Inseminación Artificial en la Producción de Bovinos de Carne

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La selección genética tradicional a base de cruzamientos entre distintas razas de una misma especie avanzó enormemente en los últimos tiempos, por las técnicas de inseminación artificial, permitiendo mejorar la genética del ganado vacuno y la productividad de la hacienda.

Esta búsqueda de mejores rendimientos se ve impulsada por la imperiosa necesidad de producir alimentos, en este caso, carne con calidad e inocuidad.

Es así que la inseminación artificial aparece como una alternativa relevante con la cual se mejora genéticamente la producción animal, se optimizan los recursos económicos, incrementando la producción de carne a un menor costo y con altos rendimientos.

En Misiones (Argentina), la Estancia Atalaya hace varios años viene trabajando en su campo de Cerro Corá en técnicas de destete precoz e híper precoz y recientemente comenzó a implementar el sistema de inseminación artificial en su hacienda.

Roberto Comparín, administrador de la Empresa Enerbom SA, propietaria de la estancia, explicó que se trata un sistema que arroja muy buenos resultados, pues permite una mejor planificación de la producción de los corrales que requiere de un pormenorizado conocimiento de la anatomía de la vaca y gran pericia en el proceso de inseminación.

Los componentes esenciales para realizar la inseminación son el semental, el termo que contiene las pajillas con el semen y la vaca en celo. El termo debe mantenerse en temperaturas bajo cero para la preservación del semen.

El Procedimiento

«Se retira la pajilla con el semen de dentro del termo para ser puesto en un recipiente con agua que debe tener entre 35 y 37 grados de temperatura por un período de 30 segundos para hacer el descongelado», describió Comparín.

«Luego- continuó- es puesto dentro de una vaina y se introduce en la vagina de la vaca en celo y se deposita el semen casi sobre el óvulo maduro del animal».

El ganado vacuno entra en su período de celo cada 21 días aproximadamente y muestra algunos signos característicos que el técnico inseminador debe saber observar.

Pero en un corral con un número considerable de animales se torna bastante ardua la tarea al momento de determinar cuándo y cuáles vacas se encuentran en su ciclo estral o celo.

Sin embargo, la aplicación de tecnología facilita la tarea al productor, pues en el mercado existen diferentes productos para llevar a cabo la sincronización del ciclo estral. Los más comúnmente usados son los análogos sintéticos de la prostaglandina F2.

«Al cuarto día de haber aplicado la prostaglandina todas las vacas que están ciclando entran en celo simultáneamente. Con esto se acelera el trámite de inseminación y luego los terneros nacen todos juntos, lo que a su vez unifica las tareas de control pos parto. Es un trabajo muy productivo», sostuvo Comparín.

No es un sistema muy aplicado, pero los establecimientos que realizaron este tipo de inseminación han asegurado un mejoramiento genético, pues se emplean sementales probados, además de ser un medio profiláctico de enfermedades infecciosas trasmitidas por el macho, en el momento de la monta.

Asimismo, significa un ahorro en la adquisición, manejo y alimentación de una semental y la eliminación de riesgo que significa su cuidado, como también la facilidad en el transporte y distribución de semen, y un apoyo importante en la planificación para la producción de carne.

 

Fuente: Misiones On Line

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