para la producción de leche este año. Y en Nueva Zelanda, la producción de leche está recuperándose luego de que productores lácteos tuvieran problemas durante una sequía en 2013 que redujo la actividad.
Sin embargo, el crecimiento de la demanda de importaciones de China se ha reducido conforme ha acumulado un abundante inventario interno. Las exportaciones estadounidenses de leche en polvo descremada a China cayeron 5% a US$165 millones entre enero y octubre de 2014, comparado con un año antes, según la Oficina del Censo de EE.UU. Además, la prohibición a las importaciones de alimentos, incluidos los lácteos, de EE.UU. y Europa a Rusia ha reducido la demanda global.
Desde febrero, los precios de la leche en polvo en Global Dairy Trade, una influyente plataforma de subastas, han bajado más de 50%, aunque mostraron señales de estabilización a comienzos de año.
Las exportaciones de lácteos estadounidenses han tenido un buen desempeño, al subir 9% a un récord de US$6.160 millones entre enero y noviembre de 2014 frente a una década antes, según el Departamento de Agricultura de EE.UU.
De todos modos, “estamos en una etapa en la que tomará más de lo previsto encontrar un destino para el suministro adicional”, dice Gabriel Sevilla, vicepresidente de Proliant Dairy Ingredients, una unidad de Lauridsen Group Inc.
La respuesta de California Dairy Inc. a la volatilidad del mercado ha implicado conformar un grupo de gestión del riesgo interno, que está negociando más contratos de leche en la Bolsa Mercantil de Chicago para ayudar a la empresa a hacer frente a las oscilaciones de precios globales cuando incrementa la cantidad de exportaciones, explica Andrei Mikhalevsky, presidente ejecutivo de la segunda mayor cooperativa de lácteos de EE.UU. California Dairy prevé que los precios globales de la leche se estabilicen para el tercer trimestre conforme se reducen los inventarios globales. “Entonces volveremos a buscar los mercados de exportación”.
Cayuga ya empezó a tener éxito con nuevos importadores, dice Ellis. En 2008, 28 productores de lácteos en el estado de Nueva York comenzaron a recaudar US$100 millones para construir una planta procesadora cercana que originalmente se preveía que produjera sólo para clientes en EE.UU.
Pero el diseño evolucionó con un ojo puesto en el exterior. Para mitigar los temores de los clientes de otros países sobre la seguridad de los alimentos, Ellis aumentó la limpieza en la planta y quitó tres de las 10 superficies de calentamiento que podían alimentar bacterias.
Para cuando comenzaron a construir la fábrica de Cayuga en noviembre de 2012, Ellis pensó que la planta exportaría leche en polvo equivalente a un 27% de la leche que procesaba. Pero ha seguido ganando clientes para exportar. El ejecutivo dice que ahora prevé enviar este año el equivalente de 79% de la producción de la planta, como leche en polvo y productos de proteína concentrada, a países como México y Arabia Saudita. A largo plazo, dice, “hay muchas oportunidades en el mercado global”.