Cuando se producen eventos climáticos de magnitud como fuertes sequías, se altera el normal funcionamiento de una empresa agropecuaria en cualquier parte del mundo. En esos momentos se hace necesario disponer de algunas herramientas que permitan amortiguar o superar estas emergencias.
En esta nota se describirán, brevemente, las características nutricionales de algunos alimentos (granos de cereal, subproductos de agroindustria y fibra) disponibles en nuestro país.
Granos de cereal
La composición nutricional (media) de los diferentes granos varía entre los siguientes rangos: materia seca (MS) 88-90%, proteína bruta (PB) 8-10%, digestibilidad 78-90% y almidón entre 55 al 75%.
Si bien el contenido energético de los distintos granos es variable, siendo de mayor a menor el maíz, sorgo, trigo, trigo y avena. En situaciones de crisis (sequía o inundación), se puede usar cualquiera de ellos, cumpliendo adecuadamente la finalidad para la cual son empleados.
Estos granos se pueden suministrar «enteros», con excepción del sorgo que es necesario molerlo. Siempre se aconseja realizar un adecuado acostumbramiento del rumen, que depende del grano, del consumo, de la categoría y si los animales estaban o no comiendo, previamente, algún tipo de concentrado rico en almidón.
En aquellos casos que se deba suministrar grano «a voluntad» en silos comederos o comederos tradicionales, es necesario hacer tres cosas:
- Que los granos sean suministrados siempre «enteros».
- Que haya un buen acostumbramiento (12 a 15 días), aumentando la cantidad de grano en forma paulatina hasta que dejen grano sin comer. Además, se deben usar durante el acostumbramiento los comederos tradicionales o el suelo debajo de un eléctrico, dependiendo del número de animales.
- Siempre se debe suministrar «fibra» de cualquier origen, rollos, rastrojos o pastos naturales, junto con el grano.
Además, se debe monitorear el estado de las heces (bostas). Cuando aparecen heces «chirlas o diarreas» se deben sacar aquellos animales que tengan la «cola sucia» y se los debe llevar a otro potrero «rico en fibra» (pastos naturales, rastrojos o pasturas), suspendiendo los granos hasta que las bostas vuelvan a ser firmes (normales). En ese momento se los puede llevar nuevamente al corral o directamente darles otro tipo de alimentación.
En general, los afrechos y afrechillos de trigo tienen un nivel proteico (14 y 17%) y energético moderado (2.2 a 2.6 Megacaloría de Energía Metabolizable/kg de MS).
Tiene un alto valor energético (2.6 a 2.8 Mcal EM/kg MS) y de grasa (superior al 4%) y moderados a bajos niveles proteicos (10-12%).
Los niveles de energía son medios a altos (2.5 a 2.8 Mcal EM/kg MS), altos a muy altos en grasas (7.7 a 22.4%) y moderados de proteína (11 al 15%). Para evitar el enranciamiento de las grasas el tratamiento con calor, inmediatamente después del molinado, es muy efectivo. No obstante, siempre se deben tomar algunos cuidados durante su almacenaje.
- Pellet (harina) o expeller (torta) de girasol
El expeller (torta) o pellet (harina) de girasol son dos excelentes suplementos proteicos (22-26 y 30- 34%, respectivamente) y tiene un adecuado nivel de energía (2.5 a 2.7 Mcal EM/kg MS).
- Raicilla o pellet de cebada
Es el mejor alimento balanceado que existe en el mundo. Tiene altos niveles de proteína (22-25%), energía (2.5 a 2.65 Mcal EM/kg MS), minerales, etc.
- Poroto de soja «cruda» y sojilla
Se puede suministrar hasta al 0.3% del peso vivo, sin que haya ningún problema. Tiene altos niveles proteicos (30 a 34%), energéticos (2.5 a 2.7 Mcal EM/kg MS), grasa (18 al 20%) y minerales.
Otros suplementos proteicos
Entre ellos se destacan: el pellet (harina) o expeller (torta) de soja (40-45%), harina de maní (50-52%), semilla de algodón (22-25%), harina de algodón (38-42%), etc.
La proporción de los diferentes concentrados energéticos y/o proteicos debe estar en función de la categoría animal. Lo ideal es consultar a un profesional para balancear la dieta y evitar problemas en la salud de los animales. En todos los casos, se debe agregar fibra «larga» de cualquier calidad (rastrojos de cosecha, henos, silaje o campo natural). Lo importante es que haya, siempre, fibra en la dieta para procesar adecuadamente los diferentes concentrados.