Organizaciones ganaderas españolas denuncian que los precios de la leche bovina, caprina y ovina se mantienen congelados desde hace 24 años (que no les cubre los costos), de acuerdo a estudios económicos realizados para respaldar su reclamo y no solo quedarse en la subjetividad.
La ‘Alianza por la unidad del campo’, que conforman los sindicatos agro-ganaderos españoles UPA y Coag, denunció ayer que el precio de la leche de vacuno, ovino y caprino se mantiene en valores de hace 24 años. Por ello, aseguró que las explotaciones ganaderas de las provincias de Castilla y León se encuentran en una «situación límite» ya que «no cubren costes», puesto que se han triplicado en las últimas décadas. Ambos sindicatos agrarios consideran «inasumible» esta situación.
Según un estudio realizado por ambas organizaciones agrarias españolas a través de facturas oficiales, el precio percibido por los ganaderos de leche de vacuno en el mes de abril se situó en 0,28 euros/litro, es decir 0,04 céntimos de euro por debajo del precio percibido en el año 1988, hace veinticuatro años.
Pese a todo, los representantes agrarios de ambas organizaciones reconocen que la excepción es la marca Tierra de Sabor y alguna cooperativa que pagan «algo más de precio» en la actualidad por el litro de leche, una circunstancia en la que no están de acuerdo otras organizaciones, como UCCL, que ya retiró el pasado mes de julio su apoyo a la marca autonómica impulsada por Silvia Clemente.
En el caso de la leche de ovino, el precio medio que se pagó en el primer semestre del año a los ganaderos fue de 0,74 euros/litro, un céntimo menos de lo que se pagaba en el año 1988. «Tan sólo en leche de cabra encontramos un ligero incremento del precio debido fundamentalmente a las exportaciones puntuales a otros países de la UE», reconocen desde UPA y Coag.
Cuotas
Así, explican que hay que tener en cuenta que los ganaderos de vacuno de leche tenían una cuota media de 40.000 litros por explotación en el año 1988, «mientras que en la actualidad la cuota media es de 325.000 litros, lo que ha supuesto un fuerte desembolso económico comprando cuota con el fin de dimensionar las explotaciones».
Además, matizan que los ganaderos han tenido que modernizar las explotaciones con infraestructuras y mecanización «muy costosa» y han tenido que sacar las instalaciones fuera del casco urbano para adaptarlas a la normativa europea en cuanto a sanidad y bienestar animal se refiere «con modernísimas instalaciones, alcanzando niveles máximos para garantizar la mejor calidad del producto para los consumidores».
Fuente: Agencias