Especie autóctona es motivo de orgullo por su fina fibra y es alternativa económica para la población altoandina.
La vicuña destaca en el Escudo Nacional como símbolo de la fauna autóctona peruana y motivo de orgullo por poseer una de las fibras más finas del mundo. A continuación, conoce a este camélido silvestre de gran importancia socioeconómica y cultural para la población altoandina de nuestro país desde tiempos ancestrales y que está protegido por la legislación nacional e internacional.
Las vicuñas son los camélidos altoandinos más pequeños en relación a la alpaca, llama y guanaco, dado que tienen una altura de 1.80 metros, una longitud de 80 centímetros y pesan entre 40 y 50 kilos.
Su color característico es beige o marrón claro (de ahí proviene el nombre vicuña) con el lomo blanco en la zona central y las patas, con variaciones que dependen de las zonas geográficas donde habitan. Otros individuos tienen un mechón pectoral largo de color blanco.
Las vicuñas tienen las patas largas y delgadas, terminadas en almohadillas, aptas para caminar sobre varios tipos de superficie, incluso pedregosa. Esta especie vive en el altiplano, a más de 3,200 metros sobre el nivel del mar, con clima frío y seco. Como los otros camélidos es herbívoro y se alimenta de las plantas que crecen en la puna.
Según el último censo de vicuñas, realizado en 2012, existen 208,899 ejemplares en el territorio peruano. Se estima que esa cantidad se haya duplicado en la actualidad y está pendiente un nuevo censo.
Las regiones donde habita la vicuña son Áncash, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huancavelica, Huánuco, Ica, Junín, La Libertad, Lima, Moquegua, Pasco, Puno y Tacna.
Fibra más fina del mundo
La fibra de vicuña está considerada entre las más finas del mundo y mide 15 micrones de diámetro. El pelaje de este camélido es denso, formado por fibras delgadas que crecen muy juntas, con el objetivo de proteger al animal tanto del frío como de la lluvia y el viento.
Día Nacional de la Vicuña
El Poder Ejecutivo, a través de la Resolución Ministerial N° 0458-2017-MINAGRI, estableció el día 15 de noviembre de cada año como Día Nacional de la Vicuña, con el propósito de reconocer su importancia por ser una especie representativa y emblemática del Perú que se encuentra simbolizada en el Escudo Nacional.
La norma también destaca la crianza de vicuña constituye una alternativa socioeconómica para el poblador altoandino, por ser una especie animal de alto valor económico por la finura de su fibra.
La Resolución Ministerial destaca que la vicuña tiene una importancia estratégica por ser el Perú el primer productor mundial de fibra de este camélido. Por su parte, la Ley Nº 26496 prohíbe la comercialización de vicuñas.
Importancia socioeconómica
Asimismo, remarca que la vicuña es una especie importante y relevante sobre otras porque involucra la participación de 331 organizaciones campesinas autorizadas a su manejo, de un total de 635 organizaciones en cuyos territorios habita la vicuña, siendo el Perú un referente internacional de experiencia exitosa de recuperación y conservación del peligro de extinción.
“En ese sentido, es importante revalorar las bondades de este valioso recurso de nuestra fauna silvestre, así como de la práctica ancestral para su manejo y conservación realizada por las organizaciones campesinas y concientizar respecto al potencial de dicho recurso y su protección contra la caza furtiva y el tráfico de su fibra”, subraya la Resolución Ministerial.
El kilo de fibra de vicuña se vende en el mercado internacional a más de 400 euros, equivalente actualmente a más de 1,600 soles. Pero no siempre fue así. Dentro de los esfuerzos por preservar la especie, en 1975 fue incluida en el apéndice I de la Convención sobre el Comercio de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES), con lo que quedó prohibida la comercialización de su fibra. Fue así durante 20 años, hasta que pasó al apéndice II, lo que autoriza la venta de la fibra obtenida de ejemplares vivos.
Conservación
Uno de los primeros esfuerzos del Perú por conservar la vicuña fue la creación, el 18 de mayo de 1967, de la Reserva Nacional Pampa Galeras, ubicada en la provincia de Lucanas, en el departamento de Ayacucho.
Tiene una extensión de 6,500 hectáreas; sin embargo, su zona de influencia se calcula en cerca de 60,000 hectáreas que incluye a diversas comunidades campesinas que contribuyen a la conservación y al aprovechamiento sostenible de este noble auquénido.
El Consejo Nacional de Camélidos Sudamericanos (Conacs) promueve el repoblamiento de vicuñas en comunidades que cumplen con las debidas condiciones según el Reglamento vigente, mediante convenios de mutuo acuerdo en donde se establece la compensación a efectuar a la comunidad que proveerá las vicuñas por la cantidad que se establezca.
Desde del año 1994 se realizan actividades oficiales de captura y esquila o “Chaccu” en idioma quechua, que es una práctica ancestral, en comunidades autorizadas para ello, bajo supervisión y control del Estado. Uno de los más emblemáticos tiene lugar en la Reserva Nacional Pampa Galeras.
Una vicuña se esquila cada dos años y por cada esquila puede producir, en promedio, alrededor de 200 gramos de fibra. Se estima una vida productiva de 12 años para una vicuña, lo que significa 6 esquilas.
Actualmente el Conacs ejecuta el trabajo de supervisión y control oficial de las actividades de aprovechamiento racional de la vicuña, en cuanto a esquila. Se cuenta con un Programa Oficial Anual de Esquila, en el que participan las comunidades debidamente calificadas para ello.
La comercialización de la fibra se efectúa por cuenta propia de las comunidades y algunas de ellas la realizan en forma individual y otras veces en forma asociada, que es la modalidad que se viene promoviendo a fin de generar un mayor poder de negociación y por tanto lograr mejores precios en el mercado textil.
Amenazas
Las amenazas que se ciernen sobre la vicuña son la caza furtiva; la pérdida de su hábitat por el cambio de uso del suelo y la competencia con animales domésticos; enfermedades procedentes del ganado doméstico en parte de su territorio; y los efectos del cambio climático como las sequías y escasez de fuentes de agua.
Por esos motivos, el Decreto Supremo N° 004-2014-MINAGRI declaró a la vicuña como especie amenazada, por lo que su caza, captura, tenencia, transporte o comercialización de individuos y su fibra sin acreditación de su origen legal es un delito. En ese sentido, el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) instó a la ciudadanía a denunciar la ocurrencia de estas situaciones que ponen en peligro la supervivencia de las vicuñas.