En plena pandemia del coronavirus, COVID-19, la ivermectina, se ha convertido en el medicamento estrella, pero, ¿quién lo crea?.
Seguro que, has escuchado sobre la ivermectina, un medicamento que podría tener en su composición, la cura para detener la pandemia del coronavirus, COVID-19, y la pregunta es ¿quién se verá beneficiado con ello?, es decir, la demanda de este producto podría enriquecer los bolsillos de las farmacéuticas, pero, ¿cuál de todas en el mundo tiene la patente?
¿Cómo se desarrolló la primera ivermectina?
Hace poco te hablamos sobre la historia de la ivermectina, sabemos que, fue un logro del trabajo conjunto de científicos de Japón y Estados Unidos, pero, ¿son los creadores los que aún tiene los derechos de exclusivos de su producción?, pues, aunque, pudieras tener cientos de ideas conspiradoras, y te pueda parecer difícil de creer, la patente de este magnífico medicamento está libre, sí, así es, y ahora, te contaremos cómo pasó.
Luego de que, en 1973, el científico e investigador Satoshi Omura del Instituto Kitasato de Japón, se asociará con los laboratorios Merck Sharp & Dohme (MSD), para encontrar nuevos medicamentos, fue en 1974 cuando encontraron la bacteria Streptomyces avermectinius, con la que se logró desarrollar la ivermectina.
La ivermectina es usada en humanos
Fue en el año de 1975 que, los investigadores ya estaban experimentando con la Streptomyces avermectinius en animales, y fue en 1982 que, finalmente y luego de muchos estudios, se dieron cuenta que, esta bacteria era capaz de matar el parásito Onchocerca volvulus, el cual, es el causante de la oncocercosis o “ceguera del río”; por lo que, el entusiasmo por detener la enfermedad se hizo presenten y se comenzó a estudiar el efecto en humanos.
Fue así como la Organización Mundial de la Salud (OMS) junto a la MSD iniciaron el Programa de Control de la Oncocercosis en África Occidental (OCP) y el Programa Especial para la Investigación y Entrenamiento en Enfermedades Tropicales (TDR) con la finalidad de comprobar si la ivermectina, era capaz de erradicar la oncocercosis.
Los estudios duraron de 1982 a 1986, y los resultados fueron asombrosos, pues, aunque, la ivermectina no podía matar los parásitos Onchocerca volvulus en su estado adulto, puede matar las larvas e incluso, puede prevenir la terrible enfermedad con un tratamiento anticipado que dura varios años, lo que, fue un logro magnífico para la medicina.
¿Quién tiene la patente de la ivermectina?
Y aunque, en esa época era un medicamento experimental, y era propiedad de los institutos que lo habían desarrollado, fue hasta el año de 1987 que, el gobierno de Francia aprobó de forma oficial el uso de la ivermectina, con la finalidad de erradicar la oncocercosis; por lo que, la primera presentación del medicamento salió en tabletas de 6 miligramos bajo la marca Mectizan®.
Luego de esto, el Instituto Kitasato de Japón, renunció a la patente y la MSD, dona grandes cantidades de ivermectina, para que, se pudiera erradicar la “ceguera del río” con el Programa de Control de la Oncocercosis en África Occidental (OCP).
Cabe destacar que, no solo se usó el medicamento en humanos, pues, también, se crearon insecticidas que, fueron rociados en los ríos, donde, las moscas negras tenían sus criaderos, pues, cabe recordar que, son estos insectos los que al infectarse, transmiten los parásitos Onchocerca volvulus a los humanos.
Finalmente, fue un año después, en 1988 que, MSD estableció el Programa de Donación de Mectizan®, con el cual, los gastos de transporte y producción corrieron por parte suya, donando así enormes cantidades de ivermectina, que hoy en día, continúa vigente con más de 30 años de existencia.
Para dejarlo claro, de acuerdo con lo investigado, actualmente, la ivermectina que, es el principio activo puede ser producido por diferentes laboratorios, en México, la presentación que llega es de la de la empresa farmacéutica Valeant Pharmaceuticals International que la ha nombrado Ivexterm, y mantiene la presentación original de tabletas de 6 miligramos.