Colombia

Reduciendo la Tasa de Mortalidad en Ovinos antes del Destete

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El Centro de Investigación de Desarrollo Tecnológico y Extensión Ovino de la Universidad Nacional de Colombia se construyó con recursos del Gobierno de Bélgica y el apoyo de la Cooperación Universitaria para el Desarrollo de ese país europeo (ARES-CUD).

La muerte de ovinos en Colombia, debido a prácticas sanitarias deficientes, se podría prevenir. Con capacitación a productores de los departamentos de Boyacá y Santander se logra reducir en un 45 % la tasa de mortalidad antes del destete.

Colombia podría tener una producción cercana a los 1,8 millones de ovejas, pero la mortalidad de entre el 25 % y el 30 % no ha permitido superar la cifra de 1,3 millones de animales, distribuidos en todo el territorio nacional, principalmente en La Guajira, donde se encuentran 615.600, es decir el 50 % de los ovinos del país.

Para encontrar las causas de la mortalidad, investigadores de la Universidad Nacional, desde el Centro de Investigación de Desarrollo Tecnológico y Extensión Ovino, en el Centro Agropecuario Marengo (finca de la UN ubicada en la vía Bogotá-Mosquera), determinaron los aspectos sanitarios y reproductivos que afectan la producción.

En el campo sanitario se observaron dos parámetros fundamentales que no permiten el crecimiento adecuado de los rebaños: la elevada mortalidad de los corderos y las infecciones parasitarias.

Jimmy Vargas, profesor del Instituto de Genética de la UN, explica que los investigadores evaluaron las cuatro razas más utilizadas en el país: criolla, romney marsh, corriedale y hampshir, en las que se hizo un seguimiento a los partos en tres periodos, durante los cuales se vigilaron los resultados de las ecografías desde el apareamiento hasta el nacimiento de los corderos.

“Lastimosamente los productores no hacen este monitoreo para asegurar el buen desarrollo de los corderos”, afirma el profesor, quien advierte que esa práctica evitaría la muerte de muchos animales.

El seguimiento del parto es crucial para detallar cuánto se tarda en salir la membrana placentaria, cuánto se demora la mamá en lamer el cordero y olerlo para reconocerlo, cuándo se pone en pie la cría y busca la ubre y cuándo toma calostro (primera leche con alta concentración de proteínas, lípidos y carbohidratos) y sigue a la mamá.

Según el docente, las ovejas están en capacidad de sostener dos crías, pues solo cuentan con dos pezones para alimentarlas. De ahí la importancia de anticiparse al parto para saber qué acciones tomar para ayudar a la hembra y a sus crías.

Capacitación a Productores

Debido a la limitada atención de los rebaños, los investigadores decidieron vincular a 25 productores de los departamentos de Boyacá y los Santanderes, para capacitarlos en buenas prácticas y mostrarles la importancia de vigilar la selección de machos, el apareamiento, la gestación, el parto y los primeros 15 días de vida de los corderos.

Gracias a este monitoreo, los productores han logrado bajar los índices de mortalidad en un 45 % antes del destete.

Así han evitado causas de muerte como la falta de reconocimiento de las madres primerizas, debido a la inexperiencia, la carencia de instinto o el dolor generado durante un parto complicado.

Otra forma de reducir esos índices es ayudando a salir los corderos, después de una hora de trabajo de parto, cuando sea necesario.

También se debe revisar que las madres tengan calostro y que los pezones tengan libres sus conductos para que la leche salga adecuadamente. De forma adicional, se debe contar con un banco para almacenar el alimento.

Es importante que las crías consuman calostro en las primeras cuatro horas de vida, pues, teniendo en cuenta que los ovinos no tienen paso de defensas a través de la placenta, este alimento cumple una función inmunológica y alimenticia.

Otra causa de mortandad asociada a la cría son los partos complicados, pues cuando se rompe el cordón umbilical, deja de pasar sangre, nutrientes y oxígeno, lo cual puede generar la falta de este en diferentes tejidos, entre ellos los del cerebro.

Parásitos Sin Control

El segundo problema fundamental en los procesos sanitarios son los parasitismos. La investigación identificó que los productores aplican tratamientos periódicos con antihelmínticos (medicamento para combatirlos) a todas las ovejas, sin saber si tienen o no parásitos, pues no cuentan con un esquema específico, lo que conlleva resistencia a estos medicamentos.

El tratamiento implica un proceso de selección en el que los parásitos susceptibles al fármaco mueren y así se reduce la población. Sin embargo, si constantemente se aplica el tratamiento, no va a quedar población refugio (grupo de parásitos que nunca ha sido expuesto a un medicamento) y los organismos se volverán resistentes.

Por lo tanto se verificaron los estados reproductivos en los que había problemas parasitarios y se concluyó que el estado fisiológico de la hembra es un parámetro fundamental para decidir esquemas de tratamiento preventivo (a todas las hembras en el último tercio de la gestación) y tácticos (a animales que realmente tienen parásitos).

Con el seguimiento de las hembras se observó que en las no embarazadas hay cargas reducidas de parásitos, debido a que sus requerimientos les permiten ejercer una óptima respuesta inmunológica.

Caso contrario se da con las hembras preñadas y lactantes (su periodo de gestación es de cinco meses), en las que se incrementan los requerimientos nutricionales, lo cual genera un desequilibrio en su respuesta inmunológica.

Como los productores no cuentan con un óptimo control reproductivo y sus animales se alimentan igual, aumenta el riesgo de parásitos en ciertos períodos fisiológicos. Según este esquema, se deben tratar las hembras en el último tercio de gestación y en la lactancia, que son los periodos más apropiados para atacar los parásitos y reducir costos en medicamentos.

Las variaciones de peso exageradas, la pérdida de la condición corporal y la coloración pálida de la mucosa del ojo, que alerta la anemia, son parámetros que también evidencian la existencia de parásitos.

El más importante en los ovinos es el Haemonchus contortus, un nematodo o gusano altamente hematófago, que succiona la sangre del estómago. Otros parásitos son Teladorsagia circumcincta, Trichostrongylus, Coperia, Bunostomum y Trichuris.

Los corderos son otro grupo crítico para la presencia de estos organismos, pues adquieren su competencia inmunológica a los 12 meses de nacidos y según el análisis realizado por la UN, después del día 60, se disparan las cargas, por lo cual se recomienda un tratamiento estratégico entre los 60 y 75 días.

En Colombia se utilizan tres familias de antiparasitarios en los tratamientos: los benzimidazoles, los imidazotiazoles y las ivermectinas. La mínima reducción en las cargas de huevos de parásitos al aplicar tratamientos debe ser del 95 %. Cualquier cifra por debajo de este rango implica resistencia.

La investigación determinó la efectividad de estas medicinas por medio de una prueba de reducción en el recuento de huevos de nematodos en heces. El ensayo se hizo con pruebas coprológicas antes del tratamiento, con los medicamentos y 15 días después de aplicarlos.

Con los benzimidazoles se presentó menor eficacia, pues redujeron solo el 50 % de parásitos; la ivermectina arrojó una respuesta del 89 %, lo que evidencia riesgo de resistencia; y los imidazotiazoles presentaron mayor efectividad, toda vez que la reducción se dio en un 99 %.

Todo juega a favor de los rebaños si se practica la atención permanente a sus distintas etapas de desarrollo.

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Colombia

Lactoinducción permite recuperar animales con problemas de Fertilidad

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Esta es una práctica en la que a través de procesos hormonales y químicos se induce la lactancia en vacas infértiles, con el objetivo de lograr no solo la producción de leche sino trabajar y recuperar animales con problemas reproductivos.

La lactoinducción es justificable desde el punto de vista económico y de producción y se está implementando en Colombia en los últimos años, especialmente, en las sabanas de Bogotá.

Cesar Augusto Gómez Velásquez, médico veterinario, magíster en reproducción animal y docente de la Universidad de la Salle, explicó que como su nombre lo indica, la lactoinducción se refiere al proceso de la inducción artificial de una lactancia.

Indicó que hay que partir de que la lactancia se produce después de un parto, donde hay un juego hormonal durante la gestación entre progesterona y estrógeno.

El médico veterinario señaló que en algunas ganaderías de leche hay vacas que son genéticamente muy buenas, pero que por diferentes razones llegan al final de la lactación sin lograr una gestación; es decir, vacías. En su opinión experta, esas vacas se convierten en problemas para el hato porque tienen muchos días abiertos y eso representa importantes pérdidas económicas.

“Cuando ocurre lo anterior, surge una alternativa con la cual a partir del uso de hormonas se simula una gestación y una vez decaen los niveles séricos, el animal cree que ha parido y genera una nueva lactancia”, detalló.

Agregó que se presume que la lactancia después de la inducción química, representa en aumento de entre 70 % y 80 % con relación a la anterior, es decir, que el productor va a tener ciertas ganancias.

Gómez Velásquez comentó que cuando hay animales con problemas como estos, la única solución no es eliminarlos o descartarlos, sino que la idea sería mantenerlos en el hato produciendo leche y que más adelante se pueda trabajar en solucionar los problemas reproductivos.

Eliana María Reinoso, médica veterinaria, especialista en reproducción y conocedora del tema, comentó que los protocolos se aplican en vacas que tienen más de 250 días abiertos y se realizan con el objetivo de reanudar la producción de leche de los animales, porque en la mayoría de caos, son ejemplares de alto rendimiento.

“La idea es mitigar las pérdidas económicas de un animal mientras está en la finca sin producir leche”, sostuvo Reinoso. Asimismo detalló que hay 3 protocolos: uno con progesterona inyectable, otro con un dispositivo intravaginal y uno último con progesterona micronizada, es decir, de larga acción.

Señaló que el protocolo más utilizado en el país tiene una duración de 21 días, se inicia inyectando progesterona y estrógeno simultáneamente por 10 días. Añadió que durante los días 18, 19 y 20  se aplica dexametasona y que luego en el día 21, el animal es dirigido a la sala de ordeño para estimular la secreción de leche y se la da oxitocina para ayudar la eyección del líquido.

En Colombia ya hay fincas que están trabajando e implementando procesos de lactoinducción y se conocen casos en los que se han ‘rescatado’ animales que eran buenos productivamente pero no reproductivamente mediante esta alternativa.

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Colombia

Los Ganaderos también son los Guardianes del Bosque

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Un estudio realizado en ocho predios ganaderos en una zona rural de Palmira en el departamento colombiano del Valle del Cauca, demostró que el uso de los recursos naturales (suelo, agua y atmósfera), no afecta la sostenibilidad de la zona, pero aspectos como falta de vías y servicios públicos perjudican la calidad de vida de sus pobladores. Para ellos, se propone un esquema de pago por servicios ambientales.

Entre los parques naturales Las Hermosas y Nima (Valle del Cauca), a unos 3.000 metros sobre el nivel del mar, se encuentra la vereda La Nevera. Allí la mayoría de sus habitantes han encontrado en la ganadería una de las pocas fuentes de sustento.

Esta actividad no es de carácter intensiva y tecnificada, por el contrario, la ganadería que practican es extensiva, pues suelen tener un animal por hectárea en promedio. Aunque resulta positivo en aspectos medioambientales, no representa una óptima rentabilidad y se ve reflejado en la disminución de su calidad de vida, por la falta de vías y servicios públicos básicos, entre otros.

“Esta situación podría afectar la sostenibilidad del sistema productivo”, afirma Raúl Andrés Molina Benavides, zootecnista y magíster en Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia (UN) Sede Palmira, quien adelantó un estudio en la zona para caracterizar los sistemas ganaderos y evaluar su viabilidad ambiental, económica y social.

Según el experto, lo que sucede en esta vereda, ubicada en la zona rural alta del municipio de Palmira, es el reflejo de lo que acontece en el país. De las más de 51 millones de hectáreas dedicadas a las actividades agropecuarias, alrededor de 37 millones se destinan a la ganadería, particularmente la bovina, que en un 70 % se realiza bajo sistemas de producción extensivos.

“Estos se caracterizan por una baja eficiencia en el uso del suelo, sumado a un gran deterioro ambiental a causa de problemas como la deforestación, las quemas, la erosión, la pérdida de la biodiversidad y la inequidad social, factores que han influido en la percepción sobre la ganadería bovina, vista como un sector productivo que atenta contra la sostenibilidad ecológica mundial”, amplía.

Ambientalmente Sostenible

Para el desarrollo del estudio, se tomaron 192 muestras de suelo en ocho predios, a dos rangos de profundidad (0-5 y 5-10 cm) en cuatro sitios de muestreo (una en bosque nativo y tres en potreros destinados para el pastoreo del ganado) y con tres repeticiones por sitio de muestreo. Además, para indagar aspectos como el tamaño del predio, el área en pastos, el número de animales en el hato, la cantidad de vacas en el ordeño, las fechas de partos y la producción de leche por vaca diaria, se realizó una encuesta a los propietarios.

De esta manera, el investigador encontró considerables valores de carbono orgánico en el suelo (33,72 toneladas por hectárea (t/ha) para el bosque y 25,29 t/ha para los potreros), así como una óptima densidad o compactación (de 0,46 gramos/centímetros cúbicos -g/cm3- y 0,5 g/cm3, respectivamente).

Según estos resultados, los suelos de la zona son importantes sumideros (acumuladores) de dióxido de carbono, ya que tienen buena capacidad de retención de agua y de fertilidad moderada, explica el investigador.

Para medir la cantidad de agua utilizada por un bovino, (huella hídrica) desde su nacimiento hasta el sacrificio (10 años), se consideraron tres aspectos: la cantidad de líquido necesario para alimento (forraje y concentrados), bebida y servicios. En La Nevera esta fue de 16.222 m3, valor que se encuentra por debajo del promedio mundial. Esto puede atribuirse a las altas precipitaciones (lluvias) de la zona, lo que disminuye la cantidad de agua requerida para el riego de los potreros.

En cuanto a la emisiones de gases de efecto invernadero, calculadas a través del simulador dgas (Dairy Greenhouse Gas abatement strategy Calculator), las fincas en promedio emitieron 76 kg de dióxido de carbono equivalente por año –kg CO2eq (unidad de medida que unifica diferentes poderes de calentamiento global). Respecto a la huella de carbono, esta fue de 4,2 kg CO2eq/kg de leche, el cual está por encima del promedio mundial (2,6), debido a la baja producción de leche por animal.

Problema Social

En relación con el componente social, el 75 % de las viviendas de los predios estaban en estado regular, el 100 % de los campesinos no acceden a programas de educación, capacitación y asistencia técnica y la totalidad de los predios no cuentan con servicios públicos (agua, luz, alcantarillado, gas, etc.).

Precisamente, Evier de Jesús Dávila, secretario de Infraestructura de la Alcaldía de Palmira, afirma: “aunque lo ideal sería que las trochas fueran pavimentadas, por la falta de recursos únicamente se ha realizado mantenimientos, cada seis meses, a los 48 kilómetros de vía terciaria”.

A su vez, Jorge Enrique Llano, secretario de Vivienda señala: “en cuanto a servicios públicos, se pasó un proyecto a la electrificadora EPSA, pero por falta de viabilidad financiera fue descartado. De igual manera, apenas se ha desarrollado la primera parte de una iniciativa que busca la puesta en marcha de sistemas alternativos de energía, con la instalación paneles solares”.

Asimismo, dentro de los resultados, el 87,5 % de las fincas no tiene huertas caseras o cultivos, actividades relacionadas con la soberanía alimentaria. “Durante los recorridos vimos que había un puesto de salud sin equipos ni personal de atención. Además, paradójicamente, muchos de ellos deben ir hasta la ciudad para adquirir los alimentos”, amplía el zootecnista.

Otro aspecto detectado durante el estudio fue la pérdida del relevo generacional, ya que la mayoría de personas participantes eran de la tercera edad. En opinión del profesor Hugo Sánchez Guerrero, de la UN Sede Palmira, “las personas abordadas en los predios eran ancianos y por eso debe haber un incentivo para que los jóvenes se queden en el campo. Si van a estudiar a la ciudad, deben tener garantías para regresar e impulsar el agro”.

Pago por Servicios Ambientales

Los expertos coinciden en señalar que el entorno y las condiciones socioeconómicas son limitantes para crear estrategias de reconversión (acciones conjuntas que beneficien lo ambiental y productivo), pues los campesinos, abandonados por el Estado durante años, desconocen técnicas adecuadas para que su actividad sea más sostenible.

Ante esta situación, los investigadores proponen un esquema de pago para los campesinos por el cuidado, conservación, mejoramiento y monitoreo de los recursos naturales que poseen en sus predios.

De esta manera, “sería posible generar información de la dinámica que sirva para mostrar a los beneficiarios e interesados en comprar un servicio ambiental real, ya sea gobierno, Estado o también empresas privadas, a través de planes de responsabilidad social”, explica Raúl Andrés Molina.

Gracias a estos estudios, se podrá identificar el impacto de la producción agropecuaria en zonas altoandinas que presentan problemáticas sociales, económicas y ambientales, los cuales deberán ser considerados para impulsar el agro colombiano, de cara al posconflicto.

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Colombia

Como Previene Colombia la Rabia Bovina

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El Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) cuenta con más de 4.598 sensores epidemiológicos, entre ganaderos, médicos veterinarios, trabajadores del campo y estudiantes, que prestan este importante servicio para atender cualquier posible foco que pueda presentarse. Con la información de estos sensores se cubre cerca del 90 % del territorio colombiano.

Con el objetivo de prevenir y controlar la rabia de origen silvestre, el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, adelanta en todo el país actividades de prevención, vacunación y captura de murciélagos hematófagos, para evitar la propagación de la enfermedad.

La Entidad cuenta además con una red sensores epidemiológicos con los cuales cubre cerca del 90% del territorio nacional, lo que facilita la ubicación de las colonias, y la captura de murciélagos hematófagos.

Una vez se capturan son identificados y clasificados y se procede a su tratamiento con el anticoagulante, luego son liberados para que lleguen nuevamente a sus colonias e iniciar así el control de los vampiros. Algunos de estos animales y muestras de tejidos se envían al Laboratorio Nacional de Diagnóstico Veterinario del ICA.

Así mismo, por disposición del ICA, durante el ciclo de vacunación contra la fiebre aftosa que se realiza dos veces al año en todo el país, los ganaderos deben vacunar de manera preventiva contra a la rabia en los predios con mayor incidencia de mordeduras de murciélagos.

Para el año 2015 fueron atendidas todas las notificaciones de síndrome neurológico en animales de producción primaria confirmándose 207 focos positivos a la enfermedad en los departamentos: Antioquia, Arauca, Bolívar, Caquetá, Casanare, Cauca, Cesar, Chocó, Córdoba, Guainía, La Guajira, Magdalena, Nariño, Norte de Santander, Putumayo, Sucre y Vichada.

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Foto. Captura de Murciélagos Transmisores

De los 207 casos positivos de rabia de origen silvestre, el 84% de los focos corresponde a la especie Bovina, el 14% a la Equina y el 1,45% otras especies como ovinos y porcinos.

La reducción en la población de murciélagos hematófagos transmisores de la enfermedad, es realizada por personal del ICA, y técnicos capacitados y previamente en dicha labor, quienes realizan permanentemente jornadas de captura de los animales.

El ICA recomienda a los ganaderos del país realizar actividades para la prevención y control de la rabia silvestre como:

  • Vacunar a toda la población de bovinos, equinos, caninos y demás especies susceptibles a la enfermedad cada año con las vacunas con registro ICA que se comercializan contra la rabia.
  • Informar al ICA cuando hay animales con signos neurológicos y con mordedura de murciélago en sus predios.
  • No manipular los animales que presenten los signos neurológicos.
  • Identificar refugios como cuevas, árboles huecos donde viven los murciélagos, y notificar al ICA para que haga la captura indicada.
  • No comercializar la carne de animales enfermos.
  • La rabia de origen silvestre es una de las principales enfermedades zoonóticas, es decir, que se transmite de los animales a las personas.
  • El virus de la rabia infecta el sistema nervioso central y puede llegar a causar la muerte. Afecta a los animales domésticos como bovinos, equinos, ovinos, caprinos, porcinos, caninos y felinos.

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