Investigadores de Oxford Martin School Señalan que la Carne de laboratorio podría ser peor para el planeta

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Con el aumento de la popularidad de la carne cultivada en laboratorio, a los científicos les preocupa que, debido a que requieren tanta energía para ser creadas, estas “carnes limpias” podrían liberar más emisiones que la carne de res cultivada tradicionalmente.

Según este medio, el impulso por alternativas a la carne se produjo después de que una investigación afirmara que la cría de animales estaba causando temperaturas globales más altas.

No obstante, hace más de dos años un grupo de investigadores de Oxford Martin School argumentó que cuando los estudios anteriores analizaron las emisiones del ganado, no tuvieron en cuenta cómo los diferentes tipos de emisiones afectarían la atmósfera.

Por ejemplo, mientras que el metano, que es el gas que más emiten las vacas, tiene un impacto de calentamiento mucho mayor que el dióxido de carbono, el metano solo permanece en la atmósfera durante 12 años. El CO2 permanece mucho más tiempo.

Así pues, analizaron las implicaciones climáticas a largo plazo de la carne cultivada frente a la carne de ganado. Los científicos dicen que los estudios anteriores habían tendido a observar las diversas emisiones del ganado y convertirlas todas en su equivalente de dióxido de carbono.

El equipo afirmó que esto no da una imagen completa. En cambio, su modelo climático descubrió que, en algunas circunstancias y a muy largo plazo, la fabricación de carne de laboratorio puede provocar un mayor calentamiento.

Esto se debe a que las emisiones del laboratorio están relacionadas con la producción de energía, que está compuesta casi en su totalidad por dióxido de carbono, que persiste en la atmósfera durante cientos de años.

Esto ha llevado a los expertos de la industria a afirmar que las emisiones para crear carne cultivada en laboratorio, que es casi en su totalidad dióxido de carbono, tendrán una contribución mucho mayor al cambio climático que la producción tradicional de carne.

Riley Robbins, presidente de la Asociación de Ganaderos de Kansas, aseguró: “No creo que haya una sola forma de carne de origen vegetal o cultivada en laboratorio para la que tengamos la tecnología que sea más respetuosa con el medio ambiente que la ganadería”.

Y agregó: “La producción de ganado y carne de res en Estados Unidos es la más eficiente en lo que respecta a las emisiones de cualquier parte del mundo”.

De hecho, una investigación reciente encontró que la producción de carne de res es extremadamente sostenible en EE. UU., donde la industria ha podido reducir su huella de carbono en un 40 % mientras produce un 66 % más de carne desde 1960.

Si bien Robbins dijo que están preocupados por la popularidad de estas alternativas, el senador estadounidense Roger Marshall manifestó que la carne de laboratorio tendrá dificultades para competir con la carne “sostenible, nutritiva y saludable producida por los ganaderos”.

Para Marshall, en comunicación al portal de Kansas, la elección final es de los consumidores, en tanto que el papel del gobierno debe ser garantizar que los alimentos sean seguros para consumir y que su etiqueta no sea falsa o engañosa.

“La carne proviene de animales, no de laboratorios. Al igual que las bebidas de almendras no deberían estar en el caso de los lácteos, los productos de cultivo celular deberían permanecer fuera del caso de la carne”, argumentó el congresista de EE. UU.

En la mayoría de regiones, la tierra utilizada para el ganado está llena de pastos nativos, como es el caso de Kansas, lo cual hace de esta actividad extremadamente eficiente para secuestrar carbono.

Justamente el pasado viernes, el sitio de noticias WLNS reveló que un grupo de legisladores en el estado de Michigan quiere asegurarse de que las empresas no puedan etiquetar su producto como “carne”, una iniciativa similar que están liderando congresistas en Texas.

Un proyecto de ley presentado el 11 de junio en la Cámara de Representantes prohibiría que los “sustitutos de la carne cultivados en laboratorio” se etiqueten como “carne” en Michigan, que a su vez fue remitido al Comité de Agricultura de la Cámara de Representantes del Estado.

Michigan no es el primer estado que intenta regular cómo se puede etiquetar esta carne. Missouri lo hizo en 2018, al actualizar su ley de publicidad para aclarar que un producto no puede llamarse “carne” a menos que se derive de la “producción cosechada de ganado o aves”.

Sin embargo, un memorando del Departamento de Agricultura de Missouri aclaró que el uso de la palabra “carne” está bien siempre y cuando también se incluya de manera prominente una frase calificativa como “cultivado en laboratorio”.

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