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Cómo evitar las muertes por diarrea neonatal en terneras de Guachera y las pérdidas económicas asociadas

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Autores: Vet. MSc. phD. Darío Caffarena, Vet Federico Giannittil, MV MSc. PhD. Caroline Silveira, MV MSc. PhD. Gustavo Gastall, Lic. Bioq. MSc. PhD. Martín Fraga, DMV Msc. PhD. Alejo Menchaca.

Plataforma de Investigación en Salud Animal, INIA.

UA Salud de los Rumiantes, FVet, Udelar.

La mortalidad en la crianza es un indicador de salud y bienestar animal. Las terneras suelen ser una categoría relegada, ya que no aportan una producción inmediata. Sin embargo, su muerte se traduce en la pérdida de la producción futura y los ingresos asociados, lo que en economía se denomina «lucro cesante’. Desde la Plataforma de investigación en Salud Animal de INIA, junto con expertos en sistemas lecheros y economía, desarrollamos un modelo bio económico que simula la vida útil de una hembra lechera bajos las condiciones promedio de Uruguay, con el objetivo de dimensionar las pérdidas económicas debidas a mortalidad de terneras para el sector primario.

Dimensión del problema

Estimamos que el costo total de criar una hembra desde el nacimiento hasta los 75 días de vida (edad promedio al desleche en tambos del país) fue USS 130 y desde el nacimiento hasta el primer parto (33 meses de vida) fue de USS 590, respectivamente. Los costos de alimentación y mano de obra fueron los principales contribuyentes al costo total. La edad al repago de una hembra lechera fue de 53 meses de vida, representando el cuarto mes de su segunda lactancia. El lucro cesante para el sector primario de una ternera que muere en la etapa de crianza fue en promedio de USS 2.679. Considerando este monto y la mortalidad de terneras reportada en Uruguay (15,2 % anual), estimamos una pérdida anual de USS 9.412.694 para el sector primario. Esto equivale a 21 .889.986 L de leche que no se remitieron a industria o quesería artesanal, con el consiguiente impacto adicional para el sector.

 ¿Cómo disminuir las pérdidas?

La diarrea neonatal es la principal causa de muerte de terneras de guachera. Por lo tanto, para disminuir estas pérdidas, es necesario controlar la diarrea. Este síndrome es debido a múltiples factores, incluyendo factores del huésped (inmunidad, condición corporal), del ambiente (alimentación, clima, hacinamiento, estrés, confort, higiene) y de los patógenos involucrados (dosis infectiva, virulencia). Entre los patógenos se encuentran virus, bacterias y parásitos. La muerte de los terneros afectados se debe a la deshidratación (pérdida de agua y electrolitos) y acidosis metabólica (disminución del pH sanguíneo), principalmente en animales que no son tratados a tiempo.

El grado de deshidratación de los terneros se dimensiona según él % de agua perdida en función del peso vivo (PV). Los animales con deshidratación moderada (6 a 8% de PV) manifiestan disminución de consumo de leche, depresión moderada (mayor lentitud en responder), ojos hundidos, reflejo de succión modernamente reducido y una duración del pliegue cutáneo de 3 a 5 segundos, evaluando mediante pellizcos de la piel del cuello p parrilla costal. Los terneros con este grado de deshidratación deben de ser tratados con sales de rehidratación oral (SRO), evitando que lleguen a una deshidratación severa ( > 8 % de deshidratación) que requiera del uso de una terapia intravenosa para compensar al animal, con menores probabilidades de éxito cuanto mayor sea el grado de deshidratación. Debe considerarse que una ternera con diarrea acuosa severa puede perder 13-21% del PV de agua diariamente. Esto equivale, en un animal de 40 kilos, a una pérdida de 0,35 L de agua/hora con el consecuente pasaje de una deshidratación moderada a una severa en solo 1,5-3 h (Tabla 1).

Tabla 1: Parámetros que estimar el grado de deshidratación y tratamiento en terneros diarreicos

La administración de SRO es prioritaria en los casos en los cuales el reflejo de succión está aún presente, tanto por la practicidad de suministrarlas (vía oral) como por los volúmenes que podemos administrar. Además, la presencia del reflejo de succión indica que todavía la deshidratación es moderada por lo que el pronóstico es mejor.

Hay distintas SRO  disponibles en el mercado, consulte con su veterinario para la elección de la misma.

Las SRO deben disolverse en agua y su administración debe realizarse en una toma cuando se deban reponer volúmenes de hasta 2 L/día, o en dos tomas cuando la cantidad de líquido a reponer sea >2 L/día. Lo ideal es alternar la administración de SRO con el suministro de la leche/sustituto lácteo (SL).  Por ejemplo, si se da leche/SL a primera hora de la mañana y a La tarde, administrar las SRO sobre el mediodía si fuese en una toma y al mediodía y a la tardecita si fuera en 2 tomas. se puede utilizar balde, mamadera o sonda buco esofágica. Una premisa importante es que el animal debe tomar el total de lo que se le ofrece. Cuando existan sobrantes tras administrar SRO con balde o mamadera, estos deben administrarse mediante sonda buco esofágica. Aunque algunas SRO vienen formuladas para suministrar en la leche, esta práctica no es recomendada porque la cantidad de agua que tiene la leche no es suficiente para compensar la deshidratación.

Conclusiones:

  • La muerte de terneras durante la crianza tiene un impacto económico importante para los productores.
  • La diarrea es la principal causa de muerte en terneros de Guachera.
  • La rehidratación precoz con SRO es la clave para la sobrevivencia de terneros diarreicos.

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Optimizando el uso del semen sexado

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El semen bovino se debe descongelar a 35°C durante 45 segundos. Si esta temperatura no es exacta, una descongelación inadecuada puede afectar la calidad y viabilidad del semen.


Por: JODEE SATTLER (Estados Unidos)

Durante la segunda mitad del siglo XX (aproximadamente de 1955 a 2005), el rendimiento reproductivo del ganado lechero disminuyó considerablemente. Una variedad de factores –desde una mayor producción de leche, hasta una mayor endogamia y una nutrición inferior a la óptima– pueden haber contribuido a este retroceso.

Fisiólogos reproductivos, genetistas y otros expertos colaboradores de la industria láctea, algunos de ellos fueron convocados por el Consejo de Reproducción del Ganado Lechero de los Estados Unidos (DCRC, por sus siglas en inglés) para revertir esta tendencia negativa de la reproducción.

Durante la Reunión Anual del DCRC de 2022, el Dr. Paul Fricke, profesor de reproducción de ganado lechero de la Universidad de Wisconsin y especialista en Extensión, describió la “reversión”, es decir este gran cambio que comenzó en 2002, como una «revolución en la reproducción».

«El espectacular aumento de la reproducción se ha producido durante la última década (más o menos)», decía Fricke.

Si bien la mejora de la genética, la nutrición y los protocolos de manejo ayudaron a mejorar la reproducción del ganado lechero, la adopción de programas de fertilidad, como la inseminación artificial programada (IAT) y la resincronización de la ovulación (resincronización) después de un diagnóstico de falta de preñez, jugó un papel importante en el aumento del rendimiento reproductivo. Además, combinar los programas de fertilidad con nuevas tecnologías para la detección del estro, basadas en sistemas de seguimiento de la actividad, ayudó eficazmente a lograr mejores tasas de preñez.

Estrategias que conducen al progreso reproductivo

Durante esta revolución, el rendimiento y la economía del semen sexado mejoraron. Sin embargo, el rendimiento del semen sexado todavía está por detrás del rendimiento del semen convencional. El uso de semen sexado aumenta el progreso genético en los rebaños lecheros a través de una mayor intensidad de selección de madres (Khalajzadeh et al., 2012).

Otras estrategias incluyen pruebas genómicas o de pedigrí para identificar novillas y vacas genéticamente superiores, el uso de semen sexado para inseminar novillas lecheras genéticamente superiores y vacas lactantes equilibradas para las necesidades de reemplazo (Weigel et al., 2012) y el uso de semen de bovino de carne para inseminar novillas con méritos genéticos bajos y vacas para producir terneros cruzados con mayor valor en el mercado de la carne (Ettema et al., 2017).

«Esto ha llevado a una tendencia en rápida evolución a utilizar semen Holstein sexado, semen Holstein convencional y semen de bovino de carne convencional para inseminar hembras Holstein en los Estados Unidos», decía Fricke.

Mejorar la fertilidad con semen sexado

Dado el importante papel del semen sexado para ayudar a los productores lecheros a “dimensionar correctamente” sus hatos y capitalizar la mejor genética del rebaño, Fricke centró su presentación en estrategias de manejo para mejorar la fertilidad del semen sexado en novillas no lactantes y vacas lecheras lactantes.

Fricke explicó que las novillas no responden favorablemente a los protocolos de sincronización basados ​​únicamente en GnRH y PGF2α, como Ovsynch. La “clave” es incluir un inserto de progesterona intravaginal controlado (CIDR) durante el protocolo. Esta práctica evita que las novillas muestren estro hasta que se retira el inserto CIDR, lo que aumenta la sincronía con el protocolo.

La DCRC recomienda el protocolo CIDR-Synch de 5 días (https://www.dcrcouncil.org/protocols) para novillas lecheras. Fricke observó que del 27% al 33% de las novillas presentan estro >24 horas antes de la IAT programada con el protocolo CIDR-Synch de 5 días. «Esto hace que la detección del estro durante el protocolo CIDR-Synch de 5 días sea un requisito para lograr tasas de concepción aceptables», comentó.

Lauber et al. (2021) condujeron una prueba de campo para comparar programas de manejo reproductivo para el envío de novillas Holstein a su primera inseminación con semen sexado. Los investigadores evaluaron:

  • CIDR5 (sincronización CIDR de 5 días)
  • CIDR6 (sincronización CIDR de 6 días)
  • EDAI (la PGF2α en el día 0 fue seguida por una detección de estro una vez al día [detección visual de la eliminación de tiza de la cola y otros signos] e IA)

El equipo de investigación concluyó que, aunque retrasar el retiro del dispositivo CIDR 24 horas en un protocolo CIDR-Synch de cinco días suprimió la expresión temprana del estro antes de la IAT, retrasar la eliminación del CIDR 24 horas tendía a disminuir la preñez por inseminación artificial (P/IA) en novillas inseminadas con semen sexado.

Además, el sometimiento de las novillas a un protocolo CIDR-Synch de cinco días para la primera IA tendió a aumentar el P/IA y a disminuir el costo por preñez en comparación con las novillas EDAI. Fricke explicó que la disminución del costo por embarazo se debió a la disminución de los días de alimentación. Además, esta disminución del costo cubrió con creces el costo del protocolo CIDR-Synch de 5 días y resultó en una disminución general de $17 en el costo por preñez, en comparación con las novillas inseminadas al estro, después del tratamiento con prostaglandinas.

Momento de la IA: semen sexado versus semen convencional

¿El momento óptimo de IA es diferente para el semen sexado en comparación con el semen convencional? Parece que la respuesta es «sí».

Bombardelli et al. (2016) evaluaron el uso de semen sexado en vacas lactantes con un sistema de monitoreo de actividad en vacas Jersey a IAT en función del aumento de actividad. En general, la P/IA usando semen sexado fue mayor para las vacas Jersey inseminadas entre 23 y 41 horas después del inicio de la actividad, lo cual es más tarde que el momento óptimo para el semen convencional de cuatro a 12 horas (sistema radiotelemétrico) después del inicio de la actividad de pie. (Dransfield et al., 1998) u ocho a 16 horas (sistema de monitoreo de actividad) después del inicio de la actividad (Stevenson et al., 2014).

«La inseminación posterior de vacas de alta producción utilizando semen sexado puede ser óptima para las vacas inseminadas en celo», dijo Fricke. Esto se debe a que la ovulación ocurre más tarde en relación con el inicio del estro en vacas de alta producción a medida que aumenta la producción de leche cerca del momento del estro.

Programa de fertilidad: sincronización óptima de la IA con semen sexado

¿Cuál es el momento óptimo de la IA utilizando semen sexado cuando el intervalo entre el momento de la IA y la ovulación se controla mediante un programa de fertilidad en el primer servicio? Para abordar esta cuestión, Lauber et al. (2020) sometieron a vacas primíparas a un protocolo Doble-Ovsynch para el primer servicio que incluía un segundo tratamiento con PGF2α 24 horas después del primero en la parte del protocolo de reproducción-Ovsynch como lo describen Brusveen et al. (2009).

El último tratamiento con GnRH (G2) varió entre tratamientos y IAT. Para variar el intervalo entre G2 y TAI, las vacas fueron asignadas al azar a dos tratamientos para recibir G2 16 (G2-16) o 24 (G2-24) horas antes de TAI, que se fijó en 48 horas después del segundo tratamiento con PGF2α del programa de reproducción. -Porción Ovsynch del protocolo Double-Ovsynch.

El equipo de investigación encontró que las vacas G2-24 tenían menos P/AI que las vacas G2-16 a los 34 ± 3 días (44% vs. 50%) y 80 ± 17 días (41% vs. 48%) después de la IAT. La pérdida de preñeces y la proporción de sexos fetales no difirieron entre los tratamientos. La inducción de la ovulación más temprana en relación con el IAT después de un protocolo Doble-Ovsynch disminuyó la P/AI en vacas Holstein primíparas, mientras que la pérdida de preñez y la proporción de fetos femeninos no difirieron entre los tratamientos.

Estrategia de inseminación de primer servicio

En un estudio de campo, Lauber et al. (2022) incluyeron 742 vacas Jersey en lactancia, que fueron asignadas al azar según el número de etiqueta auricular y dentro del paridad para su presentación, ya sea al primer servicio después de un protocolo Double-Ovsynch (DO) o a un protocolo para la sincronización del estro con detección del estro dos veces al día (EDAI) utilizando semen Jersey sexado.

¿Los resultados? La media de días desde PGF2α (día 24) hasta IA fue mayor para las vacas EDAI que para las DO, mientras que la proporción de vacas inseminadas fue mayor para las vacas DO que para las EDAI (100% vs. 75%). “Así, el 75% de las vacas en el tratamiento EDAI fueron detectadas en estro e inseminadas, mientras que el 25% de las vacas no fueron detectadas en estro y fueron sometidas a IAT después de un protocolo Ovsynch para el primer servicio”, informó Fricke.

En pocas palabras: este estudio encontró que las vacas Jersey lactantes sometidas a un protocolo DO para IAT en el primer servicio tenían más P/AI para semen sexado y de carne que las vacas inseminadas después de la sincronización del estro.

 

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