Crisis Obliga a Ganaderos Venezolanos a Reemplazar la Producción de Queso

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La caída en el consumo de la leche líquida, que ha sido reemplazada por la leche en polvo, y la falta de gasolina para transportar el producto, obligó a los lecheros de Venezuela a la elaboración de quesos duros.

El panorama de la ganadería en Venezuela se torna cada vez más complicada. De acuerdo con el Instituto Venezolano de la Leche y la Carne, Invelecar, la caída en la demanda (consumo de 45 litros por persona en 2020) obliga a la industria láctea a producir lo que se venda, como la leche en polvo y otros derivados.

Este panorama evidenció una especie de “migración” hacia la producción de queso duro y otros derivados de la leche.

Carlos Albornoz, presidente de Invelecar, (dijo que) el año pasado se consumieron entre 45 y 50 litros por habitante, muy por debajo de los 120 litros que recomienda la agencia de Naciones Unidas para Alimentación y Agricultura (FAO).

Sin embargo, reconoció que el año anterior el número de vacas ordeñadas estuvo entre 800 000 y 900 000, cifras similares a las de 2019 y equivalentes a entre 3,2 millones y 3,5 millones de litros de leche diarios.

Sin embargo, Roger Figueroa, presidente de la Cámara Venezolana de la Industria Láctea (Cavelac), en diálogo con un diario venezolano, menciona que, pese a que el sector sigue aprovechando entre 10 % y 12 % de la producción para procesar sus productos, algunos industriales han tenido que hacer ligeros cambios en sus ofertas.

“La leche pasteurizada, por ejemplo, no se consigue en el mercado de la misma forma que antes por una restricción en la demanda. No puedes comprar 300 000 litros para procesarlos de esa forma porque no tienes mercado para venderlos. En cambio, te pones a hacer otras cosas, como leche en polvo, quesos, etcétera”, explica.

Esta teoría es reforzada por Albornoz, quien sostuvo que los productores ante la falta de combustible en los acopios e industrias ha hecho que disminuya la búsqueda de leche a puerta de finca, razón que dio pie a que los productores “migren” a la producción de queso duro para rallar para no perder la materia prima.

“La recolección de leche tiene que ser diaria, a tempranas horas de la mañana, porque es un producto que se descompone muy fácilmente (…) Con todo y eso, el precio promedio a en la finca del queso duro en el segundo semestre de 2020 fue mucho más bajo que en el primero”, detalló.

Según las cifras del Instituto Venezolano de la Leche y la Carne, y reveladas por Crónica Uno, estima que junio de 2020 el precio promedio del queso llanero en finca fue de USD 2,23 por kilo, mientras que en diciembre fue 2,03 dólares y al 18 de enero de este año era de $2,07. El promedio anual en 2020 fue 2,15 dólares por kilo, y alcanzó su pico en marzo ($3,04).

De manera que, asegura Albornoz, “la actividad está en niveles mínimos” porque hasta la nueva modalidad que están usando los productores “apenas alcanza para sustentar el negocio”, y teme que haya quienes estén descapitalizándose vendiendo las reses, aun con la poca matanza que hay por el bajo consumo de carne (tres kilogramos per cápita al año).

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