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Impacto Económico del Control de Mortalidad entre la Preñez y el Destete en Ganado de Carne

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Impacto Económico del Control de Mermas Tacto – Marcación en la Provincia de Corrientes – Argentina

Autores: Acosta, Fabián Arturo; Gándara, Luis; Ibarra, Rubén; Pereira, María Mercedes y Verdoljak Juan José (INTA- Argentina)

El origen de las mermas

Las mermas (mortandad que se producen entre la preñez y el destete) varían desde 5% hasta el 15%, siendo el promedio o valor más mencionado 7 a 10 %. Estas cifras son frecuentes y afectan de manera importante a los sistemas de cría de la provincia de Corrientes (Argentina), a escala del establecimiento, provincial y regional. Para esto existen alternativas a implementar para reducirla.

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Las pérdidas prenatales comprenden a las producidas entre el diagnóstico de preñez y la iniciación de los trabajos de parto. No incluyen, por lo tanto, las pérdidas embrionarias, que son anteriores al diagnóstico de preñez y los terneros que se encuentran muertos al momento del parto o que mueren durante el mismo. Son habitualmente generadas por enfermedades venéreas, brucelosis, leptospirosis, IBR-BVD causando abortos, por lo tanto, es importante individualizar y separar vacas que se presume han abortado: aquellas que se alzan y las que aparezcan sucias en los cuartos y cola, aunque no se haya visto el aborto (vacas que no presentan ternero NPT).

Según las dimensiones del establecimiento (potreros grandes) y tipo de manejo, los abortos son muy difíciles de ver en el campo, porque la acción de las aves rapaces y otros predadores los hacen desaparecer. A su vez, el manejo tradicional, que incluye: toros con vacas durante casi todo el año (sin servicio estacionado de 3 a 4 meses), la no realización de un diagnóstico de preñez (tacto rectal), deficiente plan sanitario (falta de incorporación de las vacunas reproductivas) y, sobre todo, la falta de registros de datos, forman un conjunto de hechos que favorecen a que estas mermas sean menos visibles y por esto, tal vez no tenidas en cuenta.

Las pérdidas perinatales incluyen los terneros que están muertos antes de nacer (y que son paridos a término), los muertos durante el parto por distocias y los que mueren en las 48 hs siguientes a su nacimiento. También los terneros que mueren por inanición, nacidos de vacas con bajo instinto materno y que no llegan a ser amamantados.

En las pérdidas desde la parición al destete: los responsables podrían ser onfalitis, diarrea neonatal, IBR-BDV, mancha y gangrena. Para lo cual es necesario tener ajustado y dar cumplimiento al calendario sanitario recomendado, e identificar y tratar a los terneros que presenten síntomas de alguna enfermedad.

Para controlar y disminuir las mermas será necesario incluir las siguientes tareas:

*Estacionar el servicio: hacer coincidir los máximos requerimientos del rodeo con la máxima producción del pasto (octubre a marzo). El estacionamiento debería ser en el menor tiempo posible, ideal 3 meses. En los sistemas tradicionales es común detectar la presencia de los toros durante todo el año o periodos muy largos de servicio, por eso se propone una estabilización gradual, por ejemplo:

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El Año 1, largamos los toros a servicio desde octubre hasta febrero-marzo.  Año 2 el servicio finaliza en enero-febrero.  Año 3 finaliza en diciembre-enero y, por último, en el Año 4 ya podríamos tener el servicio estacionado en 3 meses. Esto nos permite saber el inicio y fin de parición.

*Plan sanitario: previo al inicio del servicio (30 y 60 días) hay que aplicar las vacunas reproductivas IBR, BVD, Campylobacteriosis (vibrosis) y Leptospirosis. De ser posible, consultar con el veterinario de la zona o directamente en el INTA más cercano. Además, incluir la evaluación sanitaria de los toros antes y después del servicio para detectar toros infectados (un toro cubre de 25 a 50 vientres durante el servicio) o sea que puede infectar a muchos vientres.

*Capacitación del personal: Luego, ya con el servicio estacionado y plan sanitario adecuado solo queda controlar y evaluar lar mermas para corregir a futuro los problemas. Para esto, es fundamental capacitar al personal encargado de las recorridas que durante el periodo de parición deberían ser diarias. Este debería ser el primer punto a tratar en el plan de acción.

Por último, también es válido entrenar e incentivar y sobre todo valorar y reconocer el trabajo bien hecho, para que el personal esté comprometido con lo que realiza y facilitar el trabajo de diagnosticar las causas de los abortos o muertes.

Los golpes en los arreos o trabajos en el corral (manga baños y otros) pueden producir pérdidas en vacas preñadas. El tacto mal realizado puede producir pérdidas en los fetos, o dar positivas vacas vacías, lo que luego se contabiliza como pérdida.

Las pérdidas cercanas al parto suelen ser importantes, especialmente cuando hay muchas vaquillonas pariendo (IATF), entonces es necesario aumentar las recorridas (a dos veces por día).

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El análisis económico

La vaca de cría-vientre, es un capital de explotación fijo vivo, en su clasificación. Como tal, no se amortiza porque se repone anualmente con las vaquillas que entran a servicio y en el conjunto, la categoría no pierde su valor, no hay depreciación. Como capital, debe tener su productividad dentro del sistema de producción y aproximarse al objetivo de la cría que es lograr un ternero por vaca por año. Las pérdidas que se detectan entre la preñez y el destete reducen la cantidad de kg de ternero logrado por vaca puesta en servicio y el ‘capital vaca’ pierde así productividad. El interrogante es ¿Que es más fácil aumentar la preñez o disminuir las mermas?

Los kilogramos de ternero destetados por vaca, disminuyen al haber menos kg ternero por vaca entorada y la merma de preñeces entre tacto y marcación se transforma así en pérdida de eficiencia del capital vientre, que puede ser calculada a través de la siguiente fórmula, que también, determina los ingresos económicos del vientre entorado y se puede utilizar para evaluar los beneficios adicionales de un control para la reducción de las mermas:

ternero-producido

De acuerdo a la información de SENASA (cuadro 1), el porcentaje de marcación nacional se puede establecer en el 61% en forma aproximada, relacionando las existencias de terneros y terneras con las vacas. Aplicando el mismo razonamiento, en la provincia de Corrientes el porcentaje de marcación aproximado se ubica en el 48%.

Cuadro 1: Distribución de Existencias Bovinas por Categoría. Marzo 2016

ternero-producido_1Para la provincia de Corrientes, debiera existir un 56% de terneros sobre vaca entorada que llegan a peso de destete, si las mermas tacto-marcación se estiman en 8%, simplificando los cálculos, de cada 100 vacas puestas en servicio se logran 48 ternero/as en lugar de los 56 que se obtendrían eliminando totalmente las mermas. Si tomamos a $30 el kg de ternero/a de 160 kg a destete (promediando precio y peso, entre machos y hembras) los 8 terneros adicionales por eliminar mermas representan $38.400 ($4.800 cada ternero) de cada 100 vientres puestos en servicio. Esta cantidad se deja de recibir si no se hace nada por controlar las pérdidas las que podrían comenzar a reducirse con recorridas frecuentes en la época prenatal y de parición para atender problemas en la vaca y en los terneros. El precio de tres meses de jornales es de $30.408 (a razón de $337,87/jornal) logrando un excedente de $8000 sobre lo percibido extra. Es importante destacar que el personal extra podría realizar tareas complementarias al rodeo, un personal podría controlar desde 300 a 500 vientres y según la cantidad de vientres se justificaría más la contratación de un personal extra (115.200 y 192.000 $ en mermas de terneros por 300 y 500 vientres respectivamente).

La eficiencia del vientre entorado expresada en kg de ternero logrados por la disminución de merma, se obtiene aplicando la fórmula vista:

ternero-producido_2

En 100 vientres en los que se reducen las mermas tacto-marcación (mermas del 8%) se ganan 12,8kg de ternero por vaca puesta en servicio. Lo que representa además un ingreso económico de 12,8 kg x $30/kg = $384 por vaca. (38.400 $ cada 100 vacas). Con un stock provincial de 2.310.485 vientres lo que se deja de percibir por mermas puede estimarse en $887.226.240.

3. Comentarios finales

Para la disminución de mermas tacto-marcación es necesaria una tarea de manejo e implementación de un plan sanitario ajustado a la región y recorridas frecuentes en la época prenatal y de parición para atender problemas, lo que tiene un impacto económico importante a nivel predial y regional. Por esta razón, merece la atención necesaria de los productores y los organismos públicos de extensión ya que, se aumenta la eficiencia del sistema ganadero, no requiere aportes de capital extraordinarios y el esfuerzo es compensado económica y productivamente.

4. Bibliografía

 Bavera, G. A. 2000. Curso de Producción Bovina de Carne, cap. VI. FAV UNRC.

 www.produccion-animal.com.ar

Bernardino L. Beckwith. 2003. Conferencia. Congreso Nacional de Cría, Santa Fe, sept. 2003.

 www.produccion-animal.com.ar

Chiossone, Guillermo. ‘Sistemas de producción ganaderos del Noreste argentino: situación actual y propuestas tecnológicas para mejorar su productividad; en ‘X Seminario de Pastos y Forrajes, 2006’. INTA, San Cristóbal, Argentina.intasc@inthersil.com.ar

IPCVA. Ganadería y Compromiso. Nº8. Mayo 2009.
Calvi, Mariana; Draghi, Graciela. Producción de terneros con sanidad controlada.  Noticias y comentarios. Enero 2010. Nº 454. ISSN Nº 0327-3059

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Optimizando el uso del semen sexado

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El semen bovino se debe descongelar a 35°C durante 45 segundos. Si esta temperatura no es exacta, una descongelación inadecuada puede afectar la calidad y viabilidad del semen.


Por: JODEE SATTLER (Estados Unidos)

Durante la segunda mitad del siglo XX (aproximadamente de 1955 a 2005), el rendimiento reproductivo del ganado lechero disminuyó considerablemente. Una variedad de factores –desde una mayor producción de leche, hasta una mayor endogamia y una nutrición inferior a la óptima– pueden haber contribuido a este retroceso.

Fisiólogos reproductivos, genetistas y otros expertos colaboradores de la industria láctea, algunos de ellos fueron convocados por el Consejo de Reproducción del Ganado Lechero de los Estados Unidos (DCRC, por sus siglas en inglés) para revertir esta tendencia negativa de la reproducción.

Durante la Reunión Anual del DCRC de 2022, el Dr. Paul Fricke, profesor de reproducción de ganado lechero de la Universidad de Wisconsin y especialista en Extensión, describió la “reversión”, es decir este gran cambio que comenzó en 2002, como una «revolución en la reproducción».

«El espectacular aumento de la reproducción se ha producido durante la última década (más o menos)», decía Fricke.

Si bien la mejora de la genética, la nutrición y los protocolos de manejo ayudaron a mejorar la reproducción del ganado lechero, la adopción de programas de fertilidad, como la inseminación artificial programada (IAT) y la resincronización de la ovulación (resincronización) después de un diagnóstico de falta de preñez, jugó un papel importante en el aumento del rendimiento reproductivo. Además, combinar los programas de fertilidad con nuevas tecnologías para la detección del estro, basadas en sistemas de seguimiento de la actividad, ayudó eficazmente a lograr mejores tasas de preñez.

Estrategias que conducen al progreso reproductivo

Durante esta revolución, el rendimiento y la economía del semen sexado mejoraron. Sin embargo, el rendimiento del semen sexado todavía está por detrás del rendimiento del semen convencional. El uso de semen sexado aumenta el progreso genético en los rebaños lecheros a través de una mayor intensidad de selección de madres (Khalajzadeh et al., 2012).

Otras estrategias incluyen pruebas genómicas o de pedigrí para identificar novillas y vacas genéticamente superiores, el uso de semen sexado para inseminar novillas lecheras genéticamente superiores y vacas lactantes equilibradas para las necesidades de reemplazo (Weigel et al., 2012) y el uso de semen de bovino de carne para inseminar novillas con méritos genéticos bajos y vacas para producir terneros cruzados con mayor valor en el mercado de la carne (Ettema et al., 2017).

«Esto ha llevado a una tendencia en rápida evolución a utilizar semen Holstein sexado, semen Holstein convencional y semen de bovino de carne convencional para inseminar hembras Holstein en los Estados Unidos», decía Fricke.

Mejorar la fertilidad con semen sexado

Dado el importante papel del semen sexado para ayudar a los productores lecheros a “dimensionar correctamente” sus hatos y capitalizar la mejor genética del rebaño, Fricke centró su presentación en estrategias de manejo para mejorar la fertilidad del semen sexado en novillas no lactantes y vacas lecheras lactantes.

Fricke explicó que las novillas no responden favorablemente a los protocolos de sincronización basados ​​únicamente en GnRH y PGF2α, como Ovsynch. La “clave” es incluir un inserto de progesterona intravaginal controlado (CIDR) durante el protocolo. Esta práctica evita que las novillas muestren estro hasta que se retira el inserto CIDR, lo que aumenta la sincronía con el protocolo.

La DCRC recomienda el protocolo CIDR-Synch de 5 días (https://www.dcrcouncil.org/protocols) para novillas lecheras. Fricke observó que del 27% al 33% de las novillas presentan estro >24 horas antes de la IAT programada con el protocolo CIDR-Synch de 5 días. «Esto hace que la detección del estro durante el protocolo CIDR-Synch de 5 días sea un requisito para lograr tasas de concepción aceptables», comentó.

Lauber et al. (2021) condujeron una prueba de campo para comparar programas de manejo reproductivo para el envío de novillas Holstein a su primera inseminación con semen sexado. Los investigadores evaluaron:

  • CIDR5 (sincronización CIDR de 5 días)
  • CIDR6 (sincronización CIDR de 6 días)
  • EDAI (la PGF2α en el día 0 fue seguida por una detección de estro una vez al día [detección visual de la eliminación de tiza de la cola y otros signos] e IA)

El equipo de investigación concluyó que, aunque retrasar el retiro del dispositivo CIDR 24 horas en un protocolo CIDR-Synch de cinco días suprimió la expresión temprana del estro antes de la IAT, retrasar la eliminación del CIDR 24 horas tendía a disminuir la preñez por inseminación artificial (P/IA) en novillas inseminadas con semen sexado.

Además, el sometimiento de las novillas a un protocolo CIDR-Synch de cinco días para la primera IA tendió a aumentar el P/IA y a disminuir el costo por preñez en comparación con las novillas EDAI. Fricke explicó que la disminución del costo por embarazo se debió a la disminución de los días de alimentación. Además, esta disminución del costo cubrió con creces el costo del protocolo CIDR-Synch de 5 días y resultó en una disminución general de $17 en el costo por preñez, en comparación con las novillas inseminadas al estro, después del tratamiento con prostaglandinas.

Momento de la IA: semen sexado versus semen convencional

¿El momento óptimo de IA es diferente para el semen sexado en comparación con el semen convencional? Parece que la respuesta es «sí».

Bombardelli et al. (2016) evaluaron el uso de semen sexado en vacas lactantes con un sistema de monitoreo de actividad en vacas Jersey a IAT en función del aumento de actividad. En general, la P/IA usando semen sexado fue mayor para las vacas Jersey inseminadas entre 23 y 41 horas después del inicio de la actividad, lo cual es más tarde que el momento óptimo para el semen convencional de cuatro a 12 horas (sistema radiotelemétrico) después del inicio de la actividad de pie. (Dransfield et al., 1998) u ocho a 16 horas (sistema de monitoreo de actividad) después del inicio de la actividad (Stevenson et al., 2014).

«La inseminación posterior de vacas de alta producción utilizando semen sexado puede ser óptima para las vacas inseminadas en celo», dijo Fricke. Esto se debe a que la ovulación ocurre más tarde en relación con el inicio del estro en vacas de alta producción a medida que aumenta la producción de leche cerca del momento del estro.

Programa de fertilidad: sincronización óptima de la IA con semen sexado

¿Cuál es el momento óptimo de la IA utilizando semen sexado cuando el intervalo entre el momento de la IA y la ovulación se controla mediante un programa de fertilidad en el primer servicio? Para abordar esta cuestión, Lauber et al. (2020) sometieron a vacas primíparas a un protocolo Doble-Ovsynch para el primer servicio que incluía un segundo tratamiento con PGF2α 24 horas después del primero en la parte del protocolo de reproducción-Ovsynch como lo describen Brusveen et al. (2009).

El último tratamiento con GnRH (G2) varió entre tratamientos y IAT. Para variar el intervalo entre G2 y TAI, las vacas fueron asignadas al azar a dos tratamientos para recibir G2 16 (G2-16) o 24 (G2-24) horas antes de TAI, que se fijó en 48 horas después del segundo tratamiento con PGF2α del programa de reproducción. -Porción Ovsynch del protocolo Double-Ovsynch.

El equipo de investigación encontró que las vacas G2-24 tenían menos P/AI que las vacas G2-16 a los 34 ± 3 días (44% vs. 50%) y 80 ± 17 días (41% vs. 48%) después de la IAT. La pérdida de preñeces y la proporción de sexos fetales no difirieron entre los tratamientos. La inducción de la ovulación más temprana en relación con el IAT después de un protocolo Doble-Ovsynch disminuyó la P/AI en vacas Holstein primíparas, mientras que la pérdida de preñez y la proporción de fetos femeninos no difirieron entre los tratamientos.

Estrategia de inseminación de primer servicio

En un estudio de campo, Lauber et al. (2022) incluyeron 742 vacas Jersey en lactancia, que fueron asignadas al azar según el número de etiqueta auricular y dentro del paridad para su presentación, ya sea al primer servicio después de un protocolo Double-Ovsynch (DO) o a un protocolo para la sincronización del estro con detección del estro dos veces al día (EDAI) utilizando semen Jersey sexado.

¿Los resultados? La media de días desde PGF2α (día 24) hasta IA fue mayor para las vacas EDAI que para las DO, mientras que la proporción de vacas inseminadas fue mayor para las vacas DO que para las EDAI (100% vs. 75%). “Así, el 75% de las vacas en el tratamiento EDAI fueron detectadas en estro e inseminadas, mientras que el 25% de las vacas no fueron detectadas en estro y fueron sometidas a IAT después de un protocolo Ovsynch para el primer servicio”, informó Fricke.

En pocas palabras: este estudio encontró que las vacas Jersey lactantes sometidas a un protocolo DO para IAT en el primer servicio tenían más P/AI para semen sexado y de carne que las vacas inseminadas después de la sincronización del estro.

 

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