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Maíz: Un Alimento Fundamental para los Establos de Carne y de Leche

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Luis Bertoia, un experto conocedor del tema, analiza algunas claves para tener éxito en la confección del silo.

La producción de silaje forrajero ronda los 2 millones de hectáreas en Argentina, y más del 60% de esa superficie está dedicada a maíz, según informes de la “Cámara argentina de contratistas forrajeros”.

En este sentido, el Ing. Agr. Luis Bertoia, profesor titular en la Universidad de Lomas de Zamora, con estudios y sólida experiencia en la producción de maíz para grano y para silaje e integrante de la comisión de forrajes de Maizar, explicó algunas de las claves que hacen a esta producción.

¿Cómo es conceptualmente hablando la producción de silaje de maíz?

El sistema de producción de maíz para silaje, esta integrado por una serie de pasos, que comienza en el momento en que se elige el lote para el cultivo y termina cuando el animal lo transforma en carne o leche. Es una secuencia de varios procesos. La producción del silaje no termina cuando el contratista finaliza el picado. Por el contrario, en ese momento comienza la segunda etapa del proceso, que es la conservación del alimento dentro del silo, trabajo que queda bajo la responsabilidad del dueño o del administrador del establecimiento.

Luego sigue la apertura del silo y el suministro a la hacienda, para lo cual es necesario colocarlo dentro de un mixer con otros componentes de la ración.

Durante todo ese proceso se cometen errores y aciertos y por ello lo importante es poner a punto cada etapa.

El suministro, puede ser hecho en un mixer mezclado con diferentes componentes que formulan la ración, o bien se lo acerca al animal de diferentes formas como ser: se lo deposita en el lote, o se lo coloca dentro de una cubierta de tractor, o dentro de un comedero. Y puede ser que se lo coloque mitad en el comedero y la mitad afuera, o en la calle paralela al alambrado que contiene a los animales. Es decir, hay diferentes formas y en la mayoría de ellas se generan importantes pérdidas.

Si consideramos todos los costos en los que se incurre en este proceso, es decir, la semilla, la siembra, los fertilizantes, los herbicidas, el picado, el embolsado, la inversión es muy grande, pero luego se desperdicia entre el 25 y el 50% promedio de lo generado debido a los errores cometidos durante el suministrarlo del alimento a la hacienda.

¿Qué aspectos pueden considerarse claves para lograr un buen silaje?

Es importante darse cuenta que, muchas veces, quienes producen el maíz para silaje son ganaderos sin la costumbre del agricultor de producir granos. Otras veces, el productor tiene claro que lo importante que es sembrar en fecha de acuerdo a la zona, y que es una decisión con fundamentos técnicos.

Otro punto a considerar es el control de malezas, ya que el maíz no es tolerante a la presencia de las mismas. Asimismo, es necesario regular bien la sembradora ya que el cultivo responde a la buena distribución de la semilla en lo que hace al distanciamiento entre semillas y a la uniformidad de profundidad de siembra.

En este aspecto se puede comentar que en zonas que eran exclusivas para sorgo, ahora se siembra maíz con bajas densidades, de 20.000, 30.000 o 40.000 semillas/ha. Con resultados interesantes, es más se hace mejoramiento para logar maíces que respondan con rendimiento y calidad a esas bajas densidades.

También es importante la fertilización, sabiendo que el maíz siempre aumenta su rinde ante el agregado de nitrógeno, aun con dosis altas. Y aunque los costos superen los beneficios del incremento de rinde. Obviamente con buena humedad en el suelo con lo cual sabemos que el barbecho limpio siempre es importante.

Por otro lado, no olvidemos que de nada sirve elegir el mejor híbrido para silaje, sino se controlan todas las variables mencionadas. Todo ello es fundamental para tener un buen rinde.

Y con respecto a la cosecha ¿que puede recomendarse?

El momento de cosecha es cuando la planta de maíz completa tiene de un 30 a 45 % de materia seca, y ello es muy importante, debido a que cuando estoy en ese rango, se combinan 3 cosas: máximo rinde compatible con la máxima calidad y la máxima aptitud para lograr una buena fermentación.

Es decir que, si me adelanto al momento óptimo tendré mucha humedad entrando al silo, lo cual generará efluentes en los que se va la proteína, los azúcares, se producen fermentaciones butíricas que generan olores y sabores repulsivos para el animal, o sea que de reduce la calidad del silaje. Si me atraso, será más dificil sacar todo el oxígeno del silo con lo cual la planta seguirá respirando y gastando azúcares.

Pasado el 45 % de materia seca se estará degradando la calidad de la caña. Va apareciendo mayor contenido de lignina y mayor contenido de fibra con menor digestibilidad. A partir de ese contenido de materia, seca, el grano se irá endureciendo y su cobertura se engrosará y será más dificultosa su degradación por parte del animal.

Este endurecimiento hace que grano aparezca en la bosta, lo cual es dinero perdido, y para evitar esta pérdida se utiliza el cracker.

Y con respecto al tamaño del picado ¿cuáles serían las claves?

Es fundamental medir el tamaño de picado con anterioridad al inicio de la cosecha. Para ello es recomendable utilizar un conjunto de 3 cajas-zarandas con orificios de distinto tamaño. La primera caja, que se coloca sobre las otras dos, tiene orificios de 2 cm de diámetro. La bandeja que le sigue, o sea que esta por debajo de la anterior, tiene orificios de 1 cm y la otra es ciega.

Entonces pongo en el medidor la muestra que extraigo de la picadora, sacudo varias veces, y me fijo que porcentaje de partículas quedan en el intermedio, que debe ser el 50% aproximadamente.

Esta determinación me esta dando lo que se llama fibra efectiva, y si pico más grueso tengo inconvenientes, y más fino tendré problemas de digestibilidad.

Otra cosa importante es la altura de corte, y se dice que si llego tarde a picar hay que cortar más arriba, para darle más preponderancia a la espiga. No obstante, como la parte más seca de la planta es la espiga, el resultado será una mejor calidad, pero ello no mejorará la calidad de la conservación.

Es decir, muchas veces se mide la calidad nutricional previo a la entrada al silo pero no se mide la calidad del proceso de conservación.

Y si llego temprano, debería aumentar la altura de picado para lograr que la espiga, que esta más seca que la caña y la hoja, balance el contenido de materia seca.

Por ello es fundamental respetar lo que llamamos ventana de picado.

¿Qué puede recomendarse para lograr un suministro correcto?

La apertura del silo y distribución del silaje son etapas que requieren gran cuidado y dedicación, porque de nada sirve elegir el mejor híbrido, conducir el mejor cultivo, hacer el mejor picado y la mejor compactación si luego se tira el silaje en el medio del campo.

Por ejemplo, es limpiar los comederos con anticipación al suministro es fundamental, para evitar la presencia de alimento fermentado cuando distribuyó la nueva ración al día siguiente.

La participación por parte del responsable del cultivo que no tiene costo adicional, mejora el resultado igual o más que la inversión realizada en cualquier insumo.

Ello se evidencia cuando se revisan silos, pudiéndose encontrar alguno de excelente calidad y a 20 km otro casi podrido, y los dos van al mixer y ambos tuvieron el mismo costo de producción.

Por ello decimos que hay cuestiones de manejo que están gravitando fuertemente en el proceso.

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Optimizando el uso del semen sexado

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El semen bovino se debe descongelar a 35°C durante 45 segundos. Si esta temperatura no es exacta, una descongelación inadecuada puede afectar la calidad y viabilidad del semen.


Por: JODEE SATTLER (Estados Unidos)

Durante la segunda mitad del siglo XX (aproximadamente de 1955 a 2005), el rendimiento reproductivo del ganado lechero disminuyó considerablemente. Una variedad de factores –desde una mayor producción de leche, hasta una mayor endogamia y una nutrición inferior a la óptima– pueden haber contribuido a este retroceso.

Fisiólogos reproductivos, genetistas y otros expertos colaboradores de la industria láctea, algunos de ellos fueron convocados por el Consejo de Reproducción del Ganado Lechero de los Estados Unidos (DCRC, por sus siglas en inglés) para revertir esta tendencia negativa de la reproducción.

Durante la Reunión Anual del DCRC de 2022, el Dr. Paul Fricke, profesor de reproducción de ganado lechero de la Universidad de Wisconsin y especialista en Extensión, describió la “reversión”, es decir este gran cambio que comenzó en 2002, como una «revolución en la reproducción».

«El espectacular aumento de la reproducción se ha producido durante la última década (más o menos)», decía Fricke.

Si bien la mejora de la genética, la nutrición y los protocolos de manejo ayudaron a mejorar la reproducción del ganado lechero, la adopción de programas de fertilidad, como la inseminación artificial programada (IAT) y la resincronización de la ovulación (resincronización) después de un diagnóstico de falta de preñez, jugó un papel importante en el aumento del rendimiento reproductivo. Además, combinar los programas de fertilidad con nuevas tecnologías para la detección del estro, basadas en sistemas de seguimiento de la actividad, ayudó eficazmente a lograr mejores tasas de preñez.

Estrategias que conducen al progreso reproductivo

Durante esta revolución, el rendimiento y la economía del semen sexado mejoraron. Sin embargo, el rendimiento del semen sexado todavía está por detrás del rendimiento del semen convencional. El uso de semen sexado aumenta el progreso genético en los rebaños lecheros a través de una mayor intensidad de selección de madres (Khalajzadeh et al., 2012).

Otras estrategias incluyen pruebas genómicas o de pedigrí para identificar novillas y vacas genéticamente superiores, el uso de semen sexado para inseminar novillas lecheras genéticamente superiores y vacas lactantes equilibradas para las necesidades de reemplazo (Weigel et al., 2012) y el uso de semen de bovino de carne para inseminar novillas con méritos genéticos bajos y vacas para producir terneros cruzados con mayor valor en el mercado de la carne (Ettema et al., 2017).

«Esto ha llevado a una tendencia en rápida evolución a utilizar semen Holstein sexado, semen Holstein convencional y semen de bovino de carne convencional para inseminar hembras Holstein en los Estados Unidos», decía Fricke.

Mejorar la fertilidad con semen sexado

Dado el importante papel del semen sexado para ayudar a los productores lecheros a “dimensionar correctamente” sus hatos y capitalizar la mejor genética del rebaño, Fricke centró su presentación en estrategias de manejo para mejorar la fertilidad del semen sexado en novillas no lactantes y vacas lecheras lactantes.

Fricke explicó que las novillas no responden favorablemente a los protocolos de sincronización basados ​​únicamente en GnRH y PGF2α, como Ovsynch. La “clave” es incluir un inserto de progesterona intravaginal controlado (CIDR) durante el protocolo. Esta práctica evita que las novillas muestren estro hasta que se retira el inserto CIDR, lo que aumenta la sincronía con el protocolo.

La DCRC recomienda el protocolo CIDR-Synch de 5 días (https://www.dcrcouncil.org/protocols) para novillas lecheras. Fricke observó que del 27% al 33% de las novillas presentan estro >24 horas antes de la IAT programada con el protocolo CIDR-Synch de 5 días. «Esto hace que la detección del estro durante el protocolo CIDR-Synch de 5 días sea un requisito para lograr tasas de concepción aceptables», comentó.

Lauber et al. (2021) condujeron una prueba de campo para comparar programas de manejo reproductivo para el envío de novillas Holstein a su primera inseminación con semen sexado. Los investigadores evaluaron:

  • CIDR5 (sincronización CIDR de 5 días)
  • CIDR6 (sincronización CIDR de 6 días)
  • EDAI (la PGF2α en el día 0 fue seguida por una detección de estro una vez al día [detección visual de la eliminación de tiza de la cola y otros signos] e IA)

El equipo de investigación concluyó que, aunque retrasar el retiro del dispositivo CIDR 24 horas en un protocolo CIDR-Synch de cinco días suprimió la expresión temprana del estro antes de la IAT, retrasar la eliminación del CIDR 24 horas tendía a disminuir la preñez por inseminación artificial (P/IA) en novillas inseminadas con semen sexado.

Además, el sometimiento de las novillas a un protocolo CIDR-Synch de cinco días para la primera IA tendió a aumentar el P/IA y a disminuir el costo por preñez en comparación con las novillas EDAI. Fricke explicó que la disminución del costo por embarazo se debió a la disminución de los días de alimentación. Además, esta disminución del costo cubrió con creces el costo del protocolo CIDR-Synch de 5 días y resultó en una disminución general de $17 en el costo por preñez, en comparación con las novillas inseminadas al estro, después del tratamiento con prostaglandinas.

Momento de la IA: semen sexado versus semen convencional

¿El momento óptimo de IA es diferente para el semen sexado en comparación con el semen convencional? Parece que la respuesta es «sí».

Bombardelli et al. (2016) evaluaron el uso de semen sexado en vacas lactantes con un sistema de monitoreo de actividad en vacas Jersey a IAT en función del aumento de actividad. En general, la P/IA usando semen sexado fue mayor para las vacas Jersey inseminadas entre 23 y 41 horas después del inicio de la actividad, lo cual es más tarde que el momento óptimo para el semen convencional de cuatro a 12 horas (sistema radiotelemétrico) después del inicio de la actividad de pie. (Dransfield et al., 1998) u ocho a 16 horas (sistema de monitoreo de actividad) después del inicio de la actividad (Stevenson et al., 2014).

«La inseminación posterior de vacas de alta producción utilizando semen sexado puede ser óptima para las vacas inseminadas en celo», dijo Fricke. Esto se debe a que la ovulación ocurre más tarde en relación con el inicio del estro en vacas de alta producción a medida que aumenta la producción de leche cerca del momento del estro.

Programa de fertilidad: sincronización óptima de la IA con semen sexado

¿Cuál es el momento óptimo de la IA utilizando semen sexado cuando el intervalo entre el momento de la IA y la ovulación se controla mediante un programa de fertilidad en el primer servicio? Para abordar esta cuestión, Lauber et al. (2020) sometieron a vacas primíparas a un protocolo Doble-Ovsynch para el primer servicio que incluía un segundo tratamiento con PGF2α 24 horas después del primero en la parte del protocolo de reproducción-Ovsynch como lo describen Brusveen et al. (2009).

El último tratamiento con GnRH (G2) varió entre tratamientos y IAT. Para variar el intervalo entre G2 y TAI, las vacas fueron asignadas al azar a dos tratamientos para recibir G2 16 (G2-16) o 24 (G2-24) horas antes de TAI, que se fijó en 48 horas después del segundo tratamiento con PGF2α del programa de reproducción. -Porción Ovsynch del protocolo Double-Ovsynch.

El equipo de investigación encontró que las vacas G2-24 tenían menos P/AI que las vacas G2-16 a los 34 ± 3 días (44% vs. 50%) y 80 ± 17 días (41% vs. 48%) después de la IAT. La pérdida de preñeces y la proporción de sexos fetales no difirieron entre los tratamientos. La inducción de la ovulación más temprana en relación con el IAT después de un protocolo Doble-Ovsynch disminuyó la P/AI en vacas Holstein primíparas, mientras que la pérdida de preñez y la proporción de fetos femeninos no difirieron entre los tratamientos.

Estrategia de inseminación de primer servicio

En un estudio de campo, Lauber et al. (2022) incluyeron 742 vacas Jersey en lactancia, que fueron asignadas al azar según el número de etiqueta auricular y dentro del paridad para su presentación, ya sea al primer servicio después de un protocolo Double-Ovsynch (DO) o a un protocolo para la sincronización del estro con detección del estro dos veces al día (EDAI) utilizando semen Jersey sexado.

¿Los resultados? La media de días desde PGF2α (día 24) hasta IA fue mayor para las vacas EDAI que para las DO, mientras que la proporción de vacas inseminadas fue mayor para las vacas DO que para las EDAI (100% vs. 75%). “Así, el 75% de las vacas en el tratamiento EDAI fueron detectadas en estro e inseminadas, mientras que el 25% de las vacas no fueron detectadas en estro y fueron sometidas a IAT después de un protocolo Ovsynch para el primer servicio”, informó Fricke.

En pocas palabras: este estudio encontró que las vacas Jersey lactantes sometidas a un protocolo DO para IAT en el primer servicio tenían más P/AI para semen sexado y de carne que las vacas inseminadas después de la sincronización del estro.

 

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