El empresario chileno de la ciudad de Chillán, Eduardo Migryk junto a su familia, decidió incursionar en la genética bovina Simmental y lo hizo en grande, convirtiéndose la semana pasada en el único criador del país del mapocho con registro genealógico en la Sociedad Nacional de Agricultura de Chile, una de las entidades más antiguas del mundo en la inscripción y certificación de ganado con pedigrí y con gran prestigio a nivel internacional.
Lo que comenzó como una entretención al adquirir un toro fino de la raza señalada en el criadero de Fernando Carmine en Valdivia, como una mascota, a iniciativa de su hija Francisa (que estudia Agronomía), terminó involucrando a toda la familia en un desafío de hacer un aporte a la ganadería de la zona en el sentido de ofrecer genética del primer nivel, con una raza que destaca en la actualidad como mejoradora de otras razas y que ha desplazado a la genética que fue la preferida en la última década, Angus.
El gran aporte de los Simmental es la capacidad de ganar kilos en forma rápida, su buena adaptabilidad a distintos climas, su precocidad, longevidad y el hecho de ser una raza de doble propósito. Carne y leche. Se trata de una raza antigua procedente del Valle de Simme, que se ubica en Berner Oberland, en Suiza.
Luego de “Estero” que fue el primer toro adquirido por el criadero San Ignacio, como fue bautizado el plantel en honor al hijo menor de los Migrik, fueron llegando hembras reproductoras de distintos lugares del país. A dos temporadas de rodaje del criadero se presentaron este año en la exposición de ExpoagroCAR en Bulnes, donde obtuvieron 2 primeros lugares y un segundo, con sus animales. Luego tuvieron una destacada participación en la Feria Internacional de Talca, donde volvieron con el premio al mejor ejemplar de la raza y 5 primeros lugares y un segundo.
El Criadero San Ignacio no es un plantel convencional, ya que comenzó en una parcela de agrado en el kilómetro 7 del camino a Pinto de sólo 5 mil metros. En la actualidad se ha ampliado algunos metros con la adquisición de un terreno aledaño y con arrendamiento de un potrero vecino, pero la intención de su propietario es adquirir un predio con características más apropiadas para un plantel genético y convertirse en un referente nacional e internacional de la raza Simmental.
Inscripción SNA
Moisés Catalán, inspector de los registros genealógicos de la SNA, que tuvo a su cargo la tarea de tatuar a los animales con el número que los distinguirá a nivel internacional, dando cuenta de su calidad genética (que en este caso aún está en evolución para que el criadero sea reconocido de raza 100% pura, lo que requiere del registro de 5 generaciones), señaló que la última inscripción de un criadero de Simmental en la SNA data del año 96 y es un criadero descontinuado, por lo que “San Ignacio”, es el único vigente en ese registro.
Explicó que hay otras cuatro organizaciones que llevan registros de razas bovinas en Chile, Sago, Sofo, Ogana y Asogana, todas del sur, donde está la mayoría de los predios ganaderos.
Catalán destacó la calidad de los animales del nuevo criadero y señaló que la SNA está inscribiendo animales desde 1983, año en que tatuó al primer caballo chileno. Señala que es la segunda entidad de nivel mundial en la continuidad de los registros genealógicos en el mundo.
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