La raza bovina Morucha registra dos variedades que se diferencian por su capa: la variedad Cárdena y la variedad Negra. Originariamente era fundamentalmente Negra, hasta que se «puso de moda» la Cárdena, y la relegó hasta ser considerada actualmente una raza en peligro de extinción, como explica José Manuel Sánchez, veterinario de la Asociación Nacional de Criadores de Ganado de Morucha. El censo oficial confirma un total de 160.000 reproductoras en España, de las que 3.500 son de la variedad Negra.
La Asociación trabaja para fomentar y mejorar la raza, y lo hace a través de varios estudios y proyectos de investigación. El último, el desarrollado en colaboración con la Diputación de Salamanca en el que se ha realizado «por primera vez» en esta raza una transferencia de embriones. Aunque, sin duda, la principal novedad reside en la combinación de dos técnicas: la inseminación y la transferencia que ha dado a un par de casos en los que se ha producido un parto doble de embrión y de inseminación. Es decir, han nacido dos crías de distinto padre y madre. En uno de los casos se trata de dos machos, y en el otro de un macho y una hembra
La reproductora morucha es genéticamente madre de una de las crías y de la otra es simplemente anidadora o ‘madre de alquiler’. En el caso del embrión la hembra gestante actúa como anidadera del embrión, que era de Frisón y Rubio Gallego, y en la inseminación como madre, con semen correspondiente a un morucho del centro de testaje del Censyra de León.
La experiencia, como explica el veterinario de la Asociación, ha consistido en inseminar once reproductoras «previamente sincronizadas», a finales de enero de 2016. A los siete días se les transfirió un embrión. Un ensayo que ha aportado entre los meses de octubre y noviembre once crías viables, seis de transferencia y cinco de inseminación. En los casos citados anteriormente se ha producido un parto doble, aunque no se puede hablar de gemelos, según José Manuel Sánchez, ya que cuentan con «distinta genética».
El estudio se ha llevado a cabo en la Finca Castro-Enríquez de la Diputación de Salamanca, y ofrece ventajas importantes para la Asociación Nacional de Criadores como la obtención de crías de «buena calidad genética» partiendo de madres anidadoras normales, o de crías de la variedad Negra en peligro de extinción sobre madres Cárdenas o cruzadas. En definitiva, permite un elevado número de partos dobles y «no incrementar el intervalo entre partos», ya que tras sincronizar y transferir, «las que no queden preñadas vuelven a salir en celo y las puede cubrir el toro».
Por otra parte, se pueden «transferir embriones provenientes de genéticas avanzadas y sexados». Y es que, como explica Sánchez, los ganaderos buscan hembras para criar en pureza. De esta forma se seleccionarían embriones sexados previamente. Este es precisamente uno de los nuevos proyectos solicitados por la empresa Innovagenomics SL, y que están aún pendientes de resolución.
El objetivo sería «maximizar» la producción de las explotaciones ganaderas de la raza Morucha mediante sexado de semen. También se quiere trabajar en la mejora de la raza mediante la selección asistida por marcadores genéticos de docilidad. Algo que califican desde la Asociación como una «nueva herramienta para el salto productivo».
El reto respecto a la técnica combinada de inseminación y transferencia de embriones es realizar más ensayos para comprobar si se repiten los resultados obtenidos en este estudio. El principal inconveniente, según los ganaderos, es que «no abundan los grupos que realizan transferencia de embriones». Aseguran que si se salva este «escollo» , el proceso es igual que el necesario para una inseminación a tiempo fijo.
La realidad, como apunta el veterinario de la Asociación, es que en esta experiencia «todo ha ido bien», aunque no hay garantías para las siguientes pruebas. El objetivo es lograr unos resultados medios para establecer una estrategia de apoyo a esta raza.
Una raza que tiene en la provincia de Salamanca el mayor censo, que sigue formas de cria extensiva, y contribuye al mantenimiento de la dehesa, como se recoge en el catálogo oficial de razas. Entre sus cualidades destaca su fertilidad, de las más altas de todas las razas cárnicas españolas, y su prolificidad. Su carne es un producto amparado por la IGP ‘Carne de Morucha de Salamanca’. Desde la Asociación también se ha trabajado anteriormente en la obtención de embriones de la raza morucha, contando con las dos variedades.