Un investigador de la Universidad de Nueva Inglaterra en Australia, Ali Shojaeipour, desarrolló un sistema de reconocimiento facial impulsado por inteligencia artificial para ganado que ha demostrado una precisión casi perfecta en las primeras pruebas.
El objetivo es que la tecnología, utilizada para desbloquear teléfonos inteligentes (smartphones) y acelerar procesos de inmigración en los aeropuertos, se convierta en estándar en la industria ganadera.
Para su investigación de doctorado, desarrolló inteligencia artificial que es capaz de identificar bovinos a través de sus patrones de hocico con una precisión superior al 99 %. A su juicio, la tecnología podría reemplazar las chapetas como método no invasivo de identificación.
Antes de él, otras iniciativas del sector privado y de la academia en diferentes lugares del mundo también han creado programas que detectan los rasgos de las vacas. Uno de los más conocidos es la app CattleTracs que fue diseñada por investigadores de la Universidad Estatal de Kansas.
La tecnología utiliza imágenes de la cabeza y la cara para individualizarlo en función de rasgos únicos, que luego se consignan en una base de datos que incluyen el rostro, coordenadas GPS y fecha.
“El ganado no pierde su cara casi nunca y el costo incremental de un sistema como este es realmente cercano a cero”, afirmó KC Olson, profesor y científico de la Universidad Estatal de Kansas, añadiendo que el sistema permitiría hacer cuarentenas en brotes de enfermedades.
Un trabajo incluso anterior es el de Cainthus, una empresa emergente de tecnología agrícola o start-up de Irlanda, cuyos patrocinadores incluyen a la firma estadounidense Cargill. La compañía con sede en Dublín fue fundada por los hermanos David y Ross Hunt en 2016.
Cainthus utiliza innovadoras imágenes predictivas para monitorear la salud y el bienestar del ganado. Además de imágenes del rostro, su software patentado rastrea datos clave como la ingesta de alimentos y agua, detección de celos y patrones de comportamiento.
En noviembre del año pasado se conoció que la firma estaba buscando recaudar USD 51 millones de patrocinadores, pero no dijo hasta dónde había avanzado la recaudación de fondos.
Por último, este año un grupo de investigadores de la Universidad de Wageningen (Países Bajos) utilizó un software de reconocimiento facial para obtener vídeos de alta calidad y evidencia fotográfica de las expresiones emocionales de los animales y comparar con la calidad de la carne.
Según el artículo, la tecnología de reconocimiento facial puede ser de gran ayuda para el control del bienestar animal, para facilitar que los reguladores puedan certificar ese bienestar y también para que los consumidores puedan saber a ciencia cierta que consumen alimentos procedentes de animales con altos estándares de bienestar.