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Ganadería de Isla: Unirse para Asegurar la Alimentación del Rodeo

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Un grupo de nueve pequeños productores de la ciudad santafesina de Helvecia lograron –con el apoyo del INTA (Argentina) – producir hasta 12 rollos de 500 kilos por hectárea.de su propio forraje y generar reservas alimenticias para las épocas de emergencia que, en algunos casos, comercializan.

“Uno corre tras la liebre y otro, sin correr, la alcanza”, reza el conocido refrán que hace alusión a la importancia de tener una estrategia y que, con la debida anticipación, se pueden enfrentar las dificultades. Con esta premisa, un grupo de nueve productores ganaderos de isla, en la localidad santafesina de Helvecia, lograron –con el apoyo del INTA– producir su propio forraje y generar reservas alimenticias para las épocas de emergencia que, en algunos casos, comercializan.

“Estábamos cansados de depender de las adversidades climáticas, cada vez más frecuentes y prolongadas, como las crecientes del río, la falta de islas y la escasez de pasturas para el ganado”, recordó Blanca Sonzogni –productora del grupo “Costa Helveciana”–.

El grupo, conformado por nueve productores ganaderos de isla, se acercó al INTA con el claro objetivo de hacer más eficiente su actividad, al tiempo de contar con las herramientas necesarias para enfrentar las constantes adversidades: “Decidimos capacitarnos sobre pastoreo rotativo y acumulación de pastos para épocas de crisis para generar nuestros propios forrajes y hacer un manejo diferente de los animales”, detalló.

Jorge Pane –veterinario del INTA San Javier, Santa Fe– aseguró que con el grupo de productores tiene un vínculo “estrecho y cotidiano”, como consecuencia de tantos años de trabajo en equipo. Asimismo, destacó su desarrollo innovador y los consideró “un modelo a seguir en la zona”.

Por su parte, Sonzogni recordó con alegría: “De la mano de los extensionistas del INTA, pudimos fortalecernos como grupo y priorizar nuestras necesidades”, quien, además, aseguró que fruto de los encuentros detectaron que la principal demanda que tenían en común era la producción de alimentos para los animales.

Por su parte, Gabriel Macedo –productor del grupo “Costa Helveciana”– destacó los encuentros con el INTA por permitirle “aprender a trabajar como grupo y a planificar para no depender de los cambios del río” y agregó: “Somos productores chicos y no tenemos muchas posibilidades de comprar reservas en el momento en que todo sale caro”.

Para los excedentes de pasto, el grupo compró de manera conjunta una cortadora, una arrolladora, un rastrillo, una hiladora y una fumigadora para hacer rollos de reserva para las épocas de crisis. Fruto de este progreso, los productores tienen rollos todos los años y hacen pastoreo rotativo con el pasto sobrante.

“La adquisición conjunta del equipo de reserva nos permite sembrar nuestras pasturas y confeccionar nuestras propias reservas forrajeras”, indicó Macedo quien aseguró: “Al tener nuestras propias reservas forrajeras logramos una estabilidad que antes no teníamos”.

“Hay casos –detalló Pane– que consumieron el 80 % de las reservas y comercializaron el resto, lo que les permitió financiar la compra de nuevas maquinarias” y agregó: “Incluso, hay productores que le elaboran los rollos a los vecinos y aportan ese dinero al grupo”.

Macedo fue más allá y, emocionado, reconoció: “Todo esto nos hizo crecer como grupo y como personas. El estar unidos y asesorados nos permitió generar grandes cambios productivos que hoy nos habilitan a llevar adelante técnicas como el destete precoz y la revisación de toros”, aseguró, al tiempo que dice haberse convertido en “un grupo modelo para los vecinos productores”.

Y puntualizó que “en la zona no había una cultura de trabajo grupal y tampoco se llevaban adelante grandes cambios productivos, porque era una ganadería más extensiva”.

Por su parte, Sonzogni indicó: “Como grupo nos basamos en la confianza, la solidaridad y el respeto mutuo. No hay papeles firmados que nos unan” y lo ejemplificó: “De la misma manera que hicimos la compra de maquinarias, nos coordinamos para utilizarlas. Así, nos aseguramos de que cada uno tenga en su campo los alimentos para hacer el pastoreo rotativo o el suplemento en rollos”.

El grupo, conformado por nueve productores ganaderos de isla, se acercó al INTA con el objetivo de hacer más eficiente su actividad.

Cuando el saber es poder

Hace nueve años el grupo implanta Brachiaria, una pastura megatérmica y perenne que, si bien tiene un valor nutritivo relativamente bajo, su inclusión en la dieta de los modelos de cría, recría de vaquillonas de reposición e invernadas largas, mediante el pastoreo directo, ofrece buenos rendimientos.

“Tenemos muchos campos con salinidad muy alta”, especificó Macedo quien destacó el asesoramiento del INTA: “Gracias a que nos impulsaron a implantar pasturas subtropicales, como Grama Rhodes y Brachiarias, es que pudimos aumentar la carga de animales por hectárea”.

En este sentido, Pane consideró “un éxito” las experiencias de adaptación en los campos salinos y arenosos con sorgo forrajero y pasturas megatérmicas: “Logramos rendimientos de hasta 12 rollos de 500 kilos por hectárea”.

Se trata de productores que tienen entre 100 y 200 hectáreas de campo que dedican 15 hectáreas a la producción de pasturas megatérmicas, lo que les permite tener una mayor carga animal.

A su vez, Pane explicó que tienen pasturas implantadas hace 6 años que no se pastorean, sino que las cortan, dejan que rebroten en primavera y se sequen en invierno. Todo ello, acompañado de una correcta fertilización. “Este mecanismo nos permite proteger a las pasturas del daño ocasionado por el pisoteo de los animales”, detalló Pane.

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Girolando, la mejor alternativa para la producción lechera en climas cálidos

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Con una producción promedio de 5.000 litros de leche durante 305 días bajo el calor del clima tropical, estas terneras presentan una mayor resistencia y adaptación al entorno, lo que aumenta sus tasas de supervivencia. Estas cualidades las destacan en un país donde la cría de terneras enfrenta tasas de mortalidad de hasta el 25 %. Las terneras Girolando pueden producir en promedio 5.000 litros de leche durante 305 días en climas cálidos. Fotos: Felipe Argoty, magíster en Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia sede Palmira.

En Colombia la producción lechera afronta una crisis marcada por los altos costos tanto de los insumos importados utilizados por la industria como de los alimentos concentrados para el ganado, además de factores como la tendencia al bajo consumo en el mercado y el encarecimiento de las tierras en zonas tradicionales de ganadería, entre otros, situación que ha obligado a los productores a buscar nuevas alternativas que permitan mantener la rentabilidad del negocio y reducir las pérdidas.

Foto. La cría de terneras enfrenta tasas de mortalidad de hasta el 25 %

Cerca del 80 % de la producción de leche proviene de animales con composición genuina en su genética, escenario en el que resaltan las terneras Girolando, una raza que toma y supera lo mejor del cruzamiento entre la productividad de la Holstein y la rusticidad de la Gyr, lo que les permite adaptarse a altas temperaturas, ser más tolerantes a parásitos y poderse pastorear en condiciones adversas, características que las convierten en la mejor opción para climas tropicales como los de Tolima, Valle del Cauca, Magdalena Medio y los Llanos Orientales y la Costa Caribe, en donde han demostrado un rendimiento superior.

En la industria lechera la etapa más crítica es la cría de las terneras, ya que es cuando los animales dependen de una adecuada alimentación y cuidados especiales para asegurar su supervivencia y óptimo desarrollo. Además de ser costosa, esta fase se asocia con altos índices de mortalidad, en particular por problemas de nutrición.

Ante este problema, durante su Maestría en Ciencias Agrarias en la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira, el zootecnista Luis Felipe Argoty López evaluó mediante tres experimentos alternativas para mejorar la rentabilidad durante la cría, con dietas menos costosas pero con el aporte nutricional necesario para evitar problemas de crecimiento y desarrollo, clave en la crianza de reemplazo, cuando preparan a las terneras para que se conviertan en futuras vacas lecheras que renueven el hato y mantengan la productividad del sistema.

Foto. En Colombia cerca del 50 % de la producción de leche proviene de cruces de toros y cebús.

El Estudio

En la investigación se analizó el crecimiento y desarrollo ruminal (ingesta de alimento sólido) de 19 terneras Girolando F1 con edades entre 14 y 22 meses, en el corregimiento de Santa Rosa de Tapias, municipio de Guacarí (Valle del Cauca).

Para el trabajo se hicieron 3 grupos de animales con sendos tratamientos. A los del primer grupo (grupo control) se le suministraron 4 litros de leche al día, repartidas en dos tomas, y concentrado comercial; al segundo, 4 L de leche distribuidos en tres tomas, más consumo de alimento experimental; y al tercer grupo, 4 L de leche distribuidos en tres tomas, más consumo de alimento comercial. A todos los tratamientos se les suministró pasto pangola y agua a voluntad.

Sobre el alimento experimental, el investigador explica que “hicimos ajustes dentro de la proteína, la pusimos un poco más disponible dentro de la dieta de las terneras, usamos soya, maíz, algunos cereales, premezclas, un promotor de crecimiento ruminal y lo que utilizan todos los alimentos concentrados, porque el reto era hacer un concentrado experimental similar en composición al comercial, pero con algunas mejoras”.

Foto. El estudio se realizó con 19 terneras en el corregimiento de Santa Rosa de Tapias (Valle del Cauca)

También recolectó muestras de sangre cada 15 días, para analizar metabolitos como proteína, albúmina, globulinas, calcio, betahidroxibutirato (BHB) y cortisol. Así mismo evaluó parámetros biométricos como edad, peso, circunferencia, altura, ganancia de peso, consumo promedio y conversión alimenticia. Cada variable evaluada se analizó estadísticamente a través de un modelo mixto de medidas repetidas.

Aunque en la ganancia de peso los resultados no arrojaron diferencias significativas entre los tratamientos, entre muestreo sí las hubo y se evidenció que la edad de los animales influye en la concentración de proteínas en la sangre y que el BHB permite conocer indirectamente el desarrollo ruminal.

También se evidenció que “la edad de los animales influye en la concentración de proteínas en la sangre y que el BHB permite conocer indirectamente el desarrollo ruminal”.

Foto. Con la raza Girolando se puede obtener una producción lechera más competitiva y menos dependiente de razas europeas

El investigador destaca que, “este indicador sugiere que las terneras están desarrollando su rumen de forma óptima, lo cual es esencial para una digestión eficiente, y en última instancia para su futura capacidad de producir leche”.

También se registraron bajos niveles de cortisol en la sangre, una hormona que se libera en respuesta al estrés y puede afectar el crecimiento y la salud general del animal. Altos niveles de este indican que las terneras están experimentando estrés, lo que puede influir negativamente en su sistema inmunológico y reducir su capacidad de aprovechar nutrientes, afectando el desarrollo del rumen y la futura producción de leche.

“Si logramos que más productores opten por razas como la Girolando, tendríamos una producción lechera más competitiva y menos dependiente de razas europeas, cuya adaptación a nuestras condiciones es limitada”, anota el magíster.

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