La adición de distintos niveles de este mineral en el pienso del ganado nelore resulta en la merma de la producción de una enzima que regula la síntesis de este tipo de grasa en la sangre y en la carne de los animales.
El selenio está presente en alimentos tales como las castañas amazónicas y en menores cantidades en la harina de trigo y en la carne vacuna. Y puede reducir el colesterol, el tipo de grasa que, cuando se encuentra presente en exceso en la sangre, aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
En Brasil, investigadores de la Facultad de Zootecnia e Ingeniería de Alimentos de la Universidad de São Paulo (FZEA-USP), en su campus de la localidad paulista de Pirassununga, constataron que la complementación de la dieta de bovinos de corte con diferentes niveles y fuentes de este mineral disminuyó la producción de la enzima que regula la síntesis del colesterol en la sangre y en la carne de los animales.
Este estudio, producto de un proyecto que contó con el apoyo de la Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de São Paulo – FAPESP y del trabajo doctoral de Janaína Silveira da Silva en la FZEA-USP, se presentó durante el 26º Congreso Brasileño de Ciencia y Tecnología de Alimentos (CBCTA), realizado entre los días 13 a 16 de agosto en la ciudad de Belém, capital del estado norteño de Pará.
“No existían relatos en la literatura científica sobre el efecto directo del selenio sobre la enzima del colesterol −la HMG-CoA reductasa− en animales. En humanos, hasta ahora sólo se habían observado efectos indirectos tales como la actividad y la expresión génica de la enzima. Es la primera vez que se constató que el mineral es capaz de disminuir la producción de esa enzima”, declaró Marcus Antonio Zanetti, docente de la FZEA-USP y coordinador del estudio.
El grupo de investigadores de la FZEA-USP, bajo la coordinación de Zanetti, ha venido realizando trabajos con el objetivo de evaluar el efecto de la complementación del pienso bovino con selenio sobre la concentración de colesterol en la sangre y en la carne de los animales.
En un estudio realizado en 2014, los científicos comprobaron que la complementación del alimento de animales de la raza nelore con una dosis elevada de selenio orgánico durante un período de tiempo de tres meses de engorde disminuyó el colesterol presente en la sangre y en la carne de los animales, y de un grupo de personas que consumieron ese producto.
Los análisis de laboratorio y las estadísticas de muestras del hígado de los animales indicaron que la complementación de la dieta con selenio aumentó la cantidad del péptido glutatión oxidada (GSSH) y disminuyó la concentración del glutatión reducido (GSH). Estas alteraciones en el nivel de ambas proteínas, que inhiben la acción de la HMG-CoA reductasa, generaron una disminución en la síntesis del colesterol.
“Pese a que habíamos observado el efecto del selenio sobre la disminución del colesterol en bovinos en ese estudio anterior, hasta ahora no habíamos logrado evaluar los efectos de distintos niveles y fuentes del mineral en el colesterol y en los glutationes oxidada, reducido y peroxidasa y en la HMG-CoA reductasa juntos”, dijo Zanetti.
“Asimismo, en los experimentos anteriores aplicamos únicamente dosis altas de selenio. Pretendíamos entonces verificar si dosis más bajas de este mineral también podrían actuar en la disminución del colesterol”, explicó.
Los investigadores complementaron el pienso de 63 novillos nelore confinados durante 84 días en compartimentos individuales con selenio inorgánico (proveniente de selenito de sodio) y selenio orgánico derivado de Alkosel 3000, una fuente de selenio orgánica proveniente de levadura inactiva enriquecida con selenio.
Los animales quedaron divididos en siete grupos con nueve animales por tratamiento. A tres grupos de animales se les aplicó la dieta basada en ensilado y granos de maíz, además de salvado de soja, con concentraciones de selenio orgánico de 0,3 miligramos por kilo de pienso (mg/kg), 0,9 mg/kg y 2,7 mg/kg, respectivamente. Otros tres grupos de animales recibieron pienso complementado con selenio inorgánico también con esas respectivas concentraciones. Y un grupo de animales no recibió complementación de selenio.
Se extrajeron muestras sangre de los animales mensualmente hasta su faena, al cabo del período de tres meses de la fase de engorde. Los análisis de las muestras de sangre revelaron que la complementación tanto de selenio orgánico como inorgánico, independientemente del nivel, redujo hasta un 32,7% la concentración de la enzima HMG-CoA reductasa en la sangre de los animales con relación a aquéllos cuya dieta no se complementó con el mineral. Asimismo, se elevó la concentración de los glutationes peroxidasa y oxidado.
Los mayores efectos de la merma en la concentración del colesterol se observaron con la complementación con los niveles más elevados de selenio.
“Todos los niveles de selenio que complementamos [de 0,3 mg/kg de ración, 0,9 mg/kg y 2,7 mg/kg] se ubicaron por debajo del nivel máximo recomendado de complementación de la dieta para ganado nelore”, dijo Zanetti.
Una alternativa a las estatinas
De acuerdo con Zanetti, hasta ahora una de las explicaciones vigentes para la disminución del colesterol con el selenio consistía en que este mineral genera una merma de la concentración del glutatión reducido –que se utiliza como sustrato para la acción de la enzima HMG-CoA reductasa– y un incremento del glutatión oxidado, que inhibe la actividad de la HMG-CoA reductasa.
Otra explicación indicaba que el selenio es importante para la síntesis de las hormonas de la tiroides, una de cuyas funciones consiste en regular el nivel de los receptores LDL (colesterol malo) encargados del mantenimiento del colesterol en la sangre.
“Mediante el análisis de la HMG-CoA reductasa comprobamos que la complementación con el mineral en la dieta bovina también es capaz de reducir la concentración de esa enzima que sintetiza el colesterol y generar la disminución de este tipo de grasa en la sangre y en la carne de esos animales”, dijo el profesor de la FZEA-USP.
A juicio del investigador, los resultados de este estudio indican que la complementación con selenio puede erigirse en una alternativa a las estatinas, los fármacos más utilizados actualmente en el tratamiento de la hipercolesterolemia (el aumento de la concentración de colesterol en la sangre), al inhibir la acción de la enzima HMG-CoA reductasa.
Toda vez que el selenio llevó a una disminución del colesterol mediante un mecanismo distinto –de merma de la producción de la HMG-CoA reductasa–, el agregado de este mineral podría constituir una alternativa de reemplazo al menos parcial de las estatinas, que provocan diversos efectos colaterales, según consignaron.
“Pero no sabemos si este mismo efecto que observamos en los animales ocurre en humanos, pese a que la vía metabólica del colesterol es la misma en ambos casos”, dijo Zanetti.