La fiebre aftosa (FA) sigue siendo una de las enfermedades animales de carácter epizoótico más extendidas en el mundo. Más de 100 países aún no son reconocidos oficialmente libres de la FA por la Organización mundial de sanidad animal (OIE).
La fiebre aftosa afecta a los grandes animales domésticos y silvestres. No causa mortalidades importantes como otras epizootias sino genera pérdidas económicas significativas en el mundo, en particular porque ocasiona una reducción importante de la producción de leche o de carne en las explotaciones infectadas. La mayor parte de los animales afectados no recuperan su productividad normal, ni siquiera una vez restablecidos.
La fiebre aftosa priva también a los países infectados de preciosas oportunidades de exportación para una gran parte de los productos de origen animal que podrían venderse a mercados remuneradores.
Los países que se liberaron a un gran costo de la fiebre aftosa y cuentan con un estatus reconocido libre por la OIE permanecen bajo la amenaza permanente de una reintroducción accidental o intencional y deben mantener costosos sistemas de protección en las fronteras y de vigilancia permanente de todo su territorio.
Por ello, consideramos que la acción pilotada por la OIE y las Naciones Unidas (representadas por la FAO) con miras al control mundial de la fiebre aftosa resulta particularmente oportuna y corresponde perfectamente al objetivo de la OIE que consiste en «mejorar la salud y el bienestar animal en el mundo». Este programa mundial se justifica tanto más cuanto tendría un importante impacto sobre la reducción de la pobreza en los países en desarrollo o en transición, actualmente infectados en su mayoría por esta enfermedad, y sobre la inocuidad alimentaria mundial disminuyendo las pérdidas de producción de leche y de carne asociadas al impacto de esta enfermedad.
La organización de campañas de vacunación podría dar la oportunidad de luchar al mismo tiempo contra otras enfermedades animales prioritarias realizando economías de escala.
Sesenta y cinco países han logrado obtener oficialmente el estatus de «país libre sin vacunación» votado por la Asamblea Mundial de Delegados de la OIE, lo que prueba que el objetivo de control mundial no está fuera de alcance, pero sabemos que será costoso, largo y difícil debido a la multiplicidad de las cepas víricas y a su evolución permanente, así como al coste elevado de las vacunas de buena calidad y la falta de voluntad política en ciertos países.
Por ello, la OIE y la FAO organizarán, tras el éxito de la primera Conferencia de Asunción en 2009, una Conferencia mundial sobre el control de la fiebre aftosa en Bangkok, Tailandia, que reunirá del 27 al 29 de junio de 2012 a los responsables veterinarios de los Países Miembros, a los mejores expertos mundiales, a los representantes de las organizaciones internacionales y regionales interesadas así como a la comunidad mundial de proveedores de fondos potenciales. Será un acontecimiento clave para que la OIE y la FAO lancen el inicio del control mundial de la fiebre aftosa sobre la base de la estrategia elaborada conjuntamente.
La OIE, por su parte, ya ha modificado el Código Terrestre para las enfermedades animales añadiendo la posibilidad para sus Países Miembros de someter a validación oficial por la Asamblea Mundial de Delegados ante la OIE sus programas nacionales de control de la fiebre aftosa. Esta validación permitirá sin duda alguna proteger las decisiones de inversiones que serán tomadas por sus gobiernos y facilitarán los recursos necesarios para este trabajo de largo plazo, que deberá a la larga interesar a todos los países del mundo que aún no son reconocidos oficialmente libres de fiebre aftosa por la OIE.
Recordemos que los países aún infectados por la fiebre aftosa pueden pretender al estatus oficial de país «libre con vacunación» antes de postular al estatus final de país «libre sin vacunación». Por otra parte, es posible, e incluso recomendable, elegir zonas prioritarias dentro de un país para el reconocimiento oficial de la situación sanitaria libre, antes de postular a la OIE para el reconocimiento progresivo del conjunto del territorio nacional. Este enfoque ya ha sido utilizado con éxito por numerosos Países Miembros de la OIE.
Fuentes: Agencias