El cannabis es una planta muy versátil, pues además de sus 25 mil aplicaciones puede ayudar en el combate de la contaminación ambiental, especialmente el cáñamo o cannabis industrial a al que se le ha llamado “cultivo maravilla”. Para empezar, es de las plantas que más dióxido de carbono puede absorber de la atmósfera durante su cultivo, esta característica muy atractiva hoy en día.
El CO2 es uno de los gases contaminantes más abundantes, en años recientes ha llegado a los niveles más altos en la historia de la humanidad, para marzo de este año se registraron más de 417 partes por millón. La alta presencia de este gas en la atmósfera contribuye al efecto invernadero que evita que el calor de la superficie se disipe, contribuyendo al calentamiento global, derretimiento de los polos, subida en los niveles del nivel del mar y al cambio climático.
Cada hectárea de cáñamo absorbe del aire entre 20 y 30 toneladas de CO2 por año, pero ahí no acaba, una vez cosechado, cada tonelada de cannabis fijará en sus tejidos otros 325 kilos de dióxido de carbono. La agricultura está entre las industrias que más CO2 generan, se calcula que aporta hasta 12.5% del dióxido de carbono emitido por actividades humanas, que se traduce en 10 mil millones de toneladas. El cáñamo puede sustituir a varias materias primas ya que con las fibras de esta planta se pueden fabricar productos biodegradables a partir de tela, papel y plástico.
Las telas de cáñamo son suaves y resistentes, por lo que serían un sustituto ideal para el algodón es el cultivo más utilizado por la industria textil y uno de los más contaminantes. Para producir un kilo de algodón se requieren de hasta 10 mil litros de agua, para producir uno de fibras de cáñamo tan solo 500, además, las variedades industriales de cannabis se cultivan casi sin usar agroquímicos o pesticidas, mientras el algodón requiere grandes cantidades de estas sustancias, que terminan por contaminar los suelos, además, las prendas hechas con tela de cáñamo pueden durar hasta 4 veces más.
El cáñamo también combate a la deforestación. Actualmente 42% de la madera talada a nivel mundial es usada para fabricar las más de 420 millones de toneladas de papel que consumimos en todo el planeta y aun así hay desabasto, tan solo en 2020 en México hubo solicitudes de compra por más de 150 mil toneladas de cartón que no pudieron ser cubiertas, de acuerdo con información de la Asociación Nacional de Fabricantes de Cajas y Empaque de Cartón Corrugado y Fibra Sólida, ANFEC.
El papel de cáñamo es el sustituto ideal, mientras un árbol que se pueda aprovechar para pulpa puede tardar décadas el cannabis está listo en 120 días, además, una hectárea de esta planta producirá cuatro veces más material para papel que un área similar llena de árboles. Los plásticos basados en cáñamo también tienen muchos beneficios, pues se pueden degradar en tan solo 80 días, a diferencia de los que están hechos con petróleo que tardan cientos de años en descomponerse. Usar plásticos biodegradables reduciría en gran medida las más de 8 mil millones de toneladas de plásticos que cada año llegan a los océanos y envenenan sus ecosistemas.
Actualmente se desarrollan nuevos materiales basados en cannabis que sustituyan de forma sostenible a los productos que tenemos comercialmente disponibles actualmente, pero cuya fabricación implica contaminar el medio ambiente, un ejemplo es el hempcrete, un material de carbono negativo, es decir, que absorbe más CO2 del que emite y una vez instalado continúa secuestrando CO2 de la atmósfera.
El cáñamo lo tiene todo, absorción de CO2, materiales resistentes y sostenibles, facilidad y velocidad de cultivo, solo le falta una ley que le permita desplegar todo su potencial como el cultivo maravilla que es.