El grupo TGT ha invertido más de 25 millones de euros en una biotecnológica que desarrolla una vacuna contra la tuberculosis y que ahora podría ser eficaz contra el SARS-COV-2.
La biotecnológica catalana Archivel comunicó la semana pasada el inicio de los ensayos clínicos de la primera vacuna española para el Covid-19. A diferencia de lo que ocurre habitualmente en este sector, detrás de esta start up no hay un elenco de fondos de capital riesgo especializados, sino el grupo TGT, el líder nacional del mercado del queso, que lleva invertidos en esta empresa una cantidad cercana a los 25 millones de euros.
TGT es una empresa familiar con sede en Viladecans (Barcelona) especializada en la importación de quesos europeos, así como en la elaboración y venta de especialidades españolas. El año pasado, la compañía, que cuenta con cerca de 400 marcas, obtuvo una facturación de 383 millones, un 5% más.
El grupo entró en Archivel en 2011. Lo hizo por voluntad de su anterior presidente y fundador, Teodoro García, que quiso echar una mano a su amigo Pepe Martínez, empresario que había hecho fortuna en el campo de la perfumería. Ambos se conocían desde pequeños, pues habían compartido infancia el municipio de Archivel, en Murcia.
Martínez fundó la empresa Archivel en 2005 junto a Pere-Joan Cardona, investigador del Hospital Germans Trias (Can Ruti) de Badalona, con el objetivo de encontrar una nueva vacuna más eficaz para la tuberculosis. El empresario apostó por la biotecnología porque estaba decidido en invertir su fortuna en un proyecto de impacto social. Sin embargo, el desarrollo resultó más costoso de lo inicialmente esperado y tuvo que recurrir a TGT.
El proyecto ha sufrido más de un vaivén pero el equipo se ha mantenido firme y actualmente la vacuna, conocida como Ruti, encarrila la fase final de tres ensayos clínicos en fase II. En estos años, Teodoro García hijo sucedió a su padre al frente de TGT tras la muerte de éste y decidió mantener el compromiso con Archivel.
La introducción de la vacuna Ruti en Covid-19 sigue la estela de su gran rival. «Uno de los primeros fármacos que se probaron contra el coronavirus fue la vacuna BCG, que se utiliza para la tuberculosis desde hace 100 años, ya que se sabe que refuerza la inmunidad innata frente a infecciones respiratorias», explica Luis Ruiz-Ávila, director general de Inmuni Therapeutics, spin-off de Archivel para luchar contra el SARS-CoV-2.
Actualmente, hay en marcha cerca de una veintena de ensayos con BCG en Covid-19. Ruiz-Avila afirma que Ruti tiene propiedades que sugieren que obtendrá una mejor respuesta terapéutica que su rival. El investigador señala que, a diferencia de los candidatos de Astra Zeneca o Moderna, que atacan directamente al virus, Ruti es una vacuna no específica que activa el sistema inmunitario. «La OMS tiene claro que para combatir el Covid será necesario tener una combinación de vacunas. Ruti puede ser un buen complemento a una vacuna específica», explica.
Inmuni Therapeutics, que ha abierto una ronda de dos millones en Capital Cell, ha iniciado un ensayo clínico en Argentina y espera poder hacerlo en México e Italia. En España, la investigación la liderará de forma independiente el Hospital de Can Ruti. En total, participarán cerca de 450 pacientes.