Problemática Lechera en Colombia

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En materia lechera estamos como el adagio popular: cotudos y con paperas. Colombia esta enlechada nuevamente, es decir, tiene un exceso de producción que no ha sido absorbido en su totalidad ni por la industria ni por los consumidores.

Mientras los precios no han dejado de subir un litro de leche en un supermercado se consigue en promedio por 7.000 pesos-, a los miles de pequeños productores regados por toda la geografia nacional les pagan precios muy bajos, que llegan incluso a 1.400 pesos por litro o menos, mientras ven subir sus costos. Así es imposible que un negocio sea viable.

Aunque en el país cada cierto tiempo se habla de enlechadas, la coyuntura actual es más complicada porque se juntaron varios factores: caída del 9% en el consumo, pocos compradores formales en el sector, aumento en las importaciones de leche y un incremento en los inventarios de los procesadores.

Sobre este último tema, hay que señalar que la industria nacional, temiendo el recrudecimiento del fenómeno de El Niño, se aprovisionó de leche en polvo nacional e importada, lo que llevó a que hoy  tenga elevados inventarios que frenan la adquisición de leche líquida a los productores. La Asociación de Prodcutores de Leche (Analac) afirma que las principales industrias procesadoras han reducida hasta en 15% el volumen de leche que compran a los productores y que el precio que les pagan ha bajado hasta 12%.

El tema de las importaciones ha sido uno de los más cuestionados por las asociaciones de productores y los ganaderos, que piden al gobierno que se apliquen aranceles con el fin de disminuir las compras externas a Estados Unidos y Europa, grandes productores lácteos que subsidian el producto, lo que hace que sea más competitivo en materia de precios. Las importaciones de productos lácteos llegaron en 2023 a 73.000 toneladas, más del doble de lo que se importaba hace más de 10 años cuando no habían tratados de libre comercio. Mientras tanto, las exportaciones apenas llegan a las 5.000 toneladas anuales.

Actualmente la producción de leche en Colombia es, en promedio, de 7.300 millones de litros, de los cuales la industria nacional absorbe cerca de la mitad. Lo demás va para la industria de quesos, para los  cruderos y para fertilizar los pastos, según Juan Gonzalo Botero, presidente de la Asociación de Exportadores de Ganado, quien dice que estos precios de ruina acabarán con un sector, que recibirá el golpe de gracia en el 2028 cuando habrá una desgravación total de aranceles con Estados Unidos y Unión Europea.

Hay que recordar que en el país se destinan 22 millones de hectáreas para la ganadería, de las cuales cuatro millones están dedicadas a la producción de leche y otros seis millones a doble propósito (carne y leche), mucho más de los seis millones de hectáreas dedicadas al cultivo de productos agropecuarios, razón por la cual el tema tiene un gran impacto para cerca de 350.000 familias productoras que ven un futuro incierto.

La Asociación Colombiana de Procesadores de Leche (Asoleche) que reúne a las principales procesadoras como Alpina, Alquería, Nestlé, dice que la crisis del sector es estructural porque la producción depende del clima a mayor lluvia mayor producción, a lo que se suma el descenso en el consumo en los últimos dos años debido al proceso inflacionario del país.

Sin embargo, afirma que el precio a los productores está regulado, lo que lleva a que se pague 1.900 pesos por litro. El problema es que el 50% del sector es informal, lo que hace que muchos intermediarios se aprovechen y paguen a los campesinos precios muy por debajo de ese tope. En cuanto a las importaciones, reconoce que están alrededor del 10%, (bajo las actuales circunstancias de exceso de leche, es muy elevado) y que la industria de la galletería, confitería y chocolatería, entre otras, prefiere la leche importada en polvo porque es de mejor calidad y más barata.

Ante esta crisis, productores, procesadores y comercializadores le han pedido al gobierno que tome medidas, entre ellas, que realice compras públicas para que, por ejemplo, se incluya en los Programas de Alimentación Escolar ( PAE) el suministro de un vaso de leche a los niños, que se lleven a cabo campañas para incentivar el consumo, que se aumente la capacidad de pulverización de leche en el país, que se impulsen las exportaciones y se revisen las cuotas de importación.

Por lo pronto, como la crisis se agrava día tras día  y los productores no ven que se tomen soluciones de manera rápida, anunciaron plantones en los principales departamentos lecheros del país para el 30 de julio. La leche se cortó desde hace tiempo, esta agria y no se ven soluciones y medidas en corto plazo.

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