Proponen un nuevo tratamiento para la Mastitis Bovina en Argentina

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En una ganadería lechera con sistema intensivo, ubicada en el corazón de la provincia argentina de Santa Fe, un grupo de investigadores liderados por el experimentado veterinario Martín Pol, ha realizado un estudio sobre los beneficios de utilizar un antiinflamatorio tópico en el tratamiento de mastitis clínicas leves.

El estudio ha demostrado la importancia de utilizar antiinflamatorios transdermales en casos de mastitis y tuvo como objetivo de evaluar la efectividad de un tratamiento que podría cambiar la forma en que se aborda la mastitis clínica en las vacas lecheras.

La mastitis clínica es una enfermedad de alto impacto económico y preocupante en la industria lechera. No solo afecta la producción, sino que también impacta negativamente en la calidad de la leche, lo que lleva a una disminución en los ingresos de los productores. Esto se da porque, en el proceso de recuperación, el organismo del animal suele demandar una cantidad significativa de energía y proteína (elementos que son necesarios para asegurar la calidad y la performance de la leche), que se termina canalizando naturalmente como herramientas de defensa ante la enfermedad.

El estudio del investigador Martin Pol, que buscaba dimensionar las ventajas de este tratamiento sobre 1.800 vacas de ordeñe, arrojó resultados muy favorables sobre el uso del medicamento para casos de mastitis clínicas leves. Este antiinflamatorio tópico ha demostrado ser igualmente eficaz que los antiinflamatorios inyectables tradicionales, pero con dosis única y con foco en el bienestar animal. Respecto a esto último, Martín Pol explica que “uno de los problemas que tiene la aplicación de antiinflamatorios tradicionales es que se hacen de manera parenteral ante los tratamientos antibióticos que se realizan de manera local con jeringas intramamarias. Es un método poco invasivo sobre el animal”.

Una de las ventajas que se destacan en el estudio de este tratamiento revolucionario para las mastitis leves es su aplicación no invasiva y libre de dolor. A diferencia de los antiinflamatorios parenterales, esta solución tecnológica se aplica directamente en el dorso del animal. Esto elimina el estrés y el dolor asociado con las inyecciones y presenta una gran conveniencia para el personal. “En los tratamientos convencionales, los inconvenientes que se presentan habitualmente son de bienestar animal porque aplicamos una inyección, pero, también, logístico: muchas veces no existen las instalaciones para inyectar de manera adecuada. En consecuencia, se termina realizando en lugares que no son los ideales como la sala de ordeñe. Por lo general, se procura alejar cualquier experiencia dolorosa de la sala de ordeñe para que las vacas no experimenten ningún tipo de disconfort, ya que el estrés afecta en la calidad del producto”.

El resultado del estudio arrojó que las vacas tratadas con un antiinflamatorio tópico experimentaron una reducción significativa en el número de células somáticas por mililitro de leche en comparación con las no tratadas con dicho producto. Esto indica una disminución en el proceso inflamatorio en la glándula mamaria y una mejora en la calidad de la leche producida. Otro beneficio que se detectó es que las vacas bajo el mismo tratamiento tuvieron menos días de baja rumia vs la normal, lo que sugiere una recuperación más rápida y un menor impacto en el bienestar de los animales.

Cambio de Paradigma

Uno de los hallazgos más importantes de esta investigación es que este antiinflamatorio transdermal puede ser beneficioso en casos de mastitis clínica leve, que anteriormente se consideraban de poca importancia. Esto podría cambiar la perspectiva en la forma en que los veterinarios y productores abordan esta enfermedad común en la producción lechera.

Guillermo Gargantini, gerente técnico y de marketing de la Unidad de Negocios de Ganadería para MSD Salud Animal comenta que “según nuestros estudios podemos determinar que de cada 100 vacas que tienen mastitis, entre el 73% al 75% son de grado 1. Lo que suele ocurrir es que la aplicación de antiinflamatorios es utilizada cuando el cuadro se agrava y el diagnóstico evoluciona a mastitis grado 2 y grado 3 porque comienza a ponerse en juego la salud y la productividad del animal. Con el antiinflamatorio tópico hay una oportunidad de cuidar la salud del animal sin necesidad de una gran logística, priorizando el bienestar animal y, como consecuencia, permitiendo una recuperación más rápida de la producción. Lo que buscamos con este tratamiento es que esa vaca se recupere rápida, de forma efectiva y tenga un bienestar productivo”.

Por otra parte, también, hay que pensar en el personal de las lecherías cuando llevan adelante los tratamientos convencionales. Para ellos tampoco es fácil, implica esfuerzo y mucho tiempo. En ese aspecto Guillermo afirma: “me parece que además de los beneficios productivos y de bienestar para el animal en el uso de la vía transdermal, existe, también, beneficios para el bienestar en el personal. No nos olvidemos que hay gente que todos los días, todo el día, está detrás de las vacas ordeñando. El hecho de que este tratamiento (revolucionario y único en el país) sea de una sola dosis versus todos los días estar inyectando un antiinflamatorio, pone de manifiesto que hay muchas cuestiones que se resumen como beneficios”.

Además de mejorar la producción de leche y la calidad del producto, esta solución tecnológica podría reducir la necesidad de antibióticos y mejorar el bienestar de los animales. En última instancia, el estudio brinda a los veterinarios de campo, productores y a todos los involucrados en la industria lechera una nueva perspectiva sobre el tratamiento de la mastitis clínica. Martín Pol y su equipo demuestran que existen respuestas que podrían allanar el camino para un futuro más saludable y rentable en la producción de leche en la industria nacional.

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