Por: M.V. Martha Gabriela Peralta Vidalón. C.M.V.P. 7688
Departamento Técnico Totalvet.
Uno de los objetivos principales de la carrera veterinaria es el velar por la sanidad animal para la obtención de alimentos seguros y de calidad, considerando que la base fundamental para ello es la prevención y tratamiento de enfermedades que pueden afectar directamente la producción animal.
Como parte de los métodos más eficaces para evitar que nuestra producción se vea afectada, debe considerarse el manejo preventivo mediante el uso de vacunas para enfermedades específicas. A pesar que se relaciona la vacunación constantemente con procesos virales altamente contagiosos, la búsqueda de inmunidad para reducir los efectos de enfermedades ocasionadas por parásitos y bacterias es también, de vital importancia.
CLOSTRIDIOSIS
Un ejemplo para tomar medidas…
Dentro de las enfermedades bacterianas que son prioridad para nuestras autoridades sanitarias, por ejemplo, se encuentra la Clostridiosis, debido al gran impacto que causa en la salud animal y las pérdidas económicas ocasionadas a los ganaderos.
Los clostridios son un grupo de bacterias patógenas asociadas al suelo que ocupan un lugar importante en los sistemas de producción, responsables de la muerte súbita bovina ya sea por infecciones o por las toxinas que producen daños internos en el animal, los cuales se presentan manera aguda.
Otra característica importante es que el agente por sí mismo no es el causante de los daños ni de la muerte del animal, sino la acción de sus diferentes tipos de toxinas.
Son de curso rápido y ocurren generalmente en forma de brotes, estos una vez iniciados son prácticamente imposibles de detener, por lo que el enfoque sanitario de estas enfermedades debe apuntar siempre a la prevención de las mismas. (C. Robles; 2008).
El tratamiento se realiza cuando el establecimiento del cuadro de la enfermedad lo permita, con antibióticos como la penicilina y la oxitetraciclina. Estos tratamientos posteriores a la presentación de la enfermedad, son muchas veces ineficaces, debido a la velocidad de evolución de esta enfermedad y principalmente, por el papel que juegan las toxinas en su desarrollo; como se sabe, los antibióticos actúan contra los gérmenes y no contra las toxinas.
Adicionalmente, como las esporas se encuentran en el suelo y tubo digestivo, su control se hace difícil con sólo tomar medidas higiénicas y sanitarias. Ello impone que el control de las Clostridiosis de los rumiantes se base en el empleo de vacunas. (Disney Pino R. 2005).
Es importante tener en cuenta que la utilización de las vacunas y su efecto preventivo positivo, va a estar determinado también, por el correcto uso de las mismas.
Estudios demuestran que para lograr una buena inmunidad de base, se deben aplicar dos dosis de vacuna, separadas por un período, que de acuerdo al tipo de vacuna y tipo de animal puede variar entre 3 y 6 semanas. Esta respuesta inmune demora aproximadamente 2 semanas en proteger a los animales, por lo cual, se deberá prever y tener en cuenta este período antes de realizar manejos que pueden ser desencadenantes de estas afecciones (castración, descole, etc).
La duración de la inmunidad es de aproximadamente 1 año, por lo que se necesitan realizar revacunaciones anuales, hasta por lo menos los 3 años del animal.
VAC-SULES es la línea completa de vacunas para prevenir la clostridiosis y otras enfermedades que se adapta a las necesidades específicas de los ganaderos en las diferentes zonas del país.
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