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Más de USD 760 Millones Costaron las 255 000 Toneladas de Leche en Polvo Importadas en los Últimos 10 años

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El próximo 1 de enero de 2022 se habilitarán nuevos contingentes arancelarios de leche en polvo en el marco de los TLC con Estados Unidos y la Unión Europea, de manera que los industriales podrán comprar cierta cantidad de toneladas sin pagar impuestos.

En el caso de leche en polvo de EE. UU., el total de toneladas disponibles para 2022 será 14 266, un 10 % más que las 12 969 t para 2021, es decir, 1297 t más. En el de la UE, son 7600, 400 más que las de este año.

Además, el arancel para las compras adicionales al cupo se reduce: si una empresa compra leche en polvo de EE. UU. una vez agotado el contingente, deberá pagar 8,8 % de impuesto en 2022, mientras que este año fue 11 %. Entre tanto, el de la UE pasa de 42,9 % a 36,8 %.

Estos porcentajes se eliminarán gradualmente hasta 2026, cuando ya no se cobrará ningún tipo de arancel al producto procedente del gigante norteamericano, y en 2028, para el insumo producido en los países del Viejo Continente que integran el grupo económico.

El contingente de EE. UU. se agotó antes de culminar enero, al igual que en 2020, que de hecho se acabó en los primeros 14 días de aquel año. En cambio, el de la UE se quedó en menos de 50 %, con 3420 t, lo que contrasta con años anteriores cuando se consumía en su totalidad.

Cada vez es más claro que los productores nacionales seguirán compitiendo con el producto importado, que llegará en mayores cantidades en los próximos años cuando se levanten todas las restricciones y se imponga la libre competencia que se estableció con la firma de los TLC.

Así se evidenció en 2020, cuando se rompió el récord de importaciones de lácteos con 73 663 t adquiridas por un valor CIF superior a los USD 203 534 000.

Solo en leche en polvo, se compraron 54 741 t por USD 84 047 000, de las cuales 32 763 fueron de descremada por USD 84 047 000 y 21 978 fueron de entera por USD 72 642 000. Mientras que la primera costó en promedio 2565 dólares por tonelada, la segunda alcanzó los 3305.

Estos fueron los resultados

Entre enero de 2011 y diciembre de 2020 (10 años), han entrado al país 255 087 t de leche en polvo: 135 527 corresponden a entera, y 119 560 a descremada. El costo total ha sido de USD 760 891 000, de los cuales USD 470 550 000 para la primera y USD 290 341 000 para la segunda.

Así pues se han gastado cerca de 761 millones de dólares en la última década para adquirir poco más de 255 000 toneladas, un costo promedio de 2982 dólares por cada una.

El 40,4 % de este valor, equivalente a USD 307 021 000, ha sido destinado para adquirir 122 331 t de leche en polvo provenientes de Estados Unidos, que en 2013 se convirtió en el mayor exportador de este producto para nuestro país, tras la firma del TLC el año anterior.

Ese año Argentina fue el mercado que ocupó el primer lugar, seguido muy de cerca por Chile, cada uno con más de 6800 t de leche en polvo vendidas. Y aunque solo compramos 3855 t de EE. UU. en 2013, ese fue el mayor proveedor del insumo y así lo ha sido en los últimos 7 años.

Sin embargo, ninguno de estos dos países se ubicó en el segundo puesto del mayor vendedor de leche en polvo para nuestro país de la década, pues este lugar corresponde a México, que ha enviado 28 854 t por un valor CIF de USD 90 723 000 (11,9 %).

El tercer lugar sería para Bolivia con 19 736 t por USD 64 705 000 (8,5 %), en tanto que en el cuarto para encontramos a Chile con 12 809 t por USD 52 559 000 (6,9 %) y en el quinto, Argentina con 12 598 t por USD 48 240 000 (6,3 %), aunque ambos han perdido participación.

Por ejemplo, Argentina exportó 775 t en 2019 y 1714 en 2020, entre 2013 y 2018 no recibimos una sola tonelada de este país. Y en cuanto a Chile, el último gran cargamento fue en 2015 con 2428 t, no volvió a enviar entre 2016 y 2018, y en los últimos dos años ha vendido apenas 380 t.

En cambio, empiezan a figurar países europeos como España que ostenta el sexto lugar, y si bien sigue Uruguay está en el séptimo, en la lista vienen Francia, Polonia, Portugal, Irlanda, Países Bajos y República Checa, y más abajo, Alemania e Italia (todos de la UE).

Para el insumo que no figura con procedencia exacta y que totalizó 17 726 t por USD 87 637 000 (11,5 %), corresponde a la diferencia entre la suma total de leche en polvo en los últimos 10 años menos la suma de lo que se compró a cada país.

Esto significa que hay leche en polvo de otros países distintos a los que figuran en la tabla, o es probable que procedan de estos países pero no están detallados en la lista.

Por ejemplo, en 2014 se importaron 14 020 t de leche en polvo, pero al sumar los datos de Estados Unidos (6711 t), España (1135 t) y Bolivia (368 t) da 8214 t. En la lista figuran bajo el rótulo “otros países”, pero bien podrían proceder de Francia o de México.

En resumen, la industria nacional ha destinado en la última década cerca de 761 millones de dólares a la compra de leche en polvo proveniente de más de 16 países, de los cuales más de 307 millones se usaron para el producto de Estados Unidos.

De acuerdo con la Unidad de Seguimiento de Precios del Ministerio de Agricultura, en ese mismo periodo el promedio del precio de litro de leche ha sido de USD 0,40. Con los recursos gastados se habrían podido adquirir a productores colombianos más de 1900 millones de litros de leche.

Esto sin mencionar los otros productos que se han importado, como lactosueros, que suman otra buena cantidad, así como quesos, mantequilla, leche condensada, yogur, grasa láctea anhidra (butteroil) o las demás leches, que representarían muchos más litros de leche.

Por esa razón, proyectos como los de Alpina o Cosmolac S. A. S., que están invirtiendo en plantas pulverizadoras con capacidad de 120 000 y 240 000 litros respectivamente, representan una esperanza para que los industriales dejen de fijarse en el producto externo y privilegien la leche que producen cada día nuestros campesinos.

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Modelo de Comercializaciòn de carne de res està transformando la Ganderia de EE.UU

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Courtney Bir, especialista en Extensión, Gestión de Granjas y Finanzas Agrícolas, y Rodney Holcomb, economista de la Industria Alimentaria de la Extensión de Economía Agrícola de la Universidad Estatal de Oklahoma, explicaron cómo funciona el modelo de la venta de carne de res directamente al consumidor.

En resumen, la comercialización directa implica que los productores de carne venden sus productos directamente a los consumidores, sin intermediarios. Esto no solo permite a los productores obtener un mejor precio por su producto, sino que también ofrece a los consumidores carne de mayor calidad y frescura.

Esto debido a los márgenes ajustados que están recibiendo los ganaderos en EE. UU. por parte de las empresas procesadoras, sobre todo después de la pandemia de la covid-19.

«Cuando se vende directamente a los consumidores, se produce un gran cambio. Ya no se vende ganado (producto agrícola), sino carne de res (alimento empacado). Puede parecer una diferencia pequeña, pero alimentar (o dejar pastar más tiempo) al ganado para el sacrificio y vender carne de res al consumidor final agrega complejidad a la operación de cría de vacas y terneros o de engorde. Además, el consumidor final puede tener ciertas expectativas o preferencias con respecto a la carne de res que consume su familia», anotaron.

Por su parte, los consumidores obtienen otras ventajas, como son:

  • Mayor transparencia: Los consumidores pueden conocer el origen de la carne, cómo fue criada y procesada, lo que aumenta la confianza en el producto.
  • Frescura y calidad: Al comprar directamente del productor, los consumidores suelen obtener carne más fresca y de mejor calidad.
  • Precios competitivos: Sin los márgenes añadidos por intermediarios, los consumidores pueden acceder a productos de alta calidad a precios razonables.

¿Cómo implementar este modelo en otros países?

La comercialización directa de carne es una estrategia viable y prometedora para los ganaderos en EE. UU. que también podría aplicarse en otros países. Al adoptar este modelo, los productores pueden mejorar sus márgenes de beneficio, establecer relaciones directas con los consumidores y garantizar una carne de alta calidad y frescura.

Algunas estrategias y consideraciones clave que pueden replicarse en nuestro país, y que algunas empresas ganaderas ya están haciendo (especialmente aquellas dedicadas a la producción de carne de alta calidad procedente de razas como angus o wagyu) son:

  • Plataformas en línea: Crear una tienda en línea o utilizar plataformas de comercio electrónico para vender carne directamente a los consumidores. Esto amplía el alcance y facilita el proceso de compra. Varios ganaderos en Colombia promocionan sus productos a través de redes sociales como Facebook, WhatsApp e Instagram, tanto aquellos que producen cortes de carne como los que preparan lácteos.
  • Mercados locales y ferias: Participar en mercados locales y ferias agropecuarias puede ser una excelente manera de promocionar productos y establecer relaciones directas con los consumidores.
    Sistemas de suscripción: Ofrecer carne a través de sistemas de suscripción mensual puede proporcionar un flujo de ingresos constante y previsibilidad en la demanda.
  • Certificaciones de calidad: Obtener certificaciones que avalen la calidad y seguridad de la carne puede ayudar a ganar la confianza de los consumidores.
  • Educación del consumidor: Informar a los consumidores sobre los beneficios de comprar directamente del productor y la calidad superior de la carne puede incentivar las ventas.

Con la implementación adecuada de plataformas en línea, participación en mercados locales, y un enfoque en la calidad y transparencia, la ganadería colombiana puede beneficiarse significativamente de este enfoque innovador.

Desafíos y soluciones

También es cierto que este modelo no es una alternativa viable para la gran mayoría de ganaderos en nuestro país o en otros país, teniendo en cuenta que las exigencias normativas y los costos, entre otros factores, hacen casi imposible que un solo productor decida hacerlo por su propia cuenta. Entre los desafíos principales y algunas soluciones propuestas están:

  • Logística y distribución: Establecer una cadena de frío eficiente para mantener la frescura de la carne durante el transporte. Esto puede lograrse mediante alianzas con empresas de logística especializadas.
  • Regulaciones sanitarias: Asegurarse de cumplir con todas las normativas sanitarias y de seguridad alimentaria es crucial para evitar problemas legales y garantizar la confianza del consumidor.
  • Marketing y promoción: Invertir en estrategias de marketing digital para llegar a un público más amplio y educar a los consumidores sobre los beneficios de la carne de calidad.

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