Medidas NAMA permiten una producción más eficiente, al reducir costos y aumentar ingresos. Fincas han reducido más de 228.000 toneladas de dióxido de carbono, representan el 10% del hato nacional y al menos el 17% del área dedicada al pastoreo.
Este 2024 sigue con buenas noticias para el sector ganadero de Costa Rica, luego de que el modelo de «Acciones de Mitigación Nacionalmente Apropiadas» o NAMA Ganadería (NAMAs por su sigla en inglés) alcanzara en todo el país centroamericano, las 2.700 fincas que aplican medidas de adaptación, mitigación y aumento de rentabilidad.
Los ganaderos que avanzan a este tipo de modelo experimentan una producción más eficiente en sus unidades productivas, ya que reducen costos y aumentan sus ingresos; además, reportan una reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero y mejoramiento en la adaptación al cambio climático.
En estas fincas se implementan una serie de medidas, tales como: pastoreo racional, fertirriego de purines y biofertilización, cosecha de agua de lluvia, establecimiento de bancos forrajeros, manejo de registros, mejoramiento de pasturas y ambientes protegidos, entre otras.
“La NAMA Ganadería representa para Costa Rica un gran avance y un modelo a seguir, ya que nos ha permitido una transición hacia sistemas productivos de mayor rentabilidad y adaptados al cambio climático”, señaló Fernando Vargas Pérez, viceministro de Agricultura y Ganadería.
Actualmente, las fincas NAMA han reducido más de 228.000 toneladas de dióxido de carbono, representan el 10% del hato nacional y al menos el 17% del área dedicada al pastoreo.
Además, quienes han aplicado este modelo en sus fincas ganaderas, han aumentado su rentabilidad entre un 11% y 18%, han mejorado la calidad y cantidad de sus pasturas y forrajes, envían entre 1,4 y 1,8 toneladas de carbono por hectárea al suelo y mejoran la captura e infiltración de agua en los suelos.
Según explicó el viceministro Vargas Pérez, los retos siguen siendo complejos y se continuará trabajando por aumentar la cantidad de fincas dentro de este exitoso modelo. “Queremos generar un cambio sustancial en la eco-competitividad y en las cadenas de valor del sector, para ello seguiremos coordinando con instituciones como el INTA, la Cámara de Productores de Leche y la Corporación Ganadera (CORFOGA), cámaras regionales, academia y cooperantes internacionales, quienes han estrechado lazos para alcanzar el éxito de la NAMA Ganadería en nuestro país”, enfatizó.
La proyección para este 2024, con el apoyo de proyectos como IKI Transforma-Innova y Fondo de Adaptación ejecutado por Fundcecooperación para el Desarrollo Sostenible, es brindar a las personas productoras más capacitación en las fincas Escuela (ECA), otorgar fondos no reembolsables y acceso a financiamiento adecuado a las necesidades puntuales de cada persona ganadera.
“Junto con el proceso de trazabilidad y rastreabilidad individual del hato que presentamos recientemente, avanzamos con la meta de acceso a mercados diferenciados aprovechando las ventajas comparativas de la actividad ganadera nacional, la cual es baja en emisiones, libre de deforestación y en pastoreo, con un alto índice de respeto por la biodiversidad y el bienestar animal” concluyó el viceministro.