Un grupo de científicos mexicanos del Centro Nacional de Proyección Térmica (Cenaprot), perteneciente al Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) Unidad Querétaro, desarrolló un implante para el reemplazo total de cadera hecho con huesos de bovinos, dando solución aun grave problema de salud pública.
En la edición 22 de la Semana Nacional de Ciencia y Tecnología (Sncyt) que se realiza en el Zócalo capitalino, Juan Muñoz Saldaña, responsable del Cenaprot, detalló que actualmente existe en México una gran demanda de este tipo de implantes, alrededor de 200 mil al año, los cuales tienen un elevado costo; además de que la mayoría de los que se colocan son prótesis hechas de lingotes metálicos de cobalto o titanio, a los cuales se les aplica una recubierta cementada con polimérico que muchas ocasiones genera rechazo una vez que son colocadas en el cuerpo humano, lo cual es un problema porque el proceso de colocación de los implantes en la cadera es intrusivo.
«Generalmente hay que cortar el fémur del paciente y, si el implante genera rechazo, puede ocasionar problemas mayores como infección en el hueso, entre otros, que incluso pueden ser más graves que los que originalmente tenía el paciente».
El implante que se esta desarrollando en la empresa mexicana Mextrauma en proyecto conjunto con el Cinvestav, con el apoyo del Programa de Estímulos a la Innovación (PEI), es del tipo no cementado, utilizando materiales biológicos o biodesechos (como el hueso de bovino) que aprovecha sus propiedades biocompatibles para aplicar el recubrimiento biocompatible, explicó el miembro nivel II del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Explicó que el hueso de bovino es sometido a un proceso químico a través del cual se obtiene la hidroxiapatita, que es un material cerámico con propiedades de biocompatibilidad y que ayuda en el proceso de la osteo-regeneración.
Señaló que se espera que este tipo de materiales presenten el doble de vida útil, ya que mientras las prótesis cementadas tienen una duración de 10 años, el implante desarrollado por los científicos mexicanos tendrá un periodo de vida de al menos 20 años.
«Se espera reduzca los costos de producción y de venta de este tipo de implantes ya que para su elaboración se emplearán técnicas de bajo costo», indicó el investigador.
«El procesamiento de hidroxiapatita con técnicas de rociado térmico no es algo nuevo en el mundo, esta se ha establecido a nivel comercial principalmente en países como Inglaterra y Francia; sin embargo, las técnicas usadas, normalmente por métodos basados en alto vacío son muy costosas tanto en infraestructura como en operación».
«Nosotros entendimos que si queremos convencer a la industria mexicana, que normalmente son empresas pequeñas o medianas, necesitamos implementar técnicas más económicas porque estas no pueden invertir en infraestructura de casi una decena de millones de pesos, porque eso implicaría recuperar su dinero en un plazo muy grande», explicó.
Aseveró que están apostando por técnicas de bajo costo, como la técnica de combustión de oxígeno de alta velocidad que es un técnica ultrasónica que requiere una inversión no mayor a 1.5 millones de pesos.
Explicó que ya se realizaron las pruebas in vitro y están por concluir las pruebas in vivo, para después probarse en humanos y luego de realizar la transferencia tecnológica a la industria, así que todavía tardará un par de años para que esta innovación salga al mercado.