Amaltea culmina una herramienta de gestión de explotaciones caprinas para mejorar su manejo y sostenibilidad.
El Grupo Operativo ‘Implementación de un sistema de asesoramiento para la gestión sostenible del caprino andaluz’, más conocido como Amalt
ea, ha finalizado el diseño y desarrollo de un dispositivo de manejo que permitirá realizar un seguimiento económico, técnico, medioambiental y social de las explotaciones con el objetivo de optimizar recursos e impulsar la rentabilidad y sostenibilidad de las ganaderías.
Tras dos años de estudio, el equipo formado por investigadores de la Universidad de Sevilla, la Federación Andaluza de Asociaciones de Ganado Caprino de Raza Pura (Cabrandalucía) y Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía ha conseguido simplificar la gestión de las explotaciones caprinas al aunar en una sola aplicación y metodología diferentes programas existentes en el manejo de las ganaderías.
La plataforma desarrollada unifica el conocimiento adquirido durante más de 20 años de gestión por las asociaciones que conforman Cabrandalucía en una versión 2.0, en cuanto a movilidad, y una ERP (sistema de planificación de recursos empresariales), en un sistema cloud que permite sincronizar ambas herramientas y gestionar la granja en tiempo real. Además de la parte económica, la Universidad de Sevilla ha implementado dos novedosos módulos, uno ambiental y otro social. A través del módulo medioambiental se ha registrado y monitorizado la emisión neta de gases de efecto invernadero, así como las capturas de carbono, para calcular la huella de carbono de las explotaciones. Por otro lado, el equipo ha incluido parámetros de carácter social, ya que recoge información sobre la calidad de vida y de trabajo de las personas ganaderas o el bienestar animal, entre otros datos.
Para el desarrollo de la herramienta, el grupo operativo ha contado con la colaboración de 26 ganaderías caprinas de raza autóctona asociadas a Cabrandalucía, tanto de orientación láctea como cárnica, repartidas por el territorio andaluz. En ellas se han recabado datos sobre ingresos y gastos, así como cuestiones relacionadas con el manejo, principalmente alimentario, que han permitido realizar un análisis técnico y económico de las mismas y de los diferentes modelos de gestión.
En este sentido, según los resultados obtenidos, el caprino andaluz de aptitud láctea se puede clasificar en cuatro tipos según su manejo alimentario y todos ellos son rentables siempre y cuando se realice una buena gestión, un aprovechamiento óptimo de los recursos de la finca y se optimice la mano de obra.
Por otro lado, se ha constatado la gran dependencia de la ganadería caprina de orientación cárnica de las ayudas, dado el insuficiente valor que alcanza el cabrito en el mercado. De ahí que las conclusiones del estudio recojan la necesidad de reconocer y remunerar otros servicios ecosistémicos que ofrece este tipo de ganado; es decir, su labor a la hora de conservar el medio ambiente, prevenir incendios o fijar población al medio rural.