Garrapatas se adaptan a la altura en nuevos hospederos

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Un muestreo realizado en 22 municipios de Cundinamarca – Colombia encontró que además de perros y ganado, la especie Amblyomma ovale aparece en nuevos hospederos silvestres como el zorro cangrejero y el grisón o huroncito.

En el país, el zorro cangrejero habita en zonas de las tres cordilleras y las regiones Caribe, Andina y Orinoquia, por lo que se puede adaptar a alturas de hasta 3.000 msnm.

El grisón habita una amplia gama de hábitats de bosques, y por lo general se encuentra en elevaciones por debajo de los 500 msnm, aunque también se puede hallar hasta los 2.000 msnm.

Durante el confinamiento por la pandemia por COVID-19 las dos especies fueron avistadas en áreas urbanas de Medellín y Bogotá.

La médica veterinaria Laura Natalia Robayo Sánchez, magíster en Salud Animal – Línea Parasitología, de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), explica que “este hallazgo es importante porque evidencia que A. ovale está ‘conquistando’ nuevas localidades en climas templados, pues por primera vez se registra en el país a más de 1.900 msnm”.

La revisión de siete colecciones de garrapatas de diferentes regiones del país y el muestreo realizado en 22 municipios de Cundinamarca evidenció que la especie A. ovale habita en regiones cuya altitud oscila entre los 43 y 1.933 msnm, como Quibdó (Chocó) y el municipio de Peque (occidente antioqueño) respectivamente.

“El resultado permite inferir que debido a las alteraciones del clima las garrapatas de la especie A. ovale, que suelen habitar en zonas más bajas, se están adaptando a ecosistemas de mayor altitud, lo cual podría impactar a otras especies animales y a los seres humanos”.

De importancia para la salud pública

A. ovale es vector de la bacteria Rickettsia parkeri, cepa “Atlantic Rainforest”, en Brasil, que causa rickettsiosis, cuyos síntomas son fiebre intermitente, dolores de cabeza, lesiones en la piel, cansancio y debilidad.

Además de animales domésticos y silvestres, también parasita a los humanos que ingresan a zonas boscosas, lo que implica un riesgo potencial en la transmisión de dicho patógeno, que ya ha sido identificado en Argentina, Belice, México, Nicaragua y Colombia.

Recientes estudios adelantados en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de California (Davis, Estados Unidos) han mostrado que esta variedad de garrapata tiene el doble de posibilidades de cambiar su preferencia de alimentación de los perros a las personas cuando las temperaturas aumentan.

De hecho, los casos de fiebre maculosa de las Montañas Rocosas causada por otra especie de Rickettsia han aumentado en ese país en las últimas dos décadas, y aunque se puede tratar con antibióticos si la infección se detecta en la primera semana, si avanza, la tasa de mortalidad puede superar el 20 %.

En 2014 Antioquia registró por primera vez la cepa “Atlantic Rainforest” en dicha especie de garrapata, y en 2020 se reportó y confirmó el primer caso humano de la cepa en el mismo departamento.

En Colombia son limitados los estudios con esta especie y se encuentran algunos registros aislados en Antioquia, Chocó, Córdoba, Cundinamarca, Guaviare, Meta, Nariño, Sucre, Tolima y Valle del Cauca.

Según la magíster, su investigación profundizó en el conocimiento sobre la distribución de A. ovale en diversas regiones, y específicamente en Cundinamarca – Colombia, lo cual se podrá establecer como una línea base para futuros estudios en bioecología y patógenos asociados en este artrópodo de interés en salud pública.

Agrega que estos resultados son importantes tanto para la población en riesgo como para los médicos, médicos veterinarios o biólogos.

Nuevos registros

El estudio estableció nuevos registros de A. ovale en las siete colecciones acarológicas visitadas que son: Antioquia (Peque), Arauca (Fortul), Chocó (Alto Baudó, Quibdó, Lloró, Tutunendo y Puerto Peña), Cundinamarca (Girardot y Nilo) y Santander (Betulia) – Colombia.

En las salidas de campo a 22 municipios de Cundinamarca, de 4 provincias diferentes, la investigadora colectó muestras –en perros y gatos con acceso a zonas boscosas– 36 hembras y 41 machos adultos de A. ovale.

De los municipios visitados –con una altitud de entre los 459 y 1.359 msnm–, 5 evidenciaron presencia de A. ovale: La Peña, Nilo, Nocaima, Tocaima y Villeta.

A partir de las muestras tomadas la magíster estableció una colonia de garrapatas bajo condiciones de laboratorio para analizarlas morfológica y genéticamente en sus diferentes momentos de crecimiento: larva, ninfa y adulto.

“El aporte al conocimiento básico de este vector apoyará a la formulación de políticas y estrategias de los servicios de vigilancia, prevención y control de salud que involucren A. ovale y sus enfermedades asociadas, las cuales tienen un impacto significativo en comunidades rurales y urbanas en el país.

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