Noticias Internacionales

Vacas que Darán Leche Naturalmente Descremada

Publicado

en

(1.954 lecturas vistas)

COMPARTIR

Una ciencia como la «Nutrigenómica», que estudia cómo se relacionan los genes con la nutrición, permitiría hacer aportes sustanciales a la calidad de la leche y de la carne.

La Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA) avanza en el estudio de una disciplina que tiene poco desarrollo en la Argentina, pero mucho potencial: la nutrigenómica, que estudia la interacción entre los nutrientes que poseen las dietas de los animales y la expresión génica, y que podría permitir producir leche con un alto valor nutricional y naturalmente descremada, por ejemplo. Los trabajos actuales se concentran en mejorar la calidad de la leche y de la carne en bovinos, porcinos y ovinos, e involucran a otros grupos de investigación sobre biología molecular del país y de EE.UU.

“La nutrigenómica estudia cómo se pueden expresar o silenciar ciertos genes de interés a partir de cambios en la alimentación”, explicó Alejandro Palladino, docente de la cátedra de Nutrición Animal de la FAUBA, quien regresó recientemente de la Universidad de Illinois (Urbana-Champaign), EE.UU, hasta donde viajó para conocer las últimas técnicas utilizadas en ese país y realizar una estancia de investigación de dos meses en el laboratorio de Juan Loor y James Drackley, del departamento de Ciencia Animal de esa institución académica.

En la Universidad de Illinois también lleva adelante sus estudios doctorales en nutrigenómica Sonia Moisá, docente de la cátedra de Porcinos de la FAUBA, bajo la dirección de Loor y en el marco de un proyecto de formación de recursos humanos de la Facultad de Agronomía de la UBA, financiado por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, que desde 2009 impulsa la capacitación de profesionales en aéreas que aún poseen un bajo desarrollo en la institución.

Una de las líneas de trabajo que analizan los investigadores de Illinois son los procesos involucrados en el metabolismo de las vacas lecheras durante el período de transición del preparto al postparto inmediato. Por ejemplo, se estudia el efecto que provocan algunas modificaciones inducidas en la alimentación sobre la performance productiva de los animales. En particular, se evalúan cambios en la expresión de genes asociados con la movilización y la utilización de las grasas como fuente de energía.

“En la FAUBA, en el marco de los proyectos que venimos realizando en el tambo ovino del departamento de Producción Animal, queremos estudiar la interacción entre algunos nutrientes y la síntesis de grasa butirosa en glándula mamaria. Sabemos que a partir de la nutrición podemos alterar la cantidad y la calidad de los ácidos grasos de la leche, y muchos de estos efectos tienen base sobre la expresión de ciertos genes y sobre cómo puede ser modificada. También trabajamos en los cambios inducidos sobre las poblaciones microbianas del rumen, en conjunto con la cátedra de Microbiología”, señaló Palladino.

“Hay mucho por hacer”

Sonia Moisá finalizó recientemente su maestría en Ciencia Animal en la Universidad de Illinois y actualmente realiza allí su doctorado. “Estudio la expresión de genes relacionados con la deposición de grasa intramuscular y el crecimiento del músculo en bovinos de carne que recibieron distintas dietas (diferente nivel de energía y proteína) y manejos (destete precoz y normal)”, apuntó.

“Mi proyecto consiste en realizar biopsias a terneros provenientes de vacas que recibieron distintas dietas durante los 90 últimos días de gestación y luego, en el período de crecimiento de los terneros de estas madres, proporcionar diferentes dietas en cuanto a nivel de energía y proteína para ver cómo se comportan los genes que determinaran la performance carnicera de estos animales de engorde”, explicó desde EE.UU., donde llegó luego de recibirse de ingeniería zootecnista en la Universidad Nacional de Tucumán y especializarse en Gestión de la Cadena de Valor de la Carne Vacuna, en la FAUBA.

A su regreso, Moisá planea iniciar la disciplina en nuestro país. “Estoy muy entusiasmada porque en la Argentina hay mucho por hacer en nutrigenómica. La idea es formar un grupo que realice investigación y docencia en este área en la FAUBA en conjunto con otras facultades e instituciones como el INTA, porque para realizar estas técnicas (como microarrays, qPCR, SAM y QTLs) se necesita contar con equipamiento especifico”.

“La aplicación de prácticas de manejo como el destete precoz, acompañada por una inmediata administración de una dieta alta en almidón, hacen que los genes que producen la activación del proceso de deposición de grasa y crecimiento muscular, se activen tempranamente, permitiendo la terminación del engorde de los animales a una edad más temprana. Los genes que determinan estos procesos podrían presentar mutaciones que podrán ser utilizadas como marcadores genéticos a la hora de realizar la selección de futuros reproductores para carne en nuestros rodeos”, detalló.

Fuente: Agencias

 

Leer más
Click para comentar

Deja un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Noticias Internacionales

Girolando, la mejor alternativa para la producción lechera en climas cálidos

Publicado

en

COMPARTIR

Con una producción promedio de 5.000 litros de leche durante 305 días bajo el calor del clima tropical, estas terneras presentan una mayor resistencia y adaptación al entorno, lo que aumenta sus tasas de supervivencia. Estas cualidades las destacan en un país donde la cría de terneras enfrenta tasas de mortalidad de hasta el 25 %. Las terneras Girolando pueden producir en promedio 5.000 litros de leche durante 305 días en climas cálidos. Fotos: Felipe Argoty, magíster en Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia sede Palmira.

En Colombia la producción lechera afronta una crisis marcada por los altos costos tanto de los insumos importados utilizados por la industria como de los alimentos concentrados para el ganado, además de factores como la tendencia al bajo consumo en el mercado y el encarecimiento de las tierras en zonas tradicionales de ganadería, entre otros, situación que ha obligado a los productores a buscar nuevas alternativas que permitan mantener la rentabilidad del negocio y reducir las pérdidas.

Foto. La cría de terneras enfrenta tasas de mortalidad de hasta el 25 %

Cerca del 80 % de la producción de leche proviene de animales con composición genuina en su genética, escenario en el que resaltan las terneras Girolando, una raza que toma y supera lo mejor del cruzamiento entre la productividad de la Holstein y la rusticidad de la Gyr, lo que les permite adaptarse a altas temperaturas, ser más tolerantes a parásitos y poderse pastorear en condiciones adversas, características que las convierten en la mejor opción para climas tropicales como los de Tolima, Valle del Cauca, Magdalena Medio y los Llanos Orientales y la Costa Caribe, en donde han demostrado un rendimiento superior.

En la industria lechera la etapa más crítica es la cría de las terneras, ya que es cuando los animales dependen de una adecuada alimentación y cuidados especiales para asegurar su supervivencia y óptimo desarrollo. Además de ser costosa, esta fase se asocia con altos índices de mortalidad, en particular por problemas de nutrición.

Ante este problema, durante su Maestría en Ciencias Agrarias en la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira, el zootecnista Luis Felipe Argoty López evaluó mediante tres experimentos alternativas para mejorar la rentabilidad durante la cría, con dietas menos costosas pero con el aporte nutricional necesario para evitar problemas de crecimiento y desarrollo, clave en la crianza de reemplazo, cuando preparan a las terneras para que se conviertan en futuras vacas lecheras que renueven el hato y mantengan la productividad del sistema.

Foto. En Colombia cerca del 50 % de la producción de leche proviene de cruces de toros y cebús.

El Estudio

En la investigación se analizó el crecimiento y desarrollo ruminal (ingesta de alimento sólido) de 19 terneras Girolando F1 con edades entre 14 y 22 meses, en el corregimiento de Santa Rosa de Tapias, municipio de Guacarí (Valle del Cauca).

Para el trabajo se hicieron 3 grupos de animales con sendos tratamientos. A los del primer grupo (grupo control) se le suministraron 4 litros de leche al día, repartidas en dos tomas, y concentrado comercial; al segundo, 4 L de leche distribuidos en tres tomas, más consumo de alimento experimental; y al tercer grupo, 4 L de leche distribuidos en tres tomas, más consumo de alimento comercial. A todos los tratamientos se les suministró pasto pangola y agua a voluntad.

Sobre el alimento experimental, el investigador explica que “hicimos ajustes dentro de la proteína, la pusimos un poco más disponible dentro de la dieta de las terneras, usamos soya, maíz, algunos cereales, premezclas, un promotor de crecimiento ruminal y lo que utilizan todos los alimentos concentrados, porque el reto era hacer un concentrado experimental similar en composición al comercial, pero con algunas mejoras”.

Foto. El estudio se realizó con 19 terneras en el corregimiento de Santa Rosa de Tapias (Valle del Cauca)

También recolectó muestras de sangre cada 15 días, para analizar metabolitos como proteína, albúmina, globulinas, calcio, betahidroxibutirato (BHB) y cortisol. Así mismo evaluó parámetros biométricos como edad, peso, circunferencia, altura, ganancia de peso, consumo promedio y conversión alimenticia. Cada variable evaluada se analizó estadísticamente a través de un modelo mixto de medidas repetidas.

Aunque en la ganancia de peso los resultados no arrojaron diferencias significativas entre los tratamientos, entre muestreo sí las hubo y se evidenció que la edad de los animales influye en la concentración de proteínas en la sangre y que el BHB permite conocer indirectamente el desarrollo ruminal.

También se evidenció que “la edad de los animales influye en la concentración de proteínas en la sangre y que el BHB permite conocer indirectamente el desarrollo ruminal”.

Foto. Con la raza Girolando se puede obtener una producción lechera más competitiva y menos dependiente de razas europeas

El investigador destaca que, “este indicador sugiere que las terneras están desarrollando su rumen de forma óptima, lo cual es esencial para una digestión eficiente, y en última instancia para su futura capacidad de producir leche”.

También se registraron bajos niveles de cortisol en la sangre, una hormona que se libera en respuesta al estrés y puede afectar el crecimiento y la salud general del animal. Altos niveles de este indican que las terneras están experimentando estrés, lo que puede influir negativamente en su sistema inmunológico y reducir su capacidad de aprovechar nutrientes, afectando el desarrollo del rumen y la futura producción de leche.

“Si logramos que más productores opten por razas como la Girolando, tendríamos una producción lechera más competitiva y menos dependiente de razas europeas, cuya adaptación a nuestras condiciones es limitada”, anota el magíster.

Leer más

Noticias Internacionales

Ecuador está listo para iniciar su negocio de exportación de bovinos a Medio Oriente

Publicado

en

COMPARTIR

Leer más

Noticias Internacionales

El Salvador promueve la ganadería sostenible

Publicado

en

COMPARTIR

Leer más

Tendencia