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Se Reúnen delegados de Perú y Colombia para Rehabilitar Exportación de Carne

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La visita realizada en días pasados por inspectores del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) fue gestionada en un esfuerzo conjunto entre las entidades del sector público, Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) y el Fondo de Estabilización de Precios (FEP).

Del 22 al 29 de noviembre de 2020, dos funcionarios del Senasa de Perú estuvieron en Colombia para continuar con el proceso de habilitación de plantas que exportarán carne bovina y porcina al vecino país, luego de que se suspendieran las ventas debido a los brotes de fiebre aftosa.

Los inspectores del gobierno peruano estuvieron acompañados en su recorrido por funcionarios del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y de las autoridades sanitarias.

El recorrido incluyó un predio de crianza de porcinos y la planta de Frigocolanta en Medellín; una subasta ganadera, el frigorífico Red Cárnica y un predio ganadero para exportación en Córdoba; y la finca en Sogamoso (Boyacá) donde se presentó el foco de aftosa en 2018. También conocieron los procedimientos en el aeropuerto El Dorado en Bogotá.

También visitaron el paso fronterizo en Cúcuta, donde se reunieron con el gremio de productores, visitaron el puesto de control fronterizo y control de embarque y un mercado de expendio de carnes, y conocieron la estrategia de Centro Integrado ICA, Invima, Polfa, DIAN (CIIIP).

La visita se hizo posible gracias a los aportes económicos de Fedegán-FEP, el apoyo de Porkcolombia y Procolombia, y la coordinación del presupuesto la realizó el MinAgricultura.

En la logística y acompañamiento, participaron también el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) y el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima). La gerente general del ICA, Deyanira Barrero León, explicó cómo se desarrolló:

“Mostramos las modificaciones al Programa Nacional de Fiebre Aftosa para garantizar el mantenimiento de la condición de libres de fiebre aftosa con vacunación y las acciones desarrolladas para el control y erradicación de los focos, con el fin de abrir nuevamente ese mercado para bovinos y porcinos y sus productos desde Colombia”.

De igual modo, los inspectores pudieron no solo evidenciar la rigurosidad de los controles en los predios de crianza y las plantas de sacrificio, sino el trabajo coordinado a nivel interinstitucional que se viene adelantando en aeropuertos, subastas, expendios de carnes y pasos fronterizos que confirman las medidas que se han tomado en materia de erradicación de aftosa.

De acuerdo con funcionarios cercanos a este encuentro, los delegados peruanos destacaron el “gran trabajo” que vienen adelantando tanto el sector privado como las autoridades sanitarias para garantizar que episodios como el del 2018 no se vuelvan a presentar.

“Seguimos avanzando en las negociaciones con Perú y estamos a la espera de las determinaciones del servicio veterinario de ese país, con el objetivo de volver a conquistar ese mercado”, dijo la gerente del ICA.

Ahora el paso siguiente es la visita para la habilitación de plantas, para así reiniciar cuanto antes las exportaciones de carne bovina y porcina a este mercado.

“Gracias a la recuperación del estatus sanitario como país libre de fiebre aftosa con vacunación, Colombia vuelve a estar en la senda exportadora. Es así como ya recuperamos mercados tan importantes como Rusia, Jordania, Emiratos Árabes, Egipto, Libia, Vietnam y Chile”, culminó Barrera León.

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Los riesgos del queso fresco y recomendaciones para evitar la listeriosis

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La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) recomienda que las personas embarazadas, los adultos de 65 años o mayores y las personas que tienen sistemas inmunitarios debilitados eviten comer todos los quesos tipo fresco. Esta recomendación se  incluye en los materiales educativos actualizados para el consumidor del Programa de Alimentos Humanos de la FDA.

Los quesos tipo fresco son muy propensos a contaminarse con la bacteria (microbio) Listeria, que puede causar una enfermedad llamada listeriosis. Los brotes de listeriosis han estado relacionados en varias ocasiones con personas que consumen quesos tipo fresco. Si bien cualquier persona puede contraer listeriosis, ésta puede ser muy dañina, incluso mortal, para los bebés que aún no nacen o los recién nacidos, los adultos de 65 años o mayores y las personas con sistemas inmunitarios debilitados.

Los quesos tipo fresco se utilizan en muchas preparaciones de alimentos. Estos quesos se pueden encontrar en los principales comercios minoristas, en tiendas latinas o étnicas, en los mercados de agricultores o en alimentos preparados en restaurantes como las quesadillas, nachos, tacos, burritos, sopas, ensaladas, huevos revueltos y otros platos.

Algunos ejemplos de quesos tipo fresco incluyen el queso fresco, el queso blanco y el requesón. Es posible que los vea etiquetados como «queso fresco estilo latino, estilo hispano o estilo mexicano» con banderas de países latinoamericanos o imágenes culturales icónicas.

Los quesos tipo fresco pueden ser propensos a contaminarse con Listeria

Los quesos tipo fresco no pasan por un proceso de maduración considerable, necesitan estar refrigerados y tienen un tiempo de almacenamiento corto.

Estos tipos de quesos pueden proveer un ambiente ideal para el crecimiento de la Listeria, ya que tienen un contenido de humedad alto y son bajos en ácido. A diferencia de muchas bacterias que simplemente sobreviven en ambientes fríos, la Listeria puede prosperar incluso a temperaturas de refrigeración.

La pasteurización, que es un proceso de inocuidad alimentaria en el que se calienta la leche cruda a una temperatura específica durante un periodo determinado, es efectiva para eliminar la Listeria. Sin embargo, los quesos elaborados con leche pasteurizada pueden volver a contaminarse si el entorno de manufactura no es higiénico.

Cómo reconocer la listeriosis y saber si pertenece a un grupo de alto riesgo

Los síntomas de la listeriosis varían según la gravedad de la enfermedad.

En la forma menos grave, los síntomas suelen durar de uno a tres días y pueden incluir fiebre, dolor muscular, náuseas, vómitos y diarrea.

En la forma más grave, la bacteria se propaga fuera de los intestinos. Los síntomas pueden progresar a dolor de cabeza, rigidez del cuello, confusión, pérdida del equilibrio y convulsiones, y en aproximadamente el 20 % de estos casos pueden causar la muerte.

Grupos de alto riesgo

En las personas embarazadas (en inglés), los síntomas pueden ser leves o incluso pasar desapercibidos, pero pueden provocar un aborto espontáneo, un parto prematuro, la muerte fetal o, en algunos casos, la muerte del recién nacido.

En los Estados Unidos, el riesgo de que las personas embarazadas contraigan listeriosis es aproximadamente 10 veces más alto que el de la población general. Como el sistema inmunitario se ve alterado durante el embarazo, para las personas embarazadas es más difícil combatir las infecciones.

El riesgo de contraer listeriosis aumenta cerca de 24 veces más que el de la población general si la persona embarazada es hispana. Esta incidencia más alta puede estar relacionada con el aumento del consumo de alimentos altamente propensos a la contaminación por Listeria, como los quesos tipo fresco.

Los adultos de 65 años o mayores y las personas con sistemas inmunitarios debilitados (en inglés) también tienen más riesgo de desarrollar síntomas graves asociados con la listeriosis.

Si cree que tiene síntomas parecidos a los de la listeriosis, consulte de inmediato con un profesional de atención médica.

Consejos para seleccionar, manipular y preparar quesos tipo fresco de forma segura

Para las personas que tienen alto riesgo de contraer listerioris, la mejor manera de no enfermarse es evitar los alimentos que tienen más riesgo de contaminación por Listeria.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) revisaron brotes y enfermedades pasados relacionados con la Listeria. Los CDC desarrollaron una lista de quesos con más riesgo de contaminación por Listeria que deben evitar aquellas personas con alto riesgo de contraer la enfermedad. La lista, así como las alternativas sugeridas, se pueden encontrar aquí.

Para las personas con más riesgo de contraer listeriosis que eligen seguir comiendo productos de queso tipo fresco, la FDA ofrece los siguientes consejos de inocuidad alimentaria.

Cómo seleccionar quesos tipo fresco

  • Compre solo quesos tipo fresco que: se vendan en envases sellados y sin abrir; tengan una etiqueta clara con el nombre y la información de contacto del fabricante o productor; muestren una fecha límite en la que se debe utilizar el queso (por ejemplo, fecha de vencimiento, «mejor si se usa antes de» o «usar hasta»); tengan identificado claramente en la etiqueta que se elaboraron con leche pasteurizada.
  • Evite comprar quesos tipo fresco que no estén refrigerados o que no se sientan fríos al tacto.
  • Evite comprar quesos tipo fresco si el envase se ve hinchado o abultado, o si el producto parece estar en mal estado de alguna manera.
  • Cómo almacenar y manipular quesos tipo fresco: refrigere lo antes posible los productos recién adquiridos en el envase original sin abrir. Mantenga los quesos a una temperatura igual o inferior a 40 °F (4 °C). Utilice el queso lo antes posible después de la compra. No guarde las sobras. Deseche el queso si estuvo por más de dos horas en la «zona de peligro» de temperatura, entre 40 °F y 140 °F (4 °C y 60 °C). Aquí es cuando las bacterias en los alimentos pueden multiplicarse con rapidez, lo que puede provocar enfermedades transmitidas por los alimentos.

Cómo preparar quesos tipo fresco

  • Lávese las manos con agua tibia y jabón durante al menos 20 segundos antes y después de manipular los quesos.
  • Prepare los quesos que estén en su envase original sin abrir. Evite conservar o comer las sobras.
  • Si es posible, intente cocinar el queso tipo fresco como parte del plato, a una temperatura interna mínima de 165 °F (74 °C).
  • Lave todos los utensilios, las tablas de cortar y otras superficies que estuvieron en contacto con los quesos antes de volver a usarlos para preparar otros alimentos.

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